- Una de las estrellas del Barcelona Femení reflexiona con FIFPRO sobre el crecimiento del fútbol femenino y el desafío de derribar barreras
- "Es difícil poder dedicarse por y para este deporte de manera profesional si no tienes recursos", asegura la defensa española
- También recuerda la emoción y el orgullo de haber integrado el FIFA FIFPRO World 11 Femenino 2022
María Pilar León Cebrián, simplemente Mapi León para el universo del fútbol, está viviendo una nueva gran temporada.
La defensa española fue hace poco elegida por primera vez en su carrera para integrar el FIFA FIFPRO World 11 Femenino y su nivel destaca en el Barcelona Femeni, líder de la Superliga española y en semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA Femenina.
Justamente el torneo europeo viene demostrando en el último año el crecimiento formidable del fútbol femenino en cuanto a expectativa generada.
"Ha cambiado y está cambiando muchísimo. Muchísimo”, se entusiasma Mapi en diálogo con FIFPRO. “Las asistencias que tuvimos en el Camp Nou... es brutal. Cuando estaba allí y veías el mural que habían hecho en todo el estadio, las fotos que al final te quedan cuando estabas ahí dentro, es increíble".
"Cuando yo he ido al Camp Nou a ver a los chicos y se monta ahí el tráfico, un montón de gente que no puedes pasar, un montón de rato en la carretera... Y el día anterior, a esa misma hora, pues igual no había casi nadie en la carretera, pero lo único [diferente] es que hay fútbol. Y lo que mueve el fútbol es brutal. Que yo fuera parte [jugando] de aquel movimiento, ¡qué te voy a decir!"
A Mapi le brilla el rostro recordando lo que sucedió entre marzo y abril de 2022, cuando el Barcelona Femení pasó de jugar ante los habituales 6.000 espectadores del Estadi Johan Cruyff a batir récords de asistencia en el Camp Nou: los 91.648 presentes en la semifinal ante el Wolfsburgo por la Liga de Campeones Femenina representan la cifra más alta de público de la historia del fútbol femenino.
Y el partido de vuelta de la presente edición del máximo certamen continental, a jugarse el 27 de abril ante el Chelsea, promete escenas similares.
"Estoy muy orgullosa de lo que está cambiando", cuenta León, que debutó en Primera División a los 16 años jugando para el Prainsa Zaragoza.
"Queda mucho trabajo por hacer, por supuesto. Lo más complicado de cambiar a veces son ciertas mentes. Vamos cambiando, vamos haciendo actos con la gente que se está sumando, la gente que se engancha, de la gente que quiere y que cree. Pero es complicado cambiar mentes que no creen tanto. Eso es más difícil de cambiar y es lo que más trabajo nos va a costar".
La falta de recursos
Con 27 años y 11 temporadas en la máxima categoría del fútbol español -esta es su sexta en el Barça-, Mapi puede radiografiar con conocimiento el estado de situación del fútbol femenino.
¿Qué cambiaría la central española? "¡Pues unas cuantas cosas!", exclama ante la pregunta de FIFPRO antes de lamentarse por lo que considera una razón de peso para que no suceda: "Recursos, al final no hay recursos. Y es difícil poder dedicarse por y para este deporte de manera profesional si no tienes recursos".
"Hay gente en la liga [española] que, obviamente además de los estudios, tienen que trabajar aparte de entrenar”. Para León esa es una situación incompatible con “que tu mente y tu cuerpo estén al 100 por 100 cada día para poder ser mejor cada día".
"Yo sufro mis entrenamientos. En mi club a veces nos meten muchísima caña, pero si yo no tengo las condiciones, los recursos como para poder haber descanso bien, alimentarme bien, tener las botas, estar en este club [que sí te da esas condiciones] ... Son muchas cosas que parece que se dan por hecho pero que en el fútbol femenino no estaban. Y hay muchos sitios que aún siguen sin estar".
Debut en el World 11 Femenino
La noche del 27 de febrero fue muy especial para Mapi: supo por fin lo que siente ser votada por sus compañeras futbolistas para el FIFA FIFPRO World 11 Femenino.
"Me siento muy feliz y me hace sentir también orgullosa de mí misma. Al final si miro cómo empecé a dónde estoy al día de hoy obviamente hay un largo trayecto", dice la española.
"Que te elijan tus propias compañeras de trabajo creo que es bonito. Al final te hace que digas ‘oye, te valoran jugadoras a las que me enfrento, que me sigo enfrentando’. Y que me vean dentro del 11 que ellas elegirían tiene un valor especial".
Una palabra para las jóvenes
Al ser una de las máximas referentes de un equipo europeo de primera línea, Mapi tiene un bagaje y una experiencia suficientes como para poder aconsejar de la mejor manera a una chica que sueña con ser profesionas algún día.
"Le diría que pelee mucho, que lo entregue absolutamente todo porque yo creo que, si estoy aquí, es porque soy muy cabezona. Entrenar mucho es la base. Por mucho talento que tengas, sino entrenas, no la vas a poder sacar".
"Y ser humilde porque hay mucho que aprender. Por mucho que tú seas muy bueno o yo sea muy buena, siempre puedes seguir aprendiendo. Este año estoy aprendiendo todavía muchísimo más, no paro de aprender. Y esto es lo bonito también. Dejarse aconsejar. Te puede salir bien o te puede salir mal, pero seguir tus instintos".