- Un nuevo informe de FIFPRO junto a Benchmark Football muestra la brecha en las oportunidades de juego que existe entre las futbolistas de diferentes selecciones nacionales
- Los equipos europeos jugaron el doble que los asiáticos y caribeños durante los últimos 10 meses
- La falta de partidos competitivos y la escasez de datos están frenando el desarrollo del fútbol femenino
Las futbolistas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023 han tenido "oportunidades muy diferentes de jugar" durante el período previo al torneo que empieza la próxima semana, según un informe de FIFPRO realizado con Football Benchmark, que advierte de que una carga de trabajo excesivamente baja puede limitar seriamente el rendimiento.
El informe revela que, en los últimos diez meses, Inglaterra, España y Portugal juntos jugaron aproximadamente el doble de minutos para sus clubes y selecciones nacionales que las jugadoras de Jamaica, Haití y Filipinas, como resultado de unas competiciones nacionales menos establecidas y del uso limitado del calendario de partidos internacionales, y que estos dos motivos podrían afectar a lo preparadas que están las futbolistas para realizar un torneo de alto nivel.
El Informe de la carga de trabajo en el camino hacia la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023 destaca cómo los calendarios nacionales e internacionales de fútbol femenino son desiguales y están fragmentados, obligando a muchas jugadoras de países donde el fútbol está menos desarrollado a trasladarse al extranjero para mejorar, o enfrentarse a la perspectiva de no poder jugar suficientes partidos para desplegar todo su potencial.
"La Copa Mundial Femenina de la FIFA es una fantástica celebración del fútbol femenino pero también es una oportunidad para analizar el desarrollo a veces heterogéneo del deporte", comentó el secretario general de FIFPRO, Jonas Baer-Hoffmann. "Los datos arrojan que las oportunidades competitivas para las jugadoras de todo el mundo dependen enormemente del contexto del fútbol nacional en su país de origen, así como de la disponibilidad de los clubes de fútbol internacionales".
Durante los últimos cuatro años, algunas selecciones nacionales han utilizado los partidos amistosos para los largos períodos sin torneos, lo que pone de manifiesto el déficit de competición en el fútbol internacional en muchas regiones: Zambia tuvo 23 partidos amistosos consecutivos. En Sudamérica, donde la Copa América Femenina sirve también como evento de clasificación para la Copa Mundial, también ha habido un déficit de partidos de competición. Brasil tuvo 18 amistosos seguidos, mientras que Colombia y Argentina tuvieron 16.
Para ofrecer más oportunidades de juego, FIFPRO reclama competiciones de clasificación independientes para la Copa Mundial en las confederaciones de CONMEBOL, Concacaf, CAF y AFC que abarquen América, África y Asia. (La UEFA, que cubre el fútbol europeo, es la única región con una competición independiente de clasificación para la Copa Mundial.) FIFPRO también reclama más torneos de clubes internacionales y el crecimiento sostenible de las ligas nacionales, que actualmente suelen tener menos equipos y menos partidos que las ligas masculinas.
Informe de la carga de trabajo en el camino hacia la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023
El informe destaca cómo los calendarios nacionales e internacionales de fútbol femenino son desiguales y están fragmentados, obligando a muchas futbolistas de países donde el fútbol está menos desarrollado a trasladarse al extranjero para mejorar. O enfrentarse a la perspectiva de no poder jugar suficientes partidos para desplegar todo su potencial.
"La carga de trabajo de las futbolistas es un parámetro importante con el que evaluar algunas de las necesidades generales del fútbol femenino desde un punto de vista competitivo, de acceso y desarrollo", explicó Sarah Gregorius, directora de política global y relaciones estratégicas en el fútbol femenino de FIFPRO.
"Con la meta de la Copa Mundial Femenina y el contexto de las jugadoras que participan en ella, podemos ver cómo podrían agruparse las partes implicadas en el fútbol para mejorar el calendario de partidos internacionales y tomar decisiones basadas en los datos para innovar y añadir competiciones con el fin de promover un mejor rendimiento y el bienestar de más futbolistas".
El informe dice que para ayudar a tomar decisiones es importante generar datos más exhaustivos sobre los torneos y las jugadoras del fútbol femenino. Según este mismo informe, hasta la información básica sobre las jugadoras de la Copa Mundial Femenina 2023 es escasa o incompleta.
De los países no europeos, las jugadoras de Japón y Brasil juntas son las que más minutos pasaron en el campo durante los 10 últimos meses. Las jugadoras de Australia, Estados Unidos y Canadá tuvieron bastantes menos minutos que la mayoría de las selecciones nacionales porque sus ligas nacionales son más pequeñas o inexistentes. (Canadá no tiene actualmente una liga nacional de fútbol femenino.)
Sin embargo, EE. UU. jugó 65 partidos de selección nacional desde que ganó el torneo de 2019 en Francia: mucho más que cualquiera de las 32 selecciones participantes en la Copa Mundial de este año y el triple que en Haití, que jugó 19 y pasó dos años sin jugar ni un partido durante la pandemia de Covid-19, que obligó a suspender o cancelar muchas competiciones.
La guardameta española Misa Rodríguez, que juega para el Real Madrid, y la japonesa Moeka Minami, defensa del AS Roma, jugaron más que cualquier otra jugadora de la Copa Mundial Femenina, con más de 4000 minutos en el campo. En algunos casos, las futbolistas jugaron un número de partidos menor del habitual tras sufrir lesiones duraderas, como por ejemplo la española Alexia Putellas, ganadora del Balón de Oro en dos ocasiones.
