Razman Roslan: “La Cámara de Resolución de Disputas influirá positivamente en las carreras de los futbolistas malasios"

Jugué en el Melaka United FC durante tres años, un equipo con una gran base de aficionados en Malasia. Lamentablemente, a lo largo de esos tres años, en varias ocasiones el club no nos pagó, ni a mis compañeros de equipo ni a mí. A veces incluso se aplazaban los pagos durante dos o tres meses y era habitual que no nos pagaran nuestros salarios.  

Hablamos mucho al respecto con el club. Nunca pudimos hablar con el director sobre el tema. En su lugar enviaba a un miembro del personal. Como vicepresidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Malasia, PFAM, participé en más de diez de esas reuniones. Cada vez esos representantes nos decían que el club nos pagaría pero al final nunca lo hacían.  

Fue difícil para nosotros los futbolistas. Afectó a mis compañeros de equipo de muchos modos y tuvo un gran efecto en su salud mental. Algunos tenían discusiones en casa con sus parejas porque son quienes mantienen a su familia. Otros necesitaban el dinero para que sus hijos pudieran ir a la escuela. Otros futbolistas tenían esposas que deseaban empezar una familia pero tenían que esperar por su difícil situación financiera. Sin embargo el problema –la falta de dinero– no estaba causado por los jugadores, sino por el club.  

Para mí personalmente también fue difícil. Como futbolista profesional debes respetar tu contrato: ir al entrenamiento, acatar las instrucciones del club, jugar partidos. No obstante, y como ser humano, la situación me sacaba de mis casillas. Pero respetaba el contrato y el club al igual que mis compañeros de equipo.  

Eso nos dio un espíritu de lucha extra. Queríamos demostrar que el Melaka podía obtener un buen resultado y conseguimos alcanzar la semifinal de la Copa de Malasia, en 2021. Aunque el club no nos trataba como debía salimos al campo de juego para luchar por el Melaka United.  

En diciembre de 2021 un reportero quiso hablar conmigo acerca del futuro del Melaka. Había rumores y denuncias acerca del club y sus dificultades económicas, así como problemas con su estatus como club del fútbol profesional.  

El reportero me eligió por ser el vicepresidente del sindicato de futbolistas y declaré como tal. Le dije que el club tenía problema con el pago de salarios atrasados. No lo dije para manchar la reputación del club. Simplemente luchaba por los derechos de los 25 futbolistas del Melaka, por los derechos de mis amigos y por mis propios derechos.  

Al club no le gustó mi declaración y deseaba rescindir mi contrato. Según ellos yo había incumplido una de las cláusulas que manifiesta que los jugadores no tienen derecho a hablar con los medios de comunicación sin la aprobación por escrito del club.  

Pero de nuevo: yo no estaba hablando como jugador del club sino como vicepresidente del sindicato de futbolistas.  

El PFAM me apoyó y llevó mi caso ante la Cámara Nacional de Resolución de Disputas (CNRD), que había sido conformada tan solo un año antes. Mi caso fue la primera audiencia en nuestra CNRD. Lo ganamos. 

Es una cuestión algo técnica pero cuando fiché con el Melaka solo firmé una oferta de contrato. El club nunca me ofreció un contrato como tal. Por lo tanto no podía saber nada acerca de las cláusulas. Exigimos la totalidad de mi contrato y la CNRD me garantizó cerca del 80 por ciento de esa suma.  

Lamentablemente ahora tenemos un nuevo problema: el Melaka United se disolvió en 2022 y por lo tanto ya no forma parte de la pirámide del fútbol profesional. Para obtener mi dinero estamos preparando un caso ante el tribunal civil, lo que llevará al menos medio año. 

Mientras tanto tenemos también un nuevo caso en la CNRD. La semana pasada tuvimos la primera audiencia para apoyar a 18 futbolistas del Melaka United y 16 a futbolistas del Sarawak United, un equipo que fue descendido a tercera división tras no pagar a sus futbolistas durante varios meses. Esperamos que podamos organizar que los jugadores reciban los salarios a que tienen derecho.  

Me siento muy feliz por el hecho de que nuestro sindicato de futbolistas haya desempeñado un importante papel para el establecimiento de la CNRD, que tendrá una gran influencia positiva en las carreras de los jugadores de Malasia. Llevamos cinco años luchando para conseguir que los futbolistas tengan un sistema de arbitraje justo, que su voz sea representada y que se respeten nuestros derechos como trabajadores. Está aquí para proporcionar justicia a los jugadores.