Jönsson es una de las dos mujeres pertenecientes al Comité Ejecutivo de FIFPRO a nivel global. La antigua guardameta sueca y finalista de la Copa Mundial ha desempeñado un papel importante en los esfuerzos de FIFPRO para organizar a las futbolistas en todo el mundo.
“en estos tiempos de dificultad surge la oportunidad de mayor cooperación, de reconectar de forma positiva y de reconstruir”
¿Cómo evaluarías la situación para el fútbol femenino, concretamente en 2021?
“Se trata de un momento interesante, con la pandemia mundial, y a medida que esta continúa es posible observar su repercusión y se revelan los puntos débiles con mayor claridad que nunca: en la sociedad, en el fútbol femenino y en el deporte femenino en general.
Creo que nos encontramos en un punto clave. Pero en estos tiempos de dificultad surge la oportunidad de mayor cooperación, de reconectar de forma positiva y de reconstruir empleando los recursos adecuados en los lugares adecuados. Me preocupa que el equilibrio avance en la dirección errónea, que dejemos pasar la oportunidad de trabajar juntos y de que no aprovechemos los recursos.
Un ejemplo de ello es el modo en que la UEFA gestiona las “burbujas” que ha generado el Covid-19 para el fútbol masculino y el femenino: observamos que la burbuja se rompe de distinto modo y frecuencia entre ambas industrias. No puede argumentarse que ello sea debido al rendimiento o a la industria que genera más ingresos: se trata puramente de la salud y del bienestar de los jugadores. Esto forma parte de sus derechos humanos básicos. FIFPRO ha planteado esta cuestión ante los organizadores de la competición, y es importante que sigamos haciéndolo.”
“Los jugadores son modelos de conducta, pero creo que la oportunidad de expresarse como tales ha sido también contenida de algún modo”
El fútbol femenino (y las futbolistas) han progresado notablemente en los últimos años aunque, claramente, no lo suficiente. ¿Cuál es el próximo paso? ¿Cómo pueden el fútbol y las organizaciones deportivas ayudar al avance?
“Esa es la pregunta del millón!
Pero primero, dediquemos un momento a destacar el que considero un momento histórico para FIFPRO: el año 2014. Fue entonces cuando me presenté por primera vez a FIFPRO, y cuando comenzaron a aceptar a las mujeres como miembros. Ello contribuyó a situar el fútbol femenino sobre el mapa y a hacerlo evolucionar. Ahora, cuando tan solo han pasado 6 años desde entonces, contamos ya con 10.000 mujeres futbolistas.
En los últimos años, considero que sin duda se han producido grandes avances en situaciones relativas al fútbol femenino, así como en el fútbol en general. Los jugadores también tienen mayor concienciación y contribuyen a generar un cambio positivo. Ello demuestra también la necesidad de estar más conectados y de vincular sus voces al desarrollo del juego en lo sucesivo. Para ello se requiere unidad y colaboración entre todas las partes, como FIFPRO, las Ligas y los sindicatos de futbolistas, las cuales persiguen los mismos objetivos.
Las organizaciones y los jugadores pueden contribuir en gran medida a ese fin, mediante su activismo y declaraciones enérgicas. Los deportes, como el fútbol, han demostrado que pueden tornarse en un lugar donde debatir la política y las cuestiones sociales para beneficio tanto del deporte como de la sociedad. Los jugadores son modelos de conducta, pero creo que la oportunidad de expresarse como tales ha sido también contenida de algún modo. Como siempre, la principal pregunta es qué tipo de modelo de conducta desean encarnar los jugadores, y qué tipo de liderazgo desea mostrar el deporte.”
“espero verdaderamente que lo planteemos y lo manifestemos cada día del año”
El lema de este año es #ChooseToChallenge (Decide responder al reto): ¿cuáles dirías que son los retos de las mujeres en el fútbol actualmente, y por qué es tan importante destacarlas en un día como hoy?
“Si bien es positivo celebrar, es importante darle la vuelta a esta situación y hacer de ella una causa de la que se hable no solo hoy. Igualmente, debemos plantearnos la cuestión durante los restantes 364 días, compartir historias, así como mostrar las oportunidades y las posibilidades de seguir dando pasos adelante.
Es maravilloso tener un día en el que celebremos esto con mayor hincapié que los demás, pero espero verdaderamente que lo planteemos y lo manifestemos cada día del año: aunque ello sea difícil. Por lo tanto, deseo que el próximo año podamos celebrar este día con una enorme recopilación de casos en los que se haya afrontado con éxito la desigualdad, en cualquier día y en numerosas ocasiones.”