Ali Riley, capitana de la selección nacional de Nueva Zelanda, afirma que estaba charlando con una compañera de equipo por teléfono, cuando su grupo de chat “comenzó a sonar.” Cuando escuchó la noticia, estalló en lágrimas. “Sencillamente, sollocé al saberlo,” ha afirmado Riley. “Esta va a ser una oportunidad única en la vida para conectar con nuestros seguidores. Apenas jugamos partidos en casa (pues estamos tan lejos de cualquier otro lugar), así que esto es un lujo.”
Elise Kellond-Knight, que ha jugado 112 veces para Australia, ha afirmado que albergar la Copa Mundial ayudará a impulsar el fútbol femenino en su país, donde normalmente tiene que competir con otros deportes. “Por una vez, va a ser el deporte con el que todo el mundo sintonice ” asegura.
Australia y Nueva Zelanda han batido al otro posible país anfitrión, Colombia. Japón y Brasil quedaron descartados en una fase más temprana del proceso licitante. La capitana de Colombia, Natalia Gaitán, ha afirmado estar “algo desilusionada, pero segura de que Australia y Nueva Zelanda van a hacer un trabajo impresionante. Espero estar ahí para vivir el momento en 2023 con todos vosotros.”
En el debate que las jugadoras siguieron en línea, Raising Our Game: 2023 Women’s World Cup Player Discussion, su conductora, Danielle Slaton, antigua jugadora de la selección nacional estadounidense, preguntó a las futbolistas acerca del desarrollo de fútbol femenino. Raising Our Game es el nuevo informe de FIFPRO que sitúa a las futbolistas en el eje central del crecimiento y del desarrollo del fútbol profesional femenino, e incluye una llamada a la acción para el establecimiento de estándares mínimos a nivel global en los torneos internacionales.