El diálogo con nuestros miembros durante los últimos días mostró que los empleadores habían mantenido en completa oscuridad a los futbolistas, hombres y mujeres, antes de que jugaran un papel importante en el resultado al alzar sus voces en la respuesta conjunta del fútbol.
También queremos reiterar que no se puede amenazar o utilizar a los jugadores y sus carreras como palanca en este o cualquier conflicto entre otras partes, ni en Europa como ha sido el caso en los últimos días, ni en ningún otro lugar del mundo, especialmente si no han estado involucrados ni se les ha consultado. De hecho, en cuestiones importantes de gobernanza, los jugadores deben ser incluidos en las discusiones en las primeras etapas porque son actores clave para promover un juego justo, saludable y sostenible. La forma en la que el fútbol femenino se dejó de lado de las decisiones tomadas en la industria masculina y se utilizó como un aparente peón, fue una falta de respeto a su identidad independiente y su crecimiento en los últimos años.
La decisión de suspender la 'Superliga' europea no constituye un punto final en lo que a FIFPRO se refiere. Debe abrir el camino para lograr una reforma genuina de las estructuras de gobernanza del fútbol profesional masculino y femenino, y acciones significativas detrás de los valores de solidaridad e inclusión expresados en los últimos días.