En febrero de 2022, la Federación de fútbol de Zimbabue (ZIFA) fue suspendida por la FIFA tras una interferencia gubernamental. La decisión tuvo graves repercusiones para los futbolistas de la selección nacional y de todo el país.
Tras un año de escaso avance para que se levantara la sanción, el Sindicato de Futbolistas de Zimbabue (FUZ) inició una tentativa por superar ese punto muerto. El sindicato, junto con FIFPRO, organizó una reunión en la sede de FIFPRO (en los Países Bajos) con una delegación de la FIFA, el Presidente del FUZ, Desmond Maringwa, los futbolistas de la selección nacional, Marshall Munetsi y Nyasha Mushekwi, y representantes de FIFPRO.
Acordaron un proceso que incluyó una delegación de la FIFA, la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y la confederación local COSAFA, que visitó Zimbabue para reunirse y hablar con los jugadores locales, el sindicato, ZIFA y otras partes interesadas, a fin de obtener una visión clara de la situación. Estas reuniones condujeron a que se levantara la suspensión a Zimbabue, en julio de 2023.
Una de las jugadoras que se reunió con la FIFA y con la CAF fue la excapitana de la selección nacional femenina, Rudo Neshamba.
Por Rudo Neshamba
Durante años he sido miembro del Sindicato de Futbolistas de Zimbabue, cuya finalidad es mantener la ética en el fútbol y salvaguardar la integridad y la salud física de los jugadores. Por lo tanto, cuando los futbolistas tuvieron la oportunidad de reunirse con la CAF y la FIFA, estuve dispuesta a participar.
Los futbolistas tuvieron que participar en los debates, pues las cosas se estaban yendo de las manos. La suspensión de la FIFA complicó la situación para los jugadores –hombres y mujeres–, quienes afrontaron problemas económicos y para llevar comida a la mesa. Necesitábamos que la FIFA y la CAF escucharan a los propios futbolistas.
La suspensión se cobró un alto precio sobre los futbolistas. Acabábamos de salir de la pandemia de Covid-19, durante la cual los equipos afrontaron dificultades para pagar a los jugadores, debido a limitaciones económicas. Algunos patrocinadores se retiraron porque estaban afrontando también problemas financieros.
Cuando se relajaron las restricciones por el Covid, los jugadores tuvieron la oportunidad de jugar para los equipos nacionales. Cuando les convocan para la selección nacional, a los futbolistas se les paga por ello, lo que verdaderamente ayuda si no están consiguiendo suficiente dinero por jugar al fútbol de clubes. Obviamente, solo los jugadores de la selección nacional se benefician de tales pagos, pero cuando Zimbabue fue suspendido, otros jugadores perdieron también la oportunidad de jugar para la selección nacional y de obtener ingresos extra.
La suspensión impidió también que los jugadores hicieran uso de la selección nacional como escenario mara exhibir sus capacidades y, posiblemente, recibir la oportunidad de jugar en el extranjero. Los partidos locales en Zimbabue no son televisados, por lo que los jugadores necesitan la selección nacional; sin embargo, la suspensión eliminó esa oportunidad. La suspensión marcó un retroceso económico para muchos de nosotros.
Conseguí superar los problemas económicos, ampliando la aventura empresarial que había iniciado: me aseguré de nutrir mi pequeño negocio, vendiendo indumentaria y accesorios femeninos, y aumenté mi clientela durante ese periodo.
Había completado también algunas cualificaciones de entrenamiento y, a principios de este año, tuve la oportunidad de participar en ello, cuando fui nombrada entrenadora para la división femenina de la Academia del Real Betis.
Tuve algunas oportunidades a las que pude recurrir; sin embargo, la situación fue muy mala para muchos jugadores. Unos treinta futbolistas (hombres y mujeres) de clubes se reunieron con la FIFA y la CAF. Las reuniones fueron muy emocionales, y se expresaron sentimientos contrapuestos: los jugadores mostraron gran desesperación, pero también se sintieron felices de que alguien, finalmente, les escuchara.
Los delegados de la FIFA y de la CAF mostraron gran comprensión y nos aseguraron que iban a hacer volver el fútbol a nuestro país. Ello restauró nuestra esperanza, y cuando supe que la FIFA había levantado la suspensión, no cabía en mí de gozo.
Para los jugadores, es importante participar en tales debates. Los responsables de la toma de decisiones, como la FIFA, tienen que comprender que algunas de las decisiones que toman en nombre de los jugadores, sin consultarles, pueden tener efectos negativos para ellos. Por ello es importante que se escuche la voz de los futbolistas. La FIFA tuvo que acordar con las partes implicadas, en este caso los organismos rectores del país, y los jugadores no debían ser penalizados por algo erróneo que hicieran los primeros.
El fútbol ha sido positivo para mí y me ha permitido capitanear mi país en los Juegos Olímpicos. Al participar en estos debates, quería asegurarme de que otros jugadores tuvieran las mismas oportunidades que yo he podido disfrutar.
