En 2017, el jugador ghanés Sulley Muntari se molestó cuando los seguidores del Cagliari le profirieron gritos y sonidos propios de mono, mientras jugaba un partido de la Serie A en Italia para su equipo, el Pescara.
Pero cuando Muntari se quejó al árbitro por la situación, recibió una tarjeta amarilla y, cuando abandonó el campo de juego en señal de protesta, recibió una tarjeta roja.
Al abandonar el campo, se encaró con los seguidores que le habían insultado, señaló la piel de su brazo, y manifestó: “Este es mi color.”
“Tenemos que construir un equipo sólido que pueda combatir este trastorno, porque así lo llamo yo: es un trastorno.”
— por Sulley Muntari
La Federación italiana reiteró el desacierto, al sancionarle con un partido sin jugar por haber recibido una tarjeta roja.
FIFPRO y sus sindicatos de futbolistas en Italia, Associazione Italiana Calciatori, y en Ghana (Professional Footballers Association of Ghana) se unieron en apoyo a Muntari, quien afirmó que se sintió aislado por lo que le había ocurrido.
Pudimos conseguir que la Federación italiana actuara juiciosamente y que anulara su sanción. Muntari agradeció a FIFPRO y a otras organizaciones el apoyo recibido.
“El fútbol es un deporte para el disfrute de todos, y no debemos aceptar forma alguna de discriminación que lo deshonre.”
— por Romelu Lukaku
En 2019, Romelu Lukaku (jugador del Inter de Milán) fue víctima de insultos racistas mientras jugaba en el campo del Cagliari, el mismo club donde Muntari abandonó la cancha.
FIFPRO se posiciona junto con jugadores como Muntari, Lukaku, y todo futbolista que sea victimizado por su género, raza, religión o sexualidad.
Animamos a los jugadores a que informen de manera confidencial a FIFPRO o a su sindicato nacional de futbolistas acerca de cualquier tipo de discriminación, cuando no deseen hacerlo públicamente.
E instamos a los clubes, las federaciones y las redes sociales a hacer mucho más para combatir el racismo.