Nadie debería quedar atrapado

Los futbolistas en conflicto con su club nunca deberían quedar atrapados por medios como el sistema Kafala. Diversas organizaciones, como Amnistía Internacional, continúan planteando inquietudes acerca de las condiciones generales para los trabajadores emigrantes, particularmente las vinculadas a la celebración de la Copa Mundial 2022 de Qatar.

Un derecho humano

El respeto de los derechos humanos en el fútbol es una cuestión fundamental de principios y valores. Los clubes no deben ni pueden ejercer presión sobre los futbolistas para que renuncien a sus derechos; ni bajo coerción ni mediante formas de prácticas abusivas.

No son una mercancía

En todo el mundo, los futbolistas reciben presión para renunciar a su trabajo y a sus derechos humanos. Los empleadores continúan considerando al jugador como una mercancía en lugar de como una persona con derecho a un trato justo, dignidad y respeto.

Libertad de asociación en la industria del fútbol

Incluso hoy en día, el derecho fundamental de los jugadores a organizarse colectivamente no suele estar garantizado ni respetado, y en ocasiones resulta amenazado o ignorado, lo cual no solamente constituye un gravísimo quebrantamiento de los derechos humanos y laborales, sino que además crea una deficiencia estructural en numerosos mercados nacionales del fútbol. La ausencia de un sindicato de futbolistas imposibilita soluciones colectivas, causa inestabilidad en el mercado y, en última instancia, es un obstáculo para el desarrollo sostenible de la industria del fútbol nacional.