La Asociación Mundial de Jugadores ha presentado hoy la guía para «Establecer unas entidades deportivas seguras y eficaces», un compendio conciso de los principios fundamentales y las funciones básicas de las entidades para tratar y reparar la lacra de los abusos en el deporte.
Esta guía, desarrollada junto con The Army of Survivors y la Sport & Rights Alliance, proporciona a los órganos del deporte, los gobiernos, las asociaciones de jugadores, las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas una referencia clara para que la entidades deportivas sean seguras y puedan evitar, investigar y responder a los abusos protegiendo la seguridad, la humanidad, la dignidad y la voz de los deportistas afectados.
Las revelaciones recientes y constantes de abusos endémicos, sistémicos e inaceptables de los atletas, a menudo agudizados por hacer la vista gorda ante una cultura que permite los actuales hábitos deportivos, el nepotismo, el encubrimiento y las represalias, han acelerado la urgencia de establecer iniciativas que garanticen la seguridad en el deporte.
Aunque se trata de un paso que podría ser importante, estos procesos suelen presentar deficiencias de propósito, cultura, capacidad, competencias y transparencia, lo que a menudo exacerba el daño a las víctimas y a los supervivientes. Los atletas que se dirigen a estas entidades denuncian una falta de apoyo y seguridad, la ausencia de una estrategia conocedora de los traumas, unos procedimientos de denuncia ineficaces, un sistema legalista y acusatorio de resolución de conflictos, y lagunas a la hora de ofrecer reparaciones y soluciones significativas.
La confianza de los atletas, que es esencial para una iniciativa deportiva segura, a menudo se ha visto destruida al verse obligados a seguir un sistema que está esencialmente orientado a proteger la reputación de los órganos del deporte en sí, en lugar de identificar las necesidades de justicia de las víctimas y los factores causantes del sistema. Algunos órganos del deporte y gobiernos han supuesto peligrosamente que el actual marco de integridad deportiva de por sí deficiente —diseñado para afrontar los retos antidopaje y de lucha contra el amaño de partidos— es capaz de tratar los retos específicos de los abusos y los entornos deportivos que los permiten.
Establecer unas entidades deportivas seguras y eficaces
Sobre la base de estas experiencias y teniendo en cuenta el conocimiento de los expertos en cuento a traumas y abusos, la guía articula seis principios clave que deben integrarse para el establecimiento y la gestión de unas entidades deportivas seguras capaces de garantizar que las iniciativas puedan proporcionar justicia y apoyo a los supervivientes:
- Basado en los derechos humanos
- Centrado en el superviviente
- Independencia y responsabilidad
- Seguridad y accesibilidad
- Participación significativa de las partes interesadas
- Remedio eficaz
Además, la guía identifica cinco funciones esenciales que estas entidades deben cumplir para responder a las necesidades de los supervivientes e impulsar el cambio sistémico necesario para lograr el propósito indicado de un deporte seguro:
- Apoyar
- Presentación de informes
- Investigación
- Remedio
- Prevención
Las normas publicadas llegan en un momento crítico, ya que la FIFA está tratando de establecer una estructura a nivel mundial y multideportivo, y se están desarrollando otras iniciativas nacionales en varios países bajo las directrices de los gobiernos nacionales.
Brendan Schwab, director general de la Asociación Mundial de Jugadores, declaró: "Los abusos en el deporte siguen destrozando las vidas de miles de jugadores en todo el mundo. No podemos esperar que el sistema proporcione una solución, ya que el sistema es parte del problema. Existe una necesidad urgente de establecer nuevas estructuras minuciosamente estudiadas capaces de tratar estos casos y cubrir las necesidades de justicia individual, colectiva y sistémica de las víctimas, los supervivientes y los atletas en general. Esta guía proporciona unos criterios claros para garantizar que estas iniciativas puedan ser eficaces, seguras, tengan un conocimiento informado de los traumas, estén centradas en los supervivientes e impulsen el cambio sistémico necesario".
La vicepresidenta de FIFPRO, Camila García, dijo: "Ante la experiencia sistémica y atroz de los abusos que hemos visto en el fútbol, esta guía de expertos -informada por la experiencia de los supervivientes- es un esfuerzo colectivo y proactivo para crear instituciones más receptivas y eficaces para la protección de nuestros deportistas."
El Secretario General de FIFPRO, Jonas Baer-Hoffman, dijo: "Desgraciadamente, el deporte ha demostrado ser un entorno de alto riesgo para los abusos y es responsabilidad de todos crear respuestas más sólidas y centradas en las víctimas ante estas amenazas. Esta guía pretende mostrar lo que esto puede significar en la práctica, y cómo podemos crear capacidad en todas las organizaciones del deporte y en torno a él para que haya entidades eficaces y fiables que salvaguarden a los atletas y a otros participantes, investiguen y castiguen los abusos, el acoso y otras cosas peores, y ofrezcan apoyo a las víctimas y a los denunciantes".