Sobre
Mario Jokic
Mario Jokic es un jugador croata que actualmente es agente libre. A comienzos del verano europeo, tras participar en el campo de entrenamiento del sindicato de su país (HUNS), recibió la propuesta de alguien que se hizo pasar por agente: dijo que podía ayudarlo a incorporarse al club español Deportivo Leganés.
Tengo 31 años y espero el milagro de conseguir una gran transferencia al final de mi carrera. Justo como ocurrió con mi compatriota Dado Prso o con Junior Messias, que jugó en la quinta categoría del fútbol italiano hasta hace pocas temporadas y hoy defiende la camiseta del campeón de Italia, el AC Milan.
No lo esperaba para nada pero me surgió una gran oportunidad. Recibí un mensaje en Instagram de una persona que se hacía llamar ‘François’, y que decía así: “Hola, Jokic: te escribo para ofrecerte una prueba en la Segunda División española. Concretamente, en el Club Deportivo Leganés. Soy manager con licencia FFF y RFEF, de la agencia FC Sport Management”.
Estaba entusiasmado, feliz. Pensaba que era mi momento, que los sueños se hacían realidad. Contacté con François mediante WhatsApp para iniciar la comunicación:
François: ¿Tienes agente?
Yo: No tengo agente. Mi contrato con una agencia alemana expiró después de cinco años.
François: Fantástico. El Leganés está buscando un defensa central. He revisado tus estadísticas y eres un candidato ideal para ese club.
Me envió información acerca del club y su historia y me prometió que haría todo lo que estuviera en su mano para convencerles de que me ficharan.
Me hizo una serie de preguntas sobre mis objetivos personales y qué partes de mi juego desearía mejorar. Presentó mis respuestas al director general del club y ahí finalizó nuestra conversación.
Inmediatamente comprobé toda la información que me había brindado para ver si era precisa y confiable. Me preguntaba si sería posible que pasara algo así.
Al día siguiente, François me llamó: “El club está satisfecho con las respuestas que diste. Tienes que enviarme un correo electrónico para que el club pueda enviarte la confirmación”.
Recibí un correo electrónico del club, en español y en inglés, en forma de confirmación de que buscaban un defensa central. Incluía mi nombre y apellido, la firma del club y un sello del Leganés, así como de la agencia.
François me informó la oferta del club. Era excelente y acepté. También por correo electrónico recibí la confirmación de la oferta en inglés y español, del club y de la agencia. Todo estaba como habíamos acordado, así que le di mi dirección en Zagreb para que me enviara el contrato.
Al día siguiente hablé con el manager. Me dijo que estaban muy satisfechos y que si todo salía bien podría jugar un amistoso contra el Rayo Vallecano. El club organizaba los billetes de avión, el alojamiento en el hotel, un chofer para recogerme, todo a un alto nivel.
8 FORMAS DE IDENTIFICAR UN AGENTE FALSO
Una semana después François me dijo que tenía un pequeño problema: su cuenta de agencia había sido bloqueada y la transferencia no podía completarse. Le pregunté cómo podía resolverse ese problema y me dijo que debía pagar un préstamo.
Estaba muy avergonzado con la situación. Me pidió ayuda y le pregunté cuánto dinero necesitaba: debía 21.000 euros pero tenía 12.000. Necesitaba con urgencia 9.000 euros para organizar el acuerdo antes de que el club cambiara de idea.
Empecé a dudar, así que le pregunté si alguno de sus otros jugadores o su familia podían prestarle dinero, o si él mismo podría sacar un préstamo bancario para saldar la deuda.
Le dije que me enviara su información de pago y que comprobaría con mi banco si podía sacar un préstamo para ayudarle.
En la información que remitió constaban un nombre y apellido completamente diferentes: Mickael Ledee y una dirección de París.
Me presionó constantemente para que acudiera al banco: “Cada minuto en el fútbol vale su peso en oro, debemos asegurar la transferencia”.
Fui a la policía y les informé todo. Hice capturas de pantalla de todos los mensajes y aporté la información recibida, con la esperanza de que el defraudador sea detenido algún día.
Me puse en contacto con otros futbolistas que conocía. Me hubiese gustado ser el único por el que pasó por una experiencia así pero lamentablemente no. Después de tres minutos recibí un mensaje de un jugador que no había reconocido el fraude a tiempo y que había perdido 3.000 euros.
Este es mi caso. El periodo de transferencias continúa abierto y espero que la próxima oferta sea de un club real. Mi mensaje para todos los futbolistas: “¡Protégete y ten cuidado con quién trabajas!”
* Para contactar a Mario Jokic, Mickael Ledee utilizó el nombre de un agente registrado actualmente con la Federación francesa de fútbol.