
Haagensen se graduó en Ciencias sociales y en Ciencias del deporte, al mismo tiempo que jugaba al balonmano a nivel profesional, en Dinamarca. Él y sus colegas han ayudado ya a cientos de jugadores a prepararse para la vida después del fútbol.
Un acuerdo firmado entre la liga danesa y los clubes les permite visitar a los equipos con regularidad y dar charlas a los jugadores, actividad que comienza ya en el grupo de edad Sub-19.
Haagensen y sus colegas se centran en desarrollar familiaridad para que los jugadores se explayen, acepten la ayuda ofrecida y encuentren la motivación para pasar a la acción. “Tratamos de que descubran más sobre ellos mismos, sobre lo que desean hacer después del fútbol y cuáles son sus destrezas. Hallamos esa motivación, y después 'les tendemos una mano' para hacerles avanzar en la dirección correcta,” afirma.
“Tratamos de que descubran más sobre ellos mismos, sobre lo que desean hacer después del fútbol y cuáles son sus destrezas”
— por Rasmus Haagensen
ESTUDIOS FLEXIBLES Y A DISTANCIA
Las asociaciones danesas de atletas y jugadores han colaborado con las universidades para diseñar cursos que permitan a los atletas estudiar en línea, aplazar exámenes y prolongar los cursos. Esto significa que incluso los futbolistas que se trasladan al extranjero pueden continuar con sus estudios. Sin embargo, se anima a los futbolistas a estudiar junto con los alumnos regulares siempre que sea posible, pues ello les ayuda a descubrir otro mundo fuera del fútbol.
Por supuesto, estudiar en línea no es posible para las clases prácticas o cursos técnicos como ingeniería o fisioterapia.
“Existe la concepción de que los estudios no deben interferir con el fútbol”
— por Rasmus Haagensen
APOYO EN TODOS LOS ÁMBITOS
Los jugadores daneses están cursando ahora todo tipo de estudios, desde formación en ventas a gestión deportiva, magisterio y asesoramiento personal.
Y hallar el curso adecuado es únicamente uno de los pilares. El programa de desarrollo del jugador ha confeccionado también una base de datos de CV que vincula a los jugadores con empleadores potenciales, mientras que un ‘programa de transición’ ayuda a los futbolistas en el último o en los dos últimos años de su carrera a prepararse para la vida después del fútbol.