- Se publica un informe con directrices y estrategias de mitigación de las condiciones de calor en el fútbol profesional
- Una serie de estudios determina que los internacionales coinciden unánimemente en que las condiciones de calor y humedad dificultan el rendimiento durante los partidos
- Once "consejos para el calor" que deberían tener en cuenta los órganos de gobierno, los organizadores de competiciones y otros organismos para proteger mejor la salud de los futbolistas
FIFPRO ha publicado un informe con directrices y estrategias de reducción para las condiciones de calor en el fútbol profesional.
Tras diversas competiciones internacionales de gran nivel disputadas en condiciones de calor, una serie de estudios interseccionales ha mostrado que los jugadores y entrenadores de selección nacional han expresado de manera unánime que las condiciones de humedad y calor dificultan el rendimiento durante estos partidos.
El informe incluye 11 ‘consejos para el calor’ que deben tenerse en cuenta por los organismos rectores, organizadores de la competición, clubes, miembros del personal y futbolistas para proteger del mejor modo la salud de los jugadores.
Directrices y estrategias de mitigación para condiciones de calor en el fútbol profesional
El calor, la humedad y la carga solar elevados, combinados con un escaso movimiento del aire, perjudican de forma independiente y aditiva el rendimiento, aumentan la percepción del esfuerzo y el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
"El cuerpo humano mantiene una temperatura interna constante, que normalmente oscila entre 36,1°C - 37,8°C y, en condiciones de calor extremo, los futbolistas están en riesgo de sufrir trastornos de estrés térmico, como contracturas motivadas por el calor o golpes de calor", afirma el médico jefe de FIFPRO, el catedrático Vincent Gouttebarge.
"Para prevenir o mitigar el riesgo y proteger de ese modo la salud y el rendimiento de los jugadores deben implementarse y hacerse cumplir mejores directrices, basadas en la Temperatura húmeda y de esfera negra (WBGT) o en la temperatura ambiente".
Posición de FIFPRO respecto al calor extremo
En el momento actual, las directrices de la FIFA manifiestan que si existe una WGBT superior a 32° centígrados (89,6 grados Fahrenheit) las pausas para refrescarse son obligatorias en ambas mitades de partido, en torno al minuto 30 y al minuto 75; la decisión de suspender o cancelar el partido queda a discreción de los organizadores de la competición.
FIFPRO considera que estas directrices no bastan para proteger la salud y el rendimiento de los futbolistas, y recomienda, entre otras cosas, que si existe una WBGT de entre 28-32°C, deben realizarse pausas para refrescarse, en torno al minuto 30 y el minuto 75. Si existe una WBGT superior a 32°C, deberán reprogramarse el entrenamiento y los partidos.
11 consejos de FIFPRO para el calor
- Deben adoptarse directrices sobre calor y respetarse por las partes interesadas del fútbol, los clubes y los equipos nacionales, para los partidos y el entrenamiento, e incluirse en los reglamentos (p.ej., requisitos médicos mínimos, reglas del juego, negociación colectiva para competiciones nacionales; reglamento de competición de la FIFA, diálogo social).
- Las directrices sobre calor deben hacer referencia a los umbrales para temperatura húmeda y de esfera negra (WBGT, especialmente, en el fútbol profesional de élite) y la temperatura ambiente (en caso de que no se disponga de dispositivo de medida de WBGT) para incrementar su comprensión e implementación global en todos los niveles del fútbol profesional.
- Una WBGT superior a 26°C (o temperatura ambiente superior a 30°C) debe facilitar descansos para refrigerio durante los partidos (p.ej., a aproximadamente 30 minutos en cada mitad del partido).
- Una WBGT superior a 28°C (o temperatura ambiente superior a 36°C) debería conducir al aplazamiento de partidos hasta que las condiciones para los jugadores y los oficiales del partido (así como los seguidores) sean más seguras.
- Debe medirse la WBGT (y/o temperatura ambiente) sobre el terreno, antes de cada partido y sesión de entrenamiento (p.ej., dos horas), y consultar entre partes interesadas clave (p.ej., futbolistas, entrenadores, oficiales del partido, médicos del equipo) sobre los posibles riesgos que pudieran darse.
- Las previsiones climatológicas a nivel nacional y local deben realizar un seguimiento de las condiciones climáticas (p.ej., al menos cinco días antes de cada partido) y estimar las posibles condiciones de calor para programar partidos (y entrenamiento) de manera óptima y proporcionar a los jugadores un entorno seguro.
- Además de descansos adicionales para refrescarse, deberán planificarse y emplearse otras estrategias de mitigación (p.ej., adaptación al calor/aclimatación, métodos de enfriamiento, fácil disponibilidad de bebidas frías distribuidas por el campo de fútbol) durante los partidos y el entrenamiento, con responsabilidad para su implementación sobre los equipos y las personas participantes.
- Las partes interesadas (a nivel internacional, continental y nacional) y las compañías de retransmisión televisiva no deben programar partidos en las horas de más calor del día; ello significa evitar los partidos a mediodía o a primera hora de la tarde (es decir, a pleno sol), donde una elevada WBGT es muy probable.
- Debe confeccionarse un registro (inter)nacional de colapsos y/o muertes relacionadas con el calor para evaluar su prevalencia, explorar los factores subyacentes que contribuyen a ello, mejorar las directrices existentes y las estrategias de mitigación.
- Mientras que las respuestas de los futbolistas (p.ej., psicológico, cognitivo) al realizar ejercicio en condiciones de calor han sido ampliamente estudiadas, se requiere más investigación para comprender (i) cómo los umbrales (Temperatura húmeda y de esfera negra y/o temperatura ambiente) podrían evolucionar en las directrices para el calor; (ii) cómo las estrategias de mitigación, incluyendo la posible modificación de las Reglas de Juego y la aclimatación al calor podrían implementarse óptimamente y llevarse a la práctica, y (iii) cómo las nuevas tecnologías podrían permitir la evaluación de factores personales (p.ej., índice metabólico, función termorreguladora) y contribuir a la predicción del riesgo de enfermedades vinculadas al calor.
- Debe prestarse especial atención a las jugadoras y a los jugadores juveniles respecto a las respuestas individuales a la hora de ejercitarse en condiciones de calor o por lo que respecta a evitar publicaciones de televisión de sus partidos a medio día o a primera hora de la tarde (es decir, a pleno sol).