Hace veinte años, un grupo de jugadores de la Major League Soccer se puso en contacto con Bob Foose con un objetivo en mente: sindicalizar el fútbol profesional en Norteamérica. Así lo hizo tras conseguir la ayuda de Jon Newman, abogado laboralista y sindicalista de reconocido prestigio.
Tras dos décadas como director ejecutivo de la Major League Soccer Players Association (MLSPA), Foose habló con FIFPRO sobre la historia de la organización, sus principales logros y sus objetivos.
"Contar la historia de la asociación de jugadores es contar la historia de los jugadores", afirma Foose.
"La asociación de jugadores es la voz de los jugadores, ellos son la base de todo lo que la asociación de jugadores hace y ha conseguido. Ellos son los que han dedicado tiempo y trabajo desde la creación de la asociación de jugadores. Sin sus esfuerzos y su continua solidaridad, la asociación de jugadores no estaría donde se encuentra en la actualidad".
Historia
Un grupo de jugadores de la MLS se puso en contacto con Foose, que en ese momento era abogado transaccional en Washington DC, tras perder un caso antimonopolio contra la liga en 2003. “No sabía nada sobre crear un sindicato. Pero conocía a estos jugadores, la liga y la industria”.
Cuando Foose finalmente aceptó el reto, sabía que lo primero que tenía que hacer era conseguir ayuda. Por recomendación suya, acabó en las oficinas de Sherman Dunn, P.C., frente al abogado laboralista Jon Newman. “Jon se unió a nosotros y nos pusimos en marcha para ayudar a los jugadores”.
Foose y Newman iniciaron entonces el arduo proceso de negociación del primer convenio colectivo de la liga, que en ese momento no imaginaron que duraría 18 meses. El sindicato fue bien acogido por los jugadores de la MLS, que en aquella época aún jugaban sin apenas derechos.
"Cuando se creó la liga, los jugadores no estaban representados, lo que permitió a la liga utilizar 50 años de legislación deportiva estadounidense para diseñar un sistema que despojaba sistemáticamente a los jugadores de todos los derechos imaginables", afirmó Foose.
"El salario mínimo de los jugadores veteranos era de 24.000 dólares, es decir, ni un dólar más que cuando empezó la MLS en 1996. Algunos jugadores ganaban incluso menos, 950 dólares al mes. Se trataba de deportistas profesionales que trabajaban a jornada completa sin seguro médico ni ningún tipo de prestaciones. Muchos jugadores necesitaban tener un segundo empleo para llegar a fin de mes".
"No había ningún sistema de resolución de conflictos, ningún plan de jubilación, ningún marco de negociación para los jugadores. Los contratos no estaban garantizados y si se rescindía un contrato, el club seguía conservando los derechos del jugador, lo que significaba que este no podía trabajar para otro club de la liga"
Un aspecto positivo fue que el sindicato de jugadores fue reconocido rápidamente por la MLS y los propietarios de los clubes.
"Sé que a muchos miembros de FIFPRO les chocará oír esto, pero en general, en Estados Unidos las ligas y los propietarios entienden que es mucho mejor para el negocio tener a los jugadores organizados y sindicados que no tenerlos. Hay una correlación evidente entre la formación de sindicatos y un mayor éxito. Si se quiere tener una liga fuerte, tiene que haber un sindicato de jugadores".
"Pero eso no quería decir que mejorar los derechos de nuestros jugadores fuera fácil. Los jugadores tuvieron que luchar por todo lo que consiguieron y por lo que van a conseguir".
Logros
La Major League Soccer ha experimentado enormes cambios desde la creación de la MLSPA en 2003. Entre ellos, el número de equipos ha aumentado de 10 a los que pronto serán 30, y los índices de asistencia y popularidad han crecido de manera significativa. Y lo que es más importante, los derechos de los jugadores han crecido de forma paralela.
"Ya no luchamos por esos derechos básicos. Afortunadamente, los jugadores no solo ganan un sueldo digno, sino un buen sueldo".
La MLSPA consiguió mejorar las condiciones laborales y salariales de los jugadores en cada negociación de un nuevo convenio colectivo. Sin embargo, Foose explica que este no es su mayor logro.
"Lo que la asociación de jugadores ha dado a los jugadores de la MLS es una voz que no tenían cuando se creó esta liga”, afirmó Foose. “Los jugadores se lo han tomado muy en serio y han trabajado duro para que se escuche su voz colectiva".
"Fundamentalmente, hoy en día ser jugador de la MLS es una experiencia mucho más positiva que cuando empezamos, y todo gracias a los jugadores".
"En el fondo, es una gran historia sindical. En los ocho primeros años de la liga, nada cambió. No se avanzó en la construcción de los derechos de los jugadores. Todo cambió cuando los jugadores se unieron y ejercieron su poder colectivo para crear un sindicato, hacer oír su voz y conseguir mejoras. Y eso es lo que seguimos intentando hacer".
Uno de los principales logros de la MLSPA es conseguir una mayor libertad de movimientos de los jugadores. "Fuimos capaces de conseguir tener libertad de decisión sin un paro laboral en 2015, algo que no estoy seguro de que hubiera podido conseguirse en décadas en el panorama deportivo estadounidense sin una demanda o un paro laboral. Es un gran logro".
Según Foose, la solidaridad entre los más de 800 miembros de la MLSPA es la clave del éxito. "Es algo de lo que hablamos mucho y los chicos se lo toman muy a pecho. Lo que los jugadores tienen en la actualidad, lo tienen gracias al trabajo que hicieron los jugadores que les precedieron. Les deben a esos jugadores el mismo trabajo para intentar mejorarlo para la próxima generación".
Gran parte de los esfuerzos de la MLSPA se centran en mantener los dos factores clave de su éxito: la confianza y la solidaridad.
"Dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, de una forma u otra, a mantener y fomentar la solidaridad dentro del grupo de jugadores y su confianza en nosotros. Eso a su vez facilita las cosas a la hora de negociar porque, al fin y al cabo, lo que obtenemos en la mesa se basa más que nada en el grado de solidaridad que haya entre el conjunto de jugadores. No se trata de que el director ejecutivo consiga estos logros, sino de reunir a los jugadores y hablar sobre qué es lo que más les importa y qué es lo que necesitan conseguir en un acuerdo”.
Por eso, Foose siempre quiere que en las negociaciones participe el mayor número posible de jugadores.
"Son los que pueden hablar de forma más articulada e inteligente de los temas que tratamos en la mesa. Su credibilidad es incuestionable. Y la realidad es que la dirección nos dirá cosas que no dirá directamente a un jugador".
Desafíos
De la misma forma que el estatus de los jugadores ha cambiado en los últimos 20 años, también lo han hecho sus expectativas del sindicato. A medida que las necesidades de los jugadores evolucionan, estos esperan que su sindicato también evolucione y responda en consecuencia.
"Tras la última negociación colectiva, les dije: si en la próxima negociación solo estamos dispuestos a hacer lo que acabamos de hacer, pero un poco mejor, esto será un problema", afirmó Foose. "Tenemos que asegurarnos de estar siempre al tanto de lo que es importante para nuestros jugadores, de lo que quieren y necesitan, e intentar proporcionárselo".
Otro reto es hacer que la MLS sea más competitiva. Estados Unidos no tiene la estructura piramidal que tienen los demás países y la paridad es importante para la liga porque todos los clubes comparten los ingresos que genera la MLS.
"Tenemos que acercarnos al sistema que se ve en el resto del mundo", dijo Foose. "La MLS se centra excesivamente en la paridad, lo que ha llevado a proteger demasiado a los clubes que no compiten".
"Seguiremos luchando por una equidad básica y más competencia. Nuestros jugadores compiten cada día. Triunfan y fracasan cada día. Todos los que están relacionados con el fútbol entienden ese mundo. Queremos que la estructura de la liga, la estructura de gestión, funcionen de la misma manera, porque creemos en la competición. Nos hará mejores".
