Zimbabwe Players

Atrapados en Dubái: cómo el sueño de ocho futbolistas de Zimbabue se convirtió en pesadilla

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Ocho futbolistas de Zimbabue, con edades entre los 16 y los 22 años, estuvieron atrapados en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) durante casi cuatro meses. Formaban parte de un grupo de 17 personas que viajaban con la academia de fútbol del exinternacional zimbabuense Archford Gutu.

Les hicieron falsas promesas de jugar varios partidos en los Emiratos Árabes Unidos, recibir invitaciones para pruebas de clubes profesionales y firmar contratos con equipos europeos. En lugar de eso, acabaron varados a casi 10.000 kilómetros de casa, a veces sin comida ni alojamiento.

Las voces de los futbolistas

Cambell Moyana: "Entré en la academia de fútbol de Archford Gutu en diciembre del año pasado. Todo el mundo conocía a ‘Archi’. Había jugado en la selección nacional y en Suecia, era nuestro ídolo. Cuando nos enteramos de que había creado una academia, todos nos apresuramos a apuntarnos. Yo también. Como había jugado en el extranjero, pensé que me aportaría experiencia. La academia parecía estar bien organizada. Había equipos para las categorías sub-14, sub-17 y sub-20. Antes del viaje a Dubái todo parecía correcto".

Nyasha Mulongoti: "El viaje consistía en conseguir contratos profesionales. Nos prometieron que íbamos a firmar contratos profesionales con grandes clubes, por ejemplo de Suecia. El viaje debía durar dos semanas, pero nos quedamos cuatro meses más".

Tinomudaishe Zaranyika: "Investigué sus antecedentes y leí que jugó tres años en el Kalmar FF de Suecia. Luego nos dijo que íbamos a hacer las pruebas para ese equipo. Tenía fe en él. Me decía a mí mismo que íbamos a hacer pruebas en Suecia. Se suponía que teníamos que hacer cosas estupendas".

Craig Mutakura Tawananyasha: "Al principio, pagamos 1.300 dólares para unirnos a este viaje y otros 1.200 dólares para alojamiento y comida. Después de pasar unos meses en Dubái, tuvimos que pagar 2.500 dólares por los visados para los Emiratos Árabes Unidos. Era mucho dinero. Se suponía que yo lo usaría para ir a la escuela pero acabamos sacrificándonos para pagar este viaje".

Marshall Munetsi: "El problema de los agentes falsos es una crisis"

Calton Nyangani: "Una semana después de nuestra llegada, Archford nos dijo que el equipo de Suecia estaba en Abu Dabi y que iban a venir a Dubái a vernos. Después de cuatro días, nos dijo que ya no estaban ahí porque la liga sueca estaba a punto de empezar. Nos prometió que jugaríamos un partido contra el Al-Ahli, un equipo de Dubái, pero al cabo de unos días nos dijo que el partido se había cancelado. Luego nos dijo que jugaríamos contra Al Nasr. Sin embargo, cuando llegamos, nos dijo que Al Nasr no estaba allí, así que jugamos contra otro equipo. Nos prometió que jugaríamos cuatro o cinco partidos, pero solo jugamos dos". 

Blessing Jonasi: "Cuando pasaron más de dos semanas de nuestra llegada, empezamos a preocuparnos. Después dejamos de comer con regularidad y nos echaban de los hoteles en mitad de la noche. Uno de los hoteles confiscó nuestros pasaportes. Solo los recuperaríamos si pagábamos nuestras facturas. Fue una experiencia muy difícil, tuve que lidiar con la policía. Yo pensaba: Estoy en un país extranjero y ahora me enfrento a las fuerzas del orden. ¿Qué hago ahora? ¿Y si voy a la cárcel?"

"En ese momento, Archford se alojaba en otro hotel. Llamé a Archford y me dijo: “Diles que ya voy y vete a tu habitación”. ¡Pero no podía ignorar a la policía! Después de algún tiempo, vino a hablar con la policía. Nueve jugadores volvieron a casa, ya que sus padres podían permitirse el viaje de vuelta. Pero ocho jugadores tuvieron que quedarse en Dubái, donde quedamos atrapados. La dirección del hotel se quedó con los pasaportes, ya que querían que se pagaran todos los gastos antes de devolverlos. Debido a esto, los jugadores rebasaron su visado durante más de 50 días. Mientras tanto, Archford se alojaba en otro hotel con su mujer y su hijo recién nacido".  

Nigel Mandibatsira: "Pasamos unos tres meses sin entrenar. A veces no teníamos nada para comer. A veces conseguíamos una comida al día. Solo nos daban comida a medianoche. Fue terrible. Como jugadores teníamos un sueño, solo esperábamos que saliera bien. Me dolió mucho".

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Los ocho jugadores, felices de estar en Zimbabue, fotografiados con el ex internacional Norman Maroto

La ayuda del sindicato

El Sindicato de Futbolistas de Zimbabue (FUZ) se puso en contacto con los jugadores y sus padres e informó al Ministerio de Asuntos Exteriores en busca de una solución.

Finalmente, el gobierno de Zimbabue intervino, se hizo cargo de las facturas de hotel pendientes y organizó el vuelo de regreso a Zimbabue el 13 de junio. Unos días después, los ocho jugadores acudieron a la oficina del sindicato de futbolistas FUZ para compartir sus experiencias.

Tanashe Junior Gutu: "Mi consejo a todos los jugadores es que antes de hacer o pagar algo, investiguen sus antecedentes o acudan a una organización como el FUZ. Ellos podrán comprobar los antecedentes de personas como estas".