Catalina Quezada playing

Catalina Quezada: “Nos sentimos pioneras e históricas para el futbol chileno”

Historias de futbolistas

Comparte esta cita

Cerrar
Catalina Quezada playing
Catalina Quezada
Sobre

Catalina Quezada

Catalina Quezada es defensa, tiene 27 años y el 1 de julio de 2022 entró en la historia del fútbol femenino chileno al ser, junto a sus compañeras Nicole Mariñelarena, Constanza Villanueva y Alexandra Cruz, las primeras futbolistas profesionales en ganarle una demanda laboral a un club de su país.

“Chicas, ¡ganaron!” Eran como las 11 de la noche en Rancagua, en la zona central de Chile, y el mensaje en mi Whatsapp hizo que me pusiera a saltar por la casa, a contarle a mi mamá todo lo que habíamos sufrido, lo que nos había costado esto. A Nicole, a Constanza, a Alexandra, a mí.

No estábamos en la misma ciudad, pero ni bien vimos las fotos de la sentencia judicial que nos enviaban nuestras abogadas y la gente de ANJUFF, la asociación que trabaja con el sindicato chileno de jugadores, armamos una videollamada. Gritamos, lloramos, nos dijimos que éramos históricas.

Nos sentimos así. Somos pioneras e históricas por ser las primeras futbolistas en la historia de este país en ganarle una demanda a un club. Y no a uno cualquiera sino a un gran nombre del fútbol chileno como es Everton. Logramos que la Justicia nos reconociera el vínculo profesional que habíamos tenido con el club, que habíamos sido discriminadas por años por ser mujeres y que merecíamos una indemnización.

Everton insistió mucho que éramos aficionadas. Tuvimos que demostrar que no: que participábamos en el campeonato nacional de primera división, cumplíamos horarios, dietas, citaciones, nos penalizaban si no las cumplíamos. Alto y claro: futbolistas profesionales.

El conflicto explotó por situaciones que ocurrían dentro del club que nos hacían estar incómodas, por exigir lo que se merece el fútbol femenino. Por eso nos echaron en marzo de 2021 y nos cerraron definitivamente la puerta. En ese momento nace la idea de demandar.

Catalina Quezada, Nicole Mariñelarena, Constanza Villanueva y Alexandra Cruz
De izq a der: Alexandra Cruz, Catalina Quezada, Nicole Mariñelarena y Constanza Villanueva

Hay que ser muy valiente para hacer esto y nosotras lo fuimos. Recibimos una gran ayuda de ANJUFF. Nos dio el empujón que necesitábamos para animarnos, para mostrarnos las opciones y hacernos entender que teníamos una oportunidad de ganar.

La presentamos en julio de 2021. Fueron unos meses difíciles, con reuniones largas y cansadoras preparando todo con la abogada y ANJUFF dándonos tranquilidad, apoyo moral. Capacitándonos sobre qué decir y qué no decir en los medios para que una palabra de más no nos perjudicara. También nos ayudó a que el tema se difundiera mucho en los medios.

El mensaje era que estábamos haciendo algo grande por el fútbol en Chile, aún si no ganábamos.

Entre nosotras cuatro también intentábamos animarnos. Tuvimos etapas de estar muy bajoneadas, teníamos mucho miedo de lo que nos fuese a pasar por haber hecho ese ruido. Quedarse sin jugar un año para quienes viven, respiran y sienten el fútbol es muy fuerte.

Entonces iban y venían los mensajes. “Chicas, ¿cómo están?”. “¿Saben que tenemos una pachanga?”. “¡Hoy tenemos futbolito!”. “Vamos, juntémonos igual”. Apoyarnos entre las cuatro, hablarnos mucho. Ese era nuestro día a día. Más en época de pandemia, que vivir el encierro sin fútbol fue complejo.

Muchas jugadoras de nuestra región, con las que nos hemos encontrado como rivales o compañeras, nos brindaron su apoyo. Sentían que estaban siendo parte desde afuera de algo que nunca se atrevieron a hacer.

Otras compañeras de años en Everton nos dieron la espalda. Prefirieron guardar su lugar y no ir en contra del club que les estaba dando un lugar para ser futbolistas profesionales.

Nos sentimos un poco traicionadas pero también entendiendo su manera de pensar. Nosotras teníamos razón para hacer lo que hacíamos pero también tienen razones ellas de pensar así. A lo mejor solo necesitan un lugar donde poder entrenar y jugar, sin importarles tener condiciones muy básicas de indumentaria o un camarín limpio que no haya sido usado antes por hombres.

Probablemente ellas no vayan a cambiar su pensamiento ahora, pero sí quizás se van a dar cuenta más adelante que en verdad esto que estamos haciendo nosotras también les va a beneficiar en algún momento de su carrera.

“El mensaje de ANJUFF era que estábamos haciendo algo grande por el fútbol en Chile, aún si no ganábamos.”

Después de la sentencia, la mía está en pausa por decisión propia. Nicole y Constanza sí están en jugando en Santiago Wanderers, en la segunda división chilena. Alexandra prefirió dedicarse a trabajar y yo estoy estudiando kinesiología, termino este año y me demanda mucho tiempo como para cumplir con las obligaciones de jugar profesionalmente.

Sí estoy en un equipo amateur y en septiembre nos vamos con un equipo de amigas a jugar a Barcelona un Mundial de Fútbol 7. Lo hago un poco por entretenimiento y por ocupar mis tiempos libres en el deporte que amo desde que mi papá y mi mamá me lo inculcaron desde pequeñita.

Creo que estoy un poco resentida aún, pasando por un momento todavía de sanación con el fútbol profesional después de todo lo que viví. Fue un golpe duro. Pero mi objetivo es volver en 2023. Quiero prepararme bien para poder llegar en condiciones al club que me contrate y empezar de nuevo.