- Hace menos de tres años, Arthur Irawan fundó Athletes for Good
- El jugador indonesio de 29 años anima no solo a los jugadores sino a todos los atletas, a retribuir a sus comunidades locales y ser embajadores para un mundo mejor
- Por el momento, el jugador del Persik Kediri concentra sus esfuerzos en Indonesia, pero espera animar a otros a asumir la iniciativa para ayudar en sus propias ciudades y países
Ahora mismo, el fútbol es el deporte más popular en Indonesia y, como jugadores, nos beneficiamos inmensamente del apoyo de las comunidades en que trabajamos. Personalmente, opino que tenemos la responsabilidad de retribuir a la sociedad del modo en que podamos, y de ejercer una influencia positiva en las comunidades de las que formamos parte.
La pandemia fue un desastre para todos, y sacó a relucir el elevado número de personas que necesitan ayuda. La combinación de ello y el tiempo extra que tuve en mis manos con la suspensión de la liga en Indonesia, favoreció realmente el arranque de Athletes for Good.
No se trata únicamente de donaciones de valor monetario, sino de hacer del fútbol una parte viable del ecosistema que lo sustenta: dedicar tiempo y esfuerzo en retribuir a las comunidades en que vivimos. Por ejemplo, las clases de entrenamiento pueden ser un motivo de alegría para niños en situación desfavorecida. Algunos de ellos podrían descubrir su aptitud para el juego, mientras que otros podrían simplemente tener una experiencia amena: ambos son resultados valiosos.
Me entristece ver que a los niños se les niega la felicidad que el fútbol me ha aportado a mí, únicamente porque no puedan acceder a un espacio de juego, o porque no tengan dinero para comprarse unas botas, balones, o algo similar. Imaginemos todo el potencial desaprovechado que podríamos hacer valer aquí, en Indonesia, si la próxima generación recibiera alguna oportunidad para brillar.
Se concentra mucha atención en la industria del entretenimiento y, en ocasiones, nuestro tiempo libre puede dispersarse en actividades extracurriculares que en realidad no tienen mucho que ver con el juego. Athletes for Good anima a las figuras deportivas a invertir esa energía en algún lugar donde pueda marcar una verdadera diferencia en la vida de las personas que nos rodean.
En ocasiones se trata únicamente de tomarse el tiempo para pensar en lo que nuestra comunidad necesita verdaderamente, en lugar de asumir de forma automática que el dinero resolverá cualquier problema. Existe un orfanato aquí, al que hemos propuesto considerar si podríamos prestar nuestra asistencia, y lo que verdaderamente necesitaban eran zapatillas para los niños: por lo tanto, hemos aprovechado nuestras plataformas para ayudar a garantizar donaciones que generarían el mayor valor, y verdaderamente hemos participado con las personas que estaban tratando de ayudar.
No se trata únicamente de lo que logramos a nivel físico, sino también del ejemplo que eso sienta para otros. Si eres una figura pública, entonces tienes el poder de inspirar a las personas con tus acciones, y debes emplear esa influencia para promover prácticas positivas. Incluso cosas sencillas, como reciclar objetos, pueden motivar una reacción en cadena, y cuantos más participemos, mejor.
En ocasiones, tienes que discurrir por dónde empezar, mientras que en otras ocasiones se te presenta un problema con tal urgencia que sabes exactamente a dónde dirigir tus esfuerzos. Sé que acabo de decir que las donaciones de dinero no son el modo más importante de ayudar, pero tras el terremoto ocurrido en Kalimantan fue evidente que las personas estaban en franca necesidad de recibir medidas de alivio, y por ello recaudar dinero fue el mejor modo en que pudimos prestarles una mano. Finalizamos haciendo efectistas flexiones y peleas de sentadillas entre el conductor de Fórmula 2, Sean Gelael, un influencer indonesio y yo, y aquella colaboración captó una suma importante de dinero.
Ahora que tenemos algo más de libertad y que las restricciones por el Covid se están levantando, espero que los miembros de mi equipo participen con los centros de entrenamiento de Java. Por el momento, mi atención se centra principalmente en Indonesia y en mi propia comunidad, pues desafortunadamente no hay que mirar muy lejos para ver que tu ayuda se necesita desesperadamente: pero por supuesto deseo que Athletes for Good extienda su radio de acción.
La belleza de ello es que, no importa en qué parte del mundo residas, estás ya en una comunidad que podría beneficiarse de tu ayuda. En ocasiones, como con el terremoto de Kalimantan, es obvio dónde puedes ser de ayuda: pero en otras situaciones, quizá es más difícil saber por dónde empezar. Estamos aumentando la concienciación y desarrollando las bases para ayudar no solo a los futbolistas, sino a cualquier atleta, para que aporte su grano de arena al mundo. ¿Deseas marcar la diferencia? Ponte en contacto, y juntos hallaremos el primer paso.
En ocasiones parece difícil que una persona consiga ejercer un cambio notable en el mundo, especialmente cuando tienes una carrera a tiempo completo en la que centrarte, pero al empezar a nivel local podemos implementar una mejora tangible para las personas que nos rodean. Nunca hubiera podido alcanzar ni siquiera lo que tengo hoy, sin las demás personas que han dedicado tiempo y energía a Athletes for Good, y cuantos más se unan, más impacto podemos tener.
No recordarás cada salario que te pagaron, pero te aseguro que, al ver la sonrisa de un niño de oreja a oreja y saber que se debe a algo que tú hiciste, recordarás a todos y a cada uno de ellos.
Cada dos semanas, nuestra serie #CommunityChampion destaca las actividades de un jugador o jugadora profesional que ayudan a mejorar la vida de otras personas de su comunidad.