Movilidad del jugador

Tras el caso Eastham, la parte de la 'transferencia' que hacía referencia a 'retener y transferir' se mantuvo en su mayor parte sin cambios hasta la sentencia Bosman, emitida en 1995. Anteriormente, cualquier equipo consistía principalmente en futbolistas nacionales. El derecho de los futbolistas a escoger un empleador sin restricciones, presiones o interferencias indebidas es fundamental para poder aspirar a alcanzar oportunidades deportivas y económicas.

Ofertas no menos favorables

A mediados de los años setenta, la Liga y el Sindicato de jugadores acordaron que los clubes que desearan volver a fichar a un jugador debían proporcionarle, en la mayoría de los casos, un contrato cuyos términos fueran al menos igual de favorables que los del contrato anterior.

Contratos a corto plazo

Tras el caso Eastham, los contratos a largo plazo continúan siendo excepcionales. La mayoría de los futbolistas son contratados por un plazo de uno o dos años, lo que destaca un volátil mercado de trabajo. El Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores establece un límite general de cinco años; todo límite superior es inusual y se basa en la legislación nacional en materia laboral.

Lucha global por la movilidad del jugador

En 1969, el jugador Curt Flood, de la Liga profesional de Béisbol (MLB), puso en tela de juicio la 'cláusula de reserva', la cual ligaba a los jugadores de manera casi irrevocable a su primer equipo. Tras una primera derrota judicial ante el Tribunal Supremo, la cláusula se derogó en 1976.

Libertad de circulación

Durante décadas, los futbolistas y sus sindicatos han luchado en todo el mundo por lograr el cambio a nivel nacional e internacional, tal como ha ocurrido también en los demás deportes. La libertad de circulación de los atletas continúa siendo una prioridad y un reto."