FIFPRO ha hablado con ella sobre su vida, y espera realizar una carrera futbolística.
¿Cómo comenzaste a jugar al fútbol?
Soy de Larache, ciudad al norte de Marruecos. Empecé a jugar cuando tenía 6 años, con amigos de un club local denominado L'Etoile d'Avenir (La Estrella del Futuro). Era la única chica del grupo. Al principio me costó que los chicos me aceptaran. Decían: No puedes jugar con nosotros; eres una chica. Pero se fueron acostumbrando a mí. Continué jugando con chicos hasta hace tan solo unos tres años.
¿Cuándo comenzaste a jugar a alto nivel?
He formado parte de las selecciones nacionales femeninas Sub-17 y Sub-20, durante cinco años. Gracias a Dios, hemos finalizado terceras en los Juegos Africanos del año pasado. Tenemos un equipo sólido. El fútbol me ha permitido conocer ya a muchas personas, viajar y aprender sobre la vida. En enero, antes del confinamiento por el coronavirus, viajé con la selección nacional para disputar el partido clasificatorio para la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, contra Egipto (en El Cairo). (Marruecos ganó 5-3 en su ascenso hacia la siguiente ronda; su selección nacional femenina ocupa el lugar número 81 en el ranquin mundial, y el octavo puesto en el continente africano).
¿Qué te parecen los planes de una liga profesional?
Juego a nivel de club para el Jawharat Najm Larachem, equipo local de segunda división. Entrenamos cuatro o cinco veces a la semana, y los partidos se disputan los domingos. La liga profesional es una noticia estupenda. Espero firmar un contrato profesional con ellos en las próximas semanas. Eso va a cambiar muchas cosas. Ahora mismo no tenemos profesionalidad plena, sino nivel aficionado o semiprofesional. Esto nos permitirá a todas tener un contrato, entrenamiento y fisioterapia de primer nivel.