- Danielle Carter, la delantera de 28 años del Brighton & Hove Albion está planteándose qué hacer cuando abandone el fútbol
- Danielle, miembro del comité del PFA, explica que una segunda lesión en 14 meses le recordó la importancia de prepararse con antelación
- Con ayuda del programa «The Second Half» de Visa, está planteándose utilizar sus aptitudes de liderazgo para trabajar en la parte ejecutiva del fútbol
Mi madre siempre me ha insistido en que tengo que tener un plan alternativo. Me ha apoyado incondicionalmente en mi sueño de futbolista sin dejar de inculcarme un sentido de la responsabilidad para utilizar mis talentos fuera del terreno de juego. Me licencié en fisioterapia por la Universidad de Hertfordshire.
La primera vez que sufrí una lesión del ligamento cruzado anterior tenía 25 años y estaba totalmente centrada en volver a jugar. Destinaba toda mi energía en la rehabilitación y conseguir mi mejor condición física era mi objetivo primordial; aun así, me quedaba algo de tiempo libre. Por lo tanto, decidí aprovecharlo y estudiar una segunda carrera, un Máster en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Salford.
Fue una decisión inteligente, pero realmente no pensaba en ello como parte de mi futuro. En el momento en que sufrí una segunda lesión del ligamento cruzado anterior mi forma de pensar era completamente diferente. Eso fue solo 14 meses después de la primera lesión. Aunque mi objetivo a la larga era volver al campo, era un triste recordatorio de que la profesión de futbolista tiene una vida muy corta. Así pues, siempre estaba lista para ver qué otras opciones tenía fuera.
Siempre he sido partidaria de formarme durante mi carrera como deportista, pero entiendo y respeto que a otras personas no les interese el mundo académico. Todos tenemos por delante un camino diferente y un plan de vida distinto, pero es importante pararse a pensar en cómo podría ser.
Siempre me ha gustado marcarme retos y probar cosas nuevas. Esas son algunas de las razones por las que me apunté al programa «The Second Half» de Visa y estoy encantada de haberlo hecho, porque me permitió descubrir mi potencial de un modo completamente diferente. Creo que, a veces, como futbolistas, nos definimos por nuestra profesión y no nos damos cuenta de que nuestras habilidades pueden resultar interesantes y valiosas para el mundo fuera del fútbol.
Una de las sesiones que realmente me hizo percatarme de ello fue un estudio de los diferentes estilos de liderazgo y rasgos de personalidad. Me di cuenta de que los caracteres que encontramos en el fútbol no se limitan al terreno de juego y que puedes conocer a ese tipo de personas en todos los ámbitos de la vida. Como futbolistas, ya disponemos de las capacidades sociales para manejarnos. Por ejemplo, tengo un enfoque muy progresista y expresivo del liderazgo, y ahora puedo visualizar cómo podría transformarlo en una labor más ejecutiva, aunque estoy segura de que me costará acostumbrarme a mi nuevo entorno antes de poder asumir las responsabilidades cómodamente.
“El éxito para mí sería disfrutar realmente de mi trabajo y poder ejercer un impacto directo y positivo a través de mi labor”
El contexto grupal de «The Second Half» sentó las pautas de un entorno de individuos con ideas similares, todos procedentes del mismo ambiente y con la vista puesta en el futuro. Esto resultó muy útil para favorecer debates dinámicos y, en última instancia, esas mujeres contra las que juego cada semana han pasado a ser parte de mi red de posibles oportunidades laborales en los próximos años.
También me beneficio del coaching individualizado impartido por una asesora externa de Visa, el cual me permite desarrollarme de una manera mejor adaptada a mis puntos fuertes y situación individual. Me ha permitido dibujarme un panorama de los siguientes pasos y cómo prepararme para este nuevo desafío una vez finalizada mi trayectoria deportiva; y ya puedo constatar los efectos positivos de la formación, especialmente en lo que a mi nivel de confianza se refiere.
He trabajado con el PFA durante algún tiempo y hace poco fui elegida para representar a las jugadoras en el comité, una labor en la que me siento mucho más cómoda gracias a la formación «The Second Half». Me siento mucho más segura con la manera en que puedo expresar mis pensamientos y me he dado cuenta de que realmente disfruto con el aspecto corporativo de las cosas. Todavía no tengo una trayectoria profesional bien definida, pero mis experiencias me han permitido confirmar que quiero quedarme en el fútbol, no en el aspecto de la formación técnica, sino más bien en el ámbito ejecutivo, donde creo que puedo conseguir una auténtica repercusión.
Me considero muy afortunada porque tengo el mejor trabajo del mundo, pero también soy consciente de que eso no es todo lo que soy. Así pues, antes de colgar las botas, voy a salir ahí fuera y descubrir el próximo mejor trabajo del mundo, y me voy a preparar para ello.
Obviamente, ganar dinero es un objetivo fundamental, pero no quiero que mi trabajo se limite a pagar facturas. El éxito para mí sería disfrutar realmente de mi trabajo y poder ejercer un impacto directo y positivo a través de mi labor, al igual que hoy lo hago en el terreno de juego.