"Pilares sindicales" es una serie de entrevistas que pone el punto de mira en las personas de las asociaciones miembro de FIFPRO que se dedican a mejorar el bienestar de los y las futbolistas profesionales de su país.
Magnus Erlingmark, secretario general del sindicato sueco de jugadores Spelarforeningen, habla de sus experiencias en el fútbol, de su trabajo con el sindicato y de lo que le motiva cada día.
¿Cuál es tu función actual y cuál es tu formación?
Empecé a jugar al fútbol como la mayoría de los jugadores a una edad bastante temprana. Tenía seis o quizá siete años. También hice gimnasia, atletismo, bandy y hockey sobre hielo. Cuando tenía 15 año, seguía jugando al hockey sobre hielo y al fútbol, entonces mi entrenador de hockey me ayudó a decidirme entre los dos. Se acercaba un torneo importante y me preguntó si iba a elegir entre el fútbol y el hockey. Cuando le dije que aún no lo sabía, tachó mi nombre de la lista...
Yo era un futbolista polivalente. Jugué en todas las posiciones, incluso como arquero. Jugué en el BK Forward, el Orebro SK, el IFK Goteborg y Suecia. Gané cuatro títulos con el Goteborg y una medalla de bronce en el Mundial de 1994 con Suecia. Fui capitán del equipo durante bastantes años, así como representante del club en el sindicato. Cuando me convertí en miembro de la junta directiva de Spelarforeningen, uno de los fundadores, Sven-Olof Hakansson, me dijo que debía empezar a trabajar para el sindicato después de mi carrera como futbolista. Y eso es lo que hice en 2005. Primero a tiempo parcial, junto a mi trabajo de contable. Pero en 2007 me incorporé al sindicato a tiempo completo porque el trabajo me interesaba.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo en el sindicato?
Que se puede ayudar a los futbolistas informándoles, apoyándoles, educándoles. A menudo se trata de chicos y chicas jóvenes, totalmente centrados en el fútbol, que necesitan mucho apoyo. Cuando visitamos los clubes hablamos con los jugadores, escuchamos lo que dicen y lo que necesitan. Eso es muy importante porque yo no soy Spelarforeningen: son los y las futbolistas, nuestros miembros, ellos son Spelarforeningen. Hacemos lo que más necesitan y por eso tenemos que estar cerca de ellos.
¿Qué tema que afecte al bienestar de los jugadores te apasiona más?
Crear una carrera sostenible y no sólo una carrera futbolística, sino también una carrera después del fútbol. Hoy en día es mucho más difícil ser futbolista que cuando yo jugaba, con toda la atención de los medios de comunicación y las redes sociales. Hay mucha más presión sobre los jugadores hoy en día.
Es importante tener algo más en la vida que importe, para que no te juzguen sólo por ser buen o mal futbolista. He visto que muchos jugadores se han convertido en mejores futbolistas cuando estudian o hacen otra cosa aparte del fútbol, o se convierten en padres. Entonces de repente el fútbol no es lo más importante en la vida.
¿Puedes compartir con nosotros uno de los logros que más le enorgullecen de su trabajo como representante sindical?
Yo diría que los Convenios Colectivos (CBA) para la liga masculina, la femenina y para la selección nacional. En 2008 firmamos el primer CBA para el fútbol femenino. En 2019 empezamos a hablar de una renovación de este acuerdo, pero las negociaciones fueron problemáticas. Las mujeres tuvieron que jugar durante casi un año sin un acuerdo en vigor. Fue duro para ellas pero se mostraron muy unidas y pacientes. Confiaron en nosotros y en el proceso y, por fin, el año pasado conseguimos un convenio nuevo y mejor.
El poder del colectivo fue decisivo. No importa lo bueno que seas como negociador, sólo puedes tener éxito si los actores están comprometidos, unidos y te apoyan. Si utilizas ese poder puedes cambiar las condiciones de trabajo. Es lo mismo que en el fútbol: si trabajas como un equipo en el campo, tienes muchas posibilidades de ganar partidos.
¿Hay alguien en el mundo sindical o en el deporte en general que te inspire?
Tengo que pensar en Marvin Miller, ya que fue muy impresionante cómo convirtió la Asociación de Jugadores de Béisbol de las Grandes Ligas en un sindicato muy fuerte, pero también respeto a Jean-Marc Bosman, ya que tuvo el valor de sacrificar su carrera defendiendo sus derechos y acudiendo a los tribunales.
¿Cuál es tu mejor recuerdo futbolístico hasta la fecha?
Sería la temporada 1994, cuando jugamos muy bien en la Liga de Campeones con el IFK Goteborg, y gané la medalla de bronce con Suecia en el Mundial. En la Liga de Campeones quedamos primeros de grupo por delante del Manchester United, el Barcelona y el Galatasaray. Nadie esperaba que un equipo sueco pudiera competir con esos equipos por la enorme diferencia de posibilidades económicas.
Lo que lo hizo tan especial fue el sentimiento que teníamos como equipo. Todo el mundo confiaba en los demás y dejaba de lado su propio ego por un gran objetivo. Nos compenetrábamos tan bien que parecía magia. Realmente inspirador. Por desgracia, el Bayern Múnich nos eliminó en cuartos de final por goles de visitante tras dos empates (0-0 y 2-2).
¿Quién es su futbolista favorito de todos los tiempos y por qué?
Soy seguidor del Manchester United desde hace muchos años aunque no me gusta lo que ha ocurrido en la última década. Cuando empecé a verlos mi jugador favorito era Brian Robson. Era un centrocampista "box-to-box", trabajaba duro, jugaba con pasión y potencia. Quizá no era el jugador más técnico pero podía hacer muchas cosas en el campo.
¿Qué te motiva a diario?
Que tengo la posibilidad de ayudar a nuestros miembros, de estar ahí para los futbolistas si vienen con preguntas, y de prepararlos para lo que vendrá tanto en el campo como después de su carrera futbolística. Todos trabajamos tanto para el fútbol masculino como para el femenino, así que ya sea Caroline Jonnson, Lotta Schelin, Johan Skoglund, Peter Martinsson, Linus Holmgren o yo, trabajamos para todos. Creo que es importante para nosotros tener esta conexión con todos los jugadores. Y también les decimos a los jugadores cómo pueden ayudarse mutuamente. Por ejemplo, los hombres se beneficiaron de la última CBA femenina, ya que las mujeres consiguieron cuotas de afiliación más bajas para todos. Disfrutan ayudándose mutuamente y eso es muy bonito.
