Joe Hart: "Todos los futbolistas pueden beneficiarse del apoyo del sindicato de jugadores"

Sobre el autor
Desde que se retiró del fútbol de clubes en 2024, Joe Hart se ha convertido en una figura destacada de los medios futbolísticos, trabajando como comentarista, experto y presentador de la nueva docuserie Mind Over Everything. En el 60º aniversario de FIFPRO, el ex arquero inglés reflexiona sobre las dos primeras temporadas de Footballers Unfiltered, la serie de FIFPRO que examina el lado menos conocido de la profesión y cómo los sindicatos prestan apoyo a los futbolistas.

Por Joe Hart

La vida de un futbolista parece idealista y, en muchos sentidos, es un sueño hecho realidad para quienes llegan a vivirla. Pero no es la utopía sin problemas que a menudo se presenta. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos que intentamos abrirnos camino en la vida.

Eso es parte de lo que más me ha gustado de trabajar en Footballers Unfiltered: futbolistas con vidas y experiencias diferentes que se reúnen para aprender y relacionarse en una conversación de persona a persona.

Al principio, cuando vi los temas alineados, me entró un poco de pánico. No tenía experiencia personal ni un plan para liderar la conversación. Pero todos y cada uno de los invitados estaban ahí con la intención de ayudar a los demás. Estaban en el programa conmigo y con un representante sindical no para quejarse, sino para concientizar y encontrar soluciones. Por muy alejado que te sientas de un determinado tema futbolístico, siempre hay una conexión, ya sea a través de tus propias experiencias o de las de un compañero de equipo. He aprendido mucho en el programa.

No podría señalar un momento favorito, pero me conmovió mucho Josh Cavallo, que en octubre de 2021 era el único futbolista profesional de primera división abiertamente gay. Me encantó su forma de hablar, su fuerza y su deseo de estar ahí para cualquiera que se sienta un poco incómodo en su entorno, que probablemente seamos la mayoría de nosotros en algún momento. Me encantó su historia: salir del armario ante sus compañeros de equipo y recibir una respuesta tan positiva para reforzar su confianza y crear una red de apoyo para que otras personas sientan la libertad de ser quienes realmente son.

Me hizo imaginar lo poderoso que sería haber sido uno de sus compañeros de equipo en aquel vestuario, ser testigo de cómo alguien tiene la valentía de salir del armario como gay en el mundo del fútbol masculino y apoyarle de una forma que, esperemos, ayude a terminar con el estigma en el deporte.

Cada episodio me hizo darme cuenta de los problemas específicos que surgen en el mundo del fútbol. Me sorprendió saber que los jugadores pueden ser expulsados simplemente por haber sido contactados por amaño de partidos y no denunciarlo a tiempo; nunca he sufrido trastornos alimenticios, pero comprendí realmente cómo la presión de tener un peso determinado y seguir una dieta específica puede afectar fundamentalmente tu relación con la comida; y aunque tengo mis propios hijos, realmente se me abrieron los ojos a las luchas a las que se enfrentan las mujeres cuando sus mejores años como futbolistas se solapan con el momento en que quieren formar una familia.

Son cosas de las que había oído hablar antes, pero en las que nunca había tenido la oportunidad de profundizar y darme cuenta de lo complejo que puede llegar a ser cada escenario. Fue una lección de humildad formar parte de la conversación mientras contaban sus historias para ayudar a los demás, y creo que todo el equipo, delante y detrás de la cámara, puede estar orgulloso de la plataforma que hemos creado para que los y las futbolistas compartan sus mensajes.

Nunca quiero decir que tuve suerte porque trabajé para conseguir todo lo que tuve en mi carrera. Puede que estuviera en el lugar adecuado en el momento oportuno, pero todo lo que he conseguido me lo he ganado a pulso. Pero no creo haberme dado cuenta, jugando al nivel que lo hice, de lo cruciales que son los sindicatos de jugadores para la comunidad futbolística en general. Personalmente nunca me encontré en una situación en la que sintiera la necesidad de buscar apoyo adicional pero ahora, gracias a mi trabajo con FIFPRO, desearía haber sido más consciente de la ayuda que estaba a mi disposición y a la de la gente que me rodeaba.

Siempre es bueno tener esa claridad, no sólo para los propios jugadores, sino también para la gente que los rodea. Estamos tan absortos en nuestro entrenamiento y nuestro rendimiento que a veces, sobre todo en mi experiencia en el fútbol masculino, no nos queda mucho tiempo para nada más, y nuestras familias quizás noten el efecto de esta presión más que nosotros. Es una gran ventaja para ellos saber que pueden ponerse en contacto con su sindicato de jugadores y tal vez obtener un poco de comprensión sobre partes de la vida laboral que no tienen por qué ser tan difíciles como lo son actualmente.

Todos y cada uno de los futbolistas pueden beneficiarse de ese tipo de apoyo, independientemente del nivel al que jueguen, ya sea económico, emocional o físico. Los sindicatos de jugadores ofrecen ayuda reactiva cuando se necesita, como en el caso de muchos de los invitados al podcast, pero también ofrecen la perspectiva de una conversación educada, y a veces eso es todo lo que necesitas para encontrar el equilibrio y ser mejor jugador y persona como resultado.

Conocer el juego desde esta perspectiva me ha ayudado mucho a mantenerme en el camino que me propuse cuando empecé mi carrera en los medios de comunicación. Como ex jugador, recuerdo cómo era estar en la piel de los futbolistas de los que hablo en una retransmisión en directo, y siempre quiero aportar ese contexto al juego. Nunca me oirán lamentarme en mis comentarios de que "el juego ha desaparecido" o de que alguien no se está esforzando lo suficiente, porque conozco perfectamente la presión a la que están sometidos los futbolistas y siempre quiero incorporar ese elemento humano a la información que comparto como personalidad de los medios de comunicación.

No estoy aquí para excusar a nadie, nadie me necesita para eso, pero espero ayudar a los que están fuera del fútbol a entender la situación única en la que se encuentran los jugadores. He aprendido que los sindicatos de jugadores ayudan a los y las futbolistas a navegar por sus carreras no sólo como posiciones en el campo, sino como seres humanos que atraviesan la vida.