FIFPRO es una federación de sindicatos de jugadores. Hoy son 66 organizaciones las asociadas con FIFPRO para apoyar a los futbolistas profesionales de todo el mundo.
En esta entrega de nuestra serie "En foco", nos centramos en la Asociatia Fotbalistilor Amatori Si Nonamatori (AFAN) de Rumania, que acaba de firmar nuevos contratos tipo para sus futbolistas.
Historia
El sindicato rumano de jugadores AFAN fue fundado en noviembre de 1990, al final de la dictadura de Nicolae Ceausescu, por los 30 primeros jugadores de la Liga y Vasile "Bubu" Sotir. Los apoyaba jurídicamente Dumitru Costin, que trabajaba —y sigue trabajando— para el mayor sindicato de Rumanía (BNS). Sotir se convirtió en el primer presidente de AFAN. Era muy cercano a los jugadores, entre los que se encontraban estrellas de la selección nacional como Gheorghe Hagi y Gheorghe Popescu, a quienes convenció también de unirse al sindicato.
Era una época en la que los jugadores se enfrentaban a unas malas condiciones de trabajo, tales como impagos, explica el actual presente de AFAN Emilian Hulubei.
"Esos jugadores tenían dos posibilidades cuando no les pagaban: o bien renunciaban al dinero que les debía el club para convertirse en jugadores libres, o bien se quedaban en el club para tener la opción de recibir su dinero, aunque fuera tarde", comentó Hulubei.
2002 marcó un punto de inflexión: cientos de jugadores protestaron en masa en una marcha para protestar por los grandes problemas de impagos y la renuencia de la asociación del fútbol (FRF) y la liga a hacer nada para solucionarlo.
Hulubei, que por entonces era un joven defensor, estuvo ahí: "Más de 400 jugadores se unieron a esa marcha, que generó cambios positivos en la normativa y el estatus y la transferencia de jugadores, e hizo que el sindicato tuviera una posición en la junta de la federación".
Hulubei empezó a trabajar para AFAN en 2008, un año después de que Costin tomara el control del sindicato durante un periodo muy difícil para la organización, ya que muchos jugadores perdieron la confianza por el comportamiento de los anteriores responsables.
"Muy pocos miembros seguían confiando en el sindicato", dijo. "Tuvimos que volver a construir nuestra organización. Al principio fue muy duro. Otras partes interesadas no nos reconocían y no nos permitían reunirnos con los jugadores".
El propio Hulubei finalizó su carrera con solo 27 años. «Me peleé con el propietario de mi club. Entró en nuestro vestuario después de que perdiéramos y empezó a acusarnos de haber amañado el partido. Empezó a pegarle al portero, yo intenté intervenir y empezó a empujarme. En ese vestuario hubo una pelea tremenda. Tuvo de intervenir la policía para pararla.
"Abandoné el club con la equipación puesta y dejé mis cosas ahí. Nunca volví. Quemé la equipación".
Cuando Hulubei se unió al club, el propietario nunca le dio una copia del contrato. «Dijo que tenía que registrarlo en la federación primero, y que luego me lo daría. Pero nunca me lo dio. Cuando fui al FRF para recoger mi copia, me encontré con que había registrado un contrato falso.
Hulubei pidió ayuda al sindicato pero perdió el caso. Sin embargo, Costin le convenció de empezar a trabajar para el sindicato. "Me di cuenta de que muchos jugadores necesitaban ayuda, muchos no sabían lo que habían firmado. Jugué para 12 equipos en Rumanía y tengo buenos contactos en todos ellos, porque yo era siempre el que reclamaba el dinero del equipo".
Hulubei dejó su trabajo como entrenador de fútbol de una escuela secundaria y, junto con Costin, lideró el renacimiento de AFAN. "Ahora podemos visitar todos los clubes de primera y segunda división sin ningún problema. Todo el mundo conoce AFAN, a nuestra junta, nuestros abogados y nuestros empleados".
Situación actual
Actualmente 1090 futbolistas profesionales en activo son miembros de AFAN, así como 2300 exjugadores y jugadores aficionados. Hulubei es el presidente y Costin es el secretario general.
Para gran pesar de Hulubei, gran parte del tiempo del sindicato se va en resolver conflictos de los jugadores. "Este año ya tenemos 435 casos, pero es menos que el año pasado, que tuvimos casi 600. Es algo que requiere mucho tiempo, pero este año hemos ganado todos los casos excepto uno".
"Muchos son por impagos. Los clubes no pagan a los jugadores a tiempo principalmente por mala gestión, o porque quieren que un jugador se marche".
Hulubei culpa a la estructura de gobierno de la federación, que limita la influencia de los equipos profesionales en el proceso de toma de decisiones. «280 equipos tienen derecho a votar, y solo 36 equipos son profesionales. Básicamente, deciden los equipos aficionados.»
La ayuda está en marcha: AFAN, con la liga y la federación, está a punto de introducir un modelo de contrato para jugadores que debería contribuir a reducir el número de conflictos debidos a los contratos. "Esperamos terminarlo durante la reunión de la junta de la federación el 21 de diciembre".
Objetivos y retos
AFAN también está trabajando en otros proyectos. Una de las principales iniciativas es concienciar a los jugadores jóvenes de las ventajas de hacerse miembro del sindicato. "Queremos tener más jugadores activamente implicados con AFAN, no solo para apoyarnos, sino para hacernos entender lo que esperan los jugadores de nosotros. Estamos esperando financiación europea para contratar más personal para este proyecto".
"También tenemos un proyecto educativo para preparar a los jugadores para su carrera después del fútbol, y estamos a punto de lanzar un programa de formación financiera".
"Aunque dedico mucho tiempo a resolver conflictos, me gusta mi trabajo. Me gusta defender los derechos de los jugadores. Conozco a todos los jugadores, soy muy amigo de muchos de ellos. Pueden llamarme en cualquier momento y les ayudo con su carrera, e incluso, por ejemplo, con sus divorcios".
"Como sindicato, vamos por el buen camino y los jugadores saben que tienen nuestro apoyo".