La tecnología puede ayudar a los atletas pero debemos explicarlo

Nada me entusiasma más que ayudar a un atleta a alcanzar su pleno potencial. Ello me dice que estamos haciendo nuestro trabajo. Si podemos utilizar las nuevas y más inteligentes herramientas para hacerlo –en nuestro caso, el seguimiento óptico que capta cientos de miles de puntos de datos biomecánicos en todo el cuerpo humano– entonces estamos dando un buen uso a la tecnología. Y eso es lo que importa. 

La misión de nuestra compañía estuvo clara desde el primer día: ayudamos a los atletas a comprender y a cuidar su cuerpo, de forma que mejoren su rendimiento deportivo, eviten lesiones y lleven al máximo el potencial de su carrera. 

Seguimiento óptico e identificación del movimiento: estas son las herramientas que hemos desarrollado y ajustado a lo largo de muchos años. Cuando examinamos a un atleta, no necesitamos colocar marcadores o sensores en su cuerpo; nuestras cámaras y nuestro software hacen todo el trabajo. Producimos un rico volumen de datos, y cada test presenta 800.000 puntos de datos –minúsculas unidades de información– que, cuando se recogen y analizan conjuntamente, pueden revelar de manera eficaz increíbles análisis individuales y proporcionar a todo atleta una nueva comprensión de cómo se mueve su cuerpo, miembro por miembro, articulación por articulación.  

Los movimientos precisos del cuerpo, desde sus partes individuales a su estructura conjunta, contienen información vital. Velocidad, fortaleza y equilibrio están en juego. Con el uso de nuestra base de datos –la mayor de su clase, con archivos que presentan dos millones de movimientos y 48.000 millones de puntos de datos almacenados–, los atletas pueden comparar su completa gama de movimientos con las poblaciones relevantes; ven qué lugar ocupa su rendimiento dentro de su grupo de edad, género y deporte. 

Igualmente, pueden evaluar su movilidad en las partes más cruciales del cuerpo: tobillo, rodilla, cadera, columna y hombro. Nuestro análisis les ayuda a predecir –y a evitar– una lesión.  

Podemos calcular la fuerza y el par de fuerzas que produce cada miembro y articulación cuando el atleta realiza sus movimientos habituales. Nuestro análisis ayuda a realizar movimientos más eficientes y seguros. 

Y todavía podemos profundizar más: al testar el equilibrio del atleta y calcular cómo se desplaza el centro de su masa corporal –lo que llamamos ‘oscilamiento’– podemos comenzar a identificar problemas neurológicos. En caso de lesión cerebral, sabemos cuál es el punto de partida del atleta, y podemos tomarlo como referencia. Mente y cuerpo forman una unidad. 

Nuestras herramientas y metodología son seguras y fiables. Han sido testadas y aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos. Son también sencillas y eficientes: cuando nuestro software analiza sus movimientos, los atletas reciben sus resultados en menos de 20 minutos. 

Los propios test siguen una secuencia clara. En primer lugar, explicamos los movimientos específicos que el atleta tendrá que completar durante el test: nos permiten evaluar el ámbito del movimiento que más les interesa. 

A continuación, avanzan en un espacio abierto, donde nuestras herramientas captan sus movimientos. Como tal, el test tiene una duración de cinco minutos. 

Cuando nos sentamos juntos en la sala de revisión, los datos de los movimientos del atleta se hacen accesibles, a través de la nube, en 20 segundos. 

Ahora, el atleta tiene el panorama total: una abundancia de datos que describe las fortalezas y las debilidades de sus movimientos. Está listo para hablar con su médico, que examina los datos, destacando los hallazgos clave. Juntos, acuerdan cómo mejorar sus movimientos y la movilidad en áreas específicas del cuerpo. La totalidad del informe se incorpora al registro electrónico del paciente. 

La belleza del proceso radica en su sencillez y amplitud. En todo momento, el atleta ve y comprende lo que está ocurriendo: experimenta por sí mismo cómo trabaja la tecnología y qué le está diciendo. Me gusta pensar que trabaja con una nueva herramienta, que le ayudará a mejorar su fortaleza, su técnica, sus destrezas. Una herramienta que le ayuda a evitar una lesión. 

Pero también puedo ver los riesgos. No es difícil imaginar que los clubes profesionales y su personal de entrenamiento, o sus ejecutivos –en cualquier deporte– puedan hacer mal uso de los datos biomecánicos de sus jugadores. Decisiones cruciales en torno al reclutamiento, contratos, seguro, asistencia médica y, en última instancia, la selección del equipo –momentos fundamentales que pueden definir la carrera de un atleta– podrían, próximamente, ser inducidos por datos que quedan fuera del alcance del jugador. Aún peor, los futbolistas quizá ni siquiera sean conscientes de que se están usando sus datos; quizá no hayan dado su consentimiento. Por lo tanto, deben fomentarse la confianza y la transparencia para que se conviertan en valores clave de la industria, manteniendo la prioridad en proteger la privacidad de los atletas.  

Por esa razón, en DARI Motion, deseamos que nuestro trabajo esté regulado. Para ello, hemos obtenido la aprobación de una institución pública, la FDA. La cuestión no es únicamente si las nuevas tecnologías son seguras; se trata también de nuestros usuarios, el público en general y sus derechos fundamentales: ¿comprenden el poder de estas herramientas, quién las utiliza exactamente, y para qué fines?; ¿saben cómo proteger sus derechos, comenzando por su privacidad? 

La confianza lo es todo. Si creemos que las tecnologías pueden ayudar a los atletas a mejorar su rendimiento, debemos comprometernos igualmente con su dignidad como seres humanos. Todo atleta debe saber que se respeta su privacidad, que sus datos están seguros.  

Mi mensaje a las administraciones y al deporte es sencillo: debemos mantener estos debates abiertamente. Hagámoslo ahora, cuando las tecnologías son relativamente nuevas. Implantemos las instituciones que pueden establecer los estándares y hacer cumplir las normas. 

Conoce más sobre la tecnología de DARI Motion para el rendimiento aquí.