FIFPRO es una federación de sindicatos de jugadores. Hoy son 66 organizaciones las asociadas con FIFPRO para apoyar a los futbolistas profesionales de todo el mundo.
Conozca la Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú (SAFAP), que lucha desde 2001 por los derechos de los futbolistas peruanos.
Historia
Allí en los inicios del Siglo XXI, la realidad de los futbolistas peruanos, referida a sus derechos laborales, era una pesadilla. Muchos de los clubes no cumplían con sus obligaciones contractuales y no había un lugar en el que los futbolistas pudieran denunciar estas injusticias. Los constantes atropellos fueron la causa que llevaron a los jugadores a unirse y crear la agremiación de futbolistas, SAFAP.
"Al principio, lo difícil era poder hacerles entender a los futbolistas en qué consistía un gremio y cómo podía este gremio ayudarlos a concretar cambios en favor de todos ellos", explicó Fernando Revilla, quien es el gerente general de SAFAP y desde 2007 es miembro de la Junta Directiva de FIFPRO.
Un hecho que marcó el rumbo de SAFAP ocurrió en el año 2003, cuando se realizó una prolongada huelga en la que participaron en unanimidad los jugadores del fútbol peruano. La medida de fuerza surgió a raíz de que, pese a la ya existencia del sindicato, los dirigentes de los clubes permanecían sin respetar los derechos laborales de los jugadores.
Como resultado de esta medida de fuerza se consiguió: la creación de un Convenio Colectivo, el establecimiento de una Cámara de Conciliación y Resolución de Disputas y la aceptación de un Contrato Tipo para los futbolistas profesionales, vigente hasta el día de hoy. Se logró además el reconocimiento a los futbolistas como trabajadores, con todos los derechos laborales que eso conlleva y, por primera vez, que se reconocieran y pagaran las deudas pendientes desde el 2001.
Ese hecho fue clave como punto de partida para que, en la actualidad, el 100 por ciento de los futbolistas de la liga peruana estén afiliados al gremio y cuenten con una organización fuerte y eficiente que los respalde.
Otro punto clave en la historia de SAFAP ocurrió en el 2009. En esos años, el presente de la selección nacional de Perú era dramático. Por eso, las autoridades del sindicato constataron que, si no se involucraban en el problema, no se podría llegar a encontrar una solución permanente. "Había una regla de la FIFA que decía que todos los estamentos debían ser parte de la Federación de fútbol de ese país. Pero no nos dejaban estar representados en ese organismo. Así, más de 800 futbolistas renunciaron a la selección mayor poco antes de un partido de eliminatorias contra Uruguay", detalló Revilla.
Esta renuncia masiva logró obtener la profesionalización la Segunda División e incluir a los entrenadores y auxiliares en el convenio colectivo laboral, así como encaminar el objetivo principal de esta lucha: la democratización de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
Situación actual
Finalmente, desde diciembre de 2021, Perú es, junto a Uruguay, uno de los dos únicos países cuya Federación de Fútbol cuenta entre sus miembros con representantes del sindicato de futbolistas. Hoy los futbolistas (profesionales y aficionados, hombres y mujeres, de fútbol 11, futsal y fútbol playa) cuentan con algo más del 10 por ciento de los votos en la Asamblea de la FPF. Tienen representantes en la Junta Directiva de la FPF, así como en la Comisión de Competiciones y en la Subcomisión de Fútbol profesional.
"Ahora, ya tienes otras vías de solución a tu disponibilidad y los problemas se arreglan de una manera mucho más rápida. Ya no eres el que reclama y exige soluciones, sino que eres una parte importante en la generación de nuevos cambios", destacó Revilla.
Hoy la dirigencia de SAFAP está integrada por Roberto Silva Pró, como presidente, quien fue uno de los fundadores del sindicato en el 2001 y está acompañado por Orlando Contreras, Adrián Zela, Diego Penny y Steven Rivadeneira. Todos dentro de la directiva tienen claro el mismo objetivo, que es velar por el bienestar integral de los agremiados.
"Hemos pasado de un universo en el que los futbolistas peruanos estaban prácticamente abandonados a consolidar un gremio que trabaja, hace las cosas bien y consigue que se respeten los derechos de todos los jugadores. Hay una relación profesional con los clubes en donde si firmas un contrato, te quedas con la tranquilidad de que será respetado en su totalidad", reflexionó Revilla.