Sobre
Lennart Thy
El delantero alemán fue elegido "jugador del partido" por sus compañeros del equipo VVV-Venlo por un encuentro que no jugó en 2018 tras salvar la vida de un paciente de leucemia donándole células madre. Thy juega hoy para el PEC Zwolle (2ª división de los Países Bajos).
Me hice donante de células madre mucho tiempo antes de poder hacer una donación. Tenía unos 18 años y jugaba para el segundo equipo del Werder Bremen. Por aquel entonces en Bremen había una campaña para tratar de salvar la vida de una persona que estaba muy enferma y necesitaba urgentemente células madre.
El club sugirió que el equipo entero se hiciera donante y lo hice. En realidad estaba en una edad en la que no pensaba en ese tipo de cosas y lo hice porque lo hacían casi todos los demás jugadores. Probablemente debería haberme enterado un poco de lo que eso suponía, pero echando la vista atrás me alegro de haber tomado la decisión de hacerme donante.
Durante muchos años no hubo nadie con quien fuera compatible y en algún momento llegué a olvidar que me había apuntado en el DKMS (Deutsche Knochenmarkspenderdatei), que es la organización que lo gestiona todo y forma parte de una base de datos mundial.
Muchos años después, a principios de 2018, recibí una llamada. Estaba de vacaciones y generalmente no suelo contestar llamadas de números que desconozco. Pienso: "Si es un urgente, me mandarán un mensaje". Pero al cabo de un rato contesté la llamada y era del DKMS. Me dijeron que habían identificado a un paciente con el que podía ser compatible y me pidieron que fuera a un hospital de Alemania para probar si realmente coincidía al 100 % con lo que necesitaba el paciente.
Me agobié un poco porque no sabía qué iba a pasar.
A pesar de todo el tiempo que había pasado desde que me registré, nada me decía que no tuviera que hacerlo. En ese momento, e incluso ahora, el esfuerzo que me exige o lo que supone para mí no es nada comparado con lo que significa poder salvar una vida. Volvería a hacerlo en cualquier momento, es algo incomparable.
Tardaron unas dos semanas en volver a llamarme. Me dijeron que era compatible. Después fue todo muy rápido. Tuve que comunicárselo al club. No podía decir: "Tengo vacaciones dentro de tres o cuatro semanas, ¿puedo hacerlo en ese momento?" El club me dio luz verde. Aunque para ser sincero lo hubiese hecho aunque no me la dieran, así que estaba encantado de que dijeran que sí.
Luego tuve que volver al hospital y me dieron unos viales y jeringas y me dijeron que tenía que inyectarme algo así como un diluyente en la tripa. Eso descarga las células madre en el flujo sanguíneo. Podría haber ido al médico y pedirle que me pusiera las inyecciones diarias, pero decidí hacerlo yo solo.
Cinco días después volví al hospital. Estaba muy bien organizado. Me conectaron a una especie de máquina, fue más o menos como hacer una donación de sangre. Estuve ahí sentado cinco horas mientras me sacaban sangre. La verdad es que fue bastante cansador. Después enviaron rápidamente la sangre a Estados Unidos, donde estaba el paciente, pero eso es lo único que supe de él.
El club publicó una nota de prensa sobre lo que había hecho pero la verdad es que no me gusta mucho ser el centro de atención. Soy bastante discreto pero se convirtió en algo muy sonado. En todos los Países Bajos pusieron carteles en los partidos de ese fin de semana y se habló mucho del tema. [NdR: ese mismo año más adelante le dieron a Thy el premio Fair Play de la FIFA]
Ahora, a posteriori, me alegro de la publicidad, porque después de leer la historia unas 20.000 personas se hicieron donantes.
Dos años después tengo algo de contacto con la persona que recibió mi sangre. Hay un espacio de dos años durante el que no debe haber ningún contacto, puesto que es el tiempo necesario para ver si el procedimiento ha funcionado o no. Los dos dijimos que queríamos conectar con el otro al cabo de dos años. Me llamó y me dijo que le había salvado la vida.
Era estadounidense y me habló de su vida con la enfermedad y lo mucho que significaba para él que hubiera alguien dispuesto a ayudarle. Para su familia también significó mucho porque temían que no encontrara ningún donante. Para mí fue un pequeño gesto pero para él fue lo más grande del mundo.
Como futbolistas tenemos la responsabilidad de dar ejemplo. En muchos países el fútbol y los futbolistas tienen mucha visibilidad. Creo que por eso se hizo tan grande la historia.
Creo que fui el primer futbolista en hacerse donante de sangre y escribir sobre el tema. Los futbolistas deberían apoyar las causas en las que creen. Mucha gente dice que los futbolistas ya no pueden ser auténticos pero es importante serlo; si eres capaz de ayudar a alguien, debes aprovechar la oportunidad y hacerlo.
Si alguien me pide ayuda intento ayudarle si puedo. En este caso pude.