- El Ministerio de Trabajo de Colombia resolvió que la FCF y la Liga DIMAYOR deben negociar con ACOLFUTPRO sus demandas presentadas en 2019
- ACOLFUTPRO fue asistida por FIFPRO a través de su secretario general Jonas Baer-Hoffmann
- Carlos González Puche, director ejecutivo de ACOLFUTPRO y miembro del Comité Ejecutivo de FIFPRO, cuenta en profundidad cíómo está la situación en Colombia
Este lunes 11 de septiembre, el fútbol colombiano se levantó con la gran noticia de que finalmente, tras cuatro años de intensa lucha, la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (ACOLFUTPRO), podrá sentarse a negociar los doce puntos que considera necesarios para mejorar las condiciones de trabajo de jugadores y jugadoras del país.
El Ministerio de Trabajo de Colombia resolvió que tanto la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) como la Liga DIMAYOR deben abrir los canales de diálogo pertinentes con ACOLFUTPRO para negociar sus demandas, derecho que le fue negado sistemáticamente desde que fueron presentadas en 2019.
Paralelamente, el Ministerio podría sancionar a federación y liga por hacer oídos sordos durante todo este tiempo a los reclamos de la asociación.
Para lograr su cometido, ACOLFUTPRO contó con la ayuda de FIFPRO, a través de su secretario general, Jonas Baer-Hoffmann, para presentar una queja a la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
FIFPRO dialogó con Carlos González Puche, director ejecutivo de ACOLFUTPRO y miembro del Comité Ejecutivo de FIFPRO, para conocer en profundidad la situación reinante en Colombia.
Carlos, ¿Cómo considera la resolución del Gobierno colombiano de encontrar mérito para que la federación y la liga escuchen sus reclamos?
Es un éxito. Son muchos años de trabajo para llegar a esta posibilidad. Nosotros nos sentimos muy reconocidos por este gobierno que entró hace un año porque, finalmente, sí se está dando cumplimiento a las obligaciones que constitucionalmente corresponden y que los anteriores gobiernos no habían hecho cumplir. Llevamos ocho meses negociando en el Ministerio de Trabajo. Nosotros convocamos a la racionalidad de la negociación, que es como se resuelve absolutamente todo: negociando y concertando a través de las mecanismos del diálogo social.
¿Por qué debieron llegar a este punto en el que tuvo que intervenir el Ministerio de Trabajo?
En 2019 presentamos un pliego de peticiones a la Dimayor y a la Federación Colombiana de Fútbol. Lo hicimos así porque en Colombia la negociación por sector económico no existe, como sí existe en Inglaterra y España. Entonces nosotros dirigimos nuestras peticiones a quienes regulan nuestra actividad, que no son los clubes. Porque el estatuto del jugador, el calendario de competencia, las vacaciones, el torneo de fútbol femenino, el código disciplinario, los horarios de juego, los intervalos de tiempo de descanso de partidos, no los resuelve ningún club, los define la federación y la liga. Pero ellos decían que no eran empleadores, que las situaciones de contrato se resolvían con los clubes. Como no hay una negociación colectiva y nuestra asociación no es un sindicato, desde entonces los gobiernos se negaban a presionar a los directivos. Es lo que sí hizo este gobierno, que con esta resolución les dijo “están siendo renuentes a iniciar la negociación colectiva pero ya no admito más reparos. Todo lo que ustedes dicen no es admisible. ACOLFUTPRO tiene todas las facultades legales para negociar el pliego con ustedes, no con los clubes. Siéntense a negociar”.
Los 12 puntos que ACOLFUTPRO reclama concertar
- El calendario de las competencias profesionales, períodos de descanso y recuperación
- El estatuto del jugador de la FCF
- El código disciplinario de la FCF
- La minuta única de contrato de trabajo obligatoria de la FCF
- El torneo profesional de fútbol femenino
- Las pólizas complementarias de salud
- Horarios, intervalos y tiempo de descanso entre partidos
- Partido anual de la selección Colombia de mayores a favor de ACOLFUTPRO
- Participación sobre derechos de televisión
- Dos reuniones anuales de ACOLFUTPRO con los/las futbolistas de las selecciones Colombia femenina y masculina en el lugar de concentración
- Concertación del número de entradas para los partidos de los torneos locales y las selecciones Colombia
- Adopción de protocolos contentivos de las políticas contra la discriminación, el acoso laboral y la violencia de género
Uno de los elementos de presión fue denunciar el caso en la OIT.
Al no tener una respuesta positiva a nuestros reclamos, presentamos una queja ante ellos. Es cuando FIFPRO interviene a través de Jonas. ¿Por qué la queja? Porque el convenio establece la negociación por sector económico y nuestra Constitución establece que los convenios internacionales ratificados por el gobierno de Colombia, como son los convenios de la OIT, son parte de la Constitución. Es decir que son parte de las obligaciones de cada sector. Pero ni la Federación ni la Liga DIMAYOR lo hacían. Ellos no quieren que nadie entre a decirles nada en cuanto al torneo, en cuanto a la duración, en cuanto a los descansos, en cuanto al fútbol femenino. “No, señor. Nosotros somos los dueños y no tenemos por qué concertar eso con nadie. Ni el gobierno ni ustedes ni nadie nos puede decir absolutamente nada porque ese es mi negocio. Y en mi negocio no se mete nadie”. Son directivos reacios a aceptar un cambio donde todos los actores podamos participar.
El gobierno actual ha tenido que recurrir a las opciones que legalmente tiene, que es imponer sanciones multimillonarias para la DIMAYOR como para la Federación. Pero el interés nuestro no son las sanciones, es el diálogo. Lo que esperamos es que se pueda discutir, que se pueda dialogar, como ya ocurre en Perú o en Uruguay, donde en este momento están en huelga porque no han acordado unos temas del convenio colectivo. En Colombia hacer una huelga es muy complicado porque los futbolistas son temerosos de las represalias que tomen en contra de ellos, no están dispuestos a tomar una posición radical para negociar las peticiones. Entonces aquí el sindicato ha venido luchando a través de acciones legales. Pero si hay diálogo, pues no hay necesidad de recurrir a ellas.
¿Cuánto ayudó el apoyo internacional?
Fue muy importante. No sólo de FIFPRO. Hablé con la directora del Comité de Libertad Sindical de la OIT, Karen Curtis, que ya conocía el asunto y acordamos que la OIT iba a mediar en el problema. También le pedí que convocara a la FIFA, entonces la Dra. Curtis convocó al secretario general de la FIFA y al director jurídico de la FIFA, que ha estado presente en las cuatro reuniones que tuvimos este año con la OIT, el Ministerio de Trabajo y los representantes de la FCF y la DIMAYOR.
¿Cuáles de los doce puntos van a privilegiar?
Ellos son totalmente reacios a cualquier cosa que signifique dinero. El derecho de imagen, por ejemplo, ellos han dicho que no lo van a negociar. Aquí se discutirá un nuevo contrato de televisión en dos años y puede ser una oportunidad para que podamos negociar un porcentaje en el contrato que venga. Que quien asuma la responsabilidad por la transmisión deba entregar unos recursos, como sucede en Chile, por ejemplo, donde el propietario de los derechos de televisión entregó 10 millones de dólares al sindicato, a razón de 1 millón anual. Y con eso el sindicato montó el programa de retiro de los futbolistas. En Argentina hace mucho rato que tienen el 2% de los derechos de televisión. En todo caso, ese es un punto crucial que ellos no van a permitir tocar.
El tema de la Liga femenina también. Ellos dicen que no tienen patrocinio, pero las mujeres en Colombia no pueden hacer su actividad profesional cuando un torneo dura 90 días para la primera fase y 120 días para los que terminan jugando las finales. Eso no puede garantizar a las mujeres ninguna actividad profesional en sólo cuatro meses de trabajo.
Otro tema crucial para nosotros es el calendario. Aquí se juega a todas horas. No hay descanso, no hay vacaciones. El campeón termina el 22 de diciembre y el 3 de enero ya están volviendo al entrenamiento. Son muchos y muy sentidos todos los aspectos en los que hay que hacer ajustes conforme a lo que la FIFA ordena que se implemente.
Al momento de sentarse a concertar y negociar, lo más importante es abrir la puerta a abrir la puerta y asentar que ACOLFUTPRO es una contraparte legítima para tener un diálogo permanente con los asuntos de fútbol.
