- El Vereinigung der Fußballer (VdF) continúa como organización independiente tras abandonar hace un año el sindicato austriaco (ÖGB)
- "Ya no podíamos ocuparnos de los futbolistas como queríamos", declaró Gernot Baumgartner, presidente del sindicato
- VdF quiere ahora el derecho a negociar convenios colectivos (CBA)
La historia del sindicato austriaco de jugadores VdF se remonta a 1988. Por aquel entonces, el Rapid de Viena era el equipo más fuerte de Austria y estaba a punto de conquistar su 29º título de liga. A pesar del éxito, el club tenía problemas económicos y no podía pagar las primas a los jugadores. Los dirigentes del club decidieron recortar las primas a pesar de los contratos vigentes con los jugadores. El periódico más importante del país reaccionó con el siguiente titular: "Si los jugadores tuvieran un sindicato".
Rudolf (Rudi) Novotny se puso en contacto con los jugadores y decidió crear la Vereinigung der Fußballer (VdF). Inmediatamente tuvo éxito: los jugadores del Rapid recibieron sus primas.
Novotny, actualmente presidente honorario, sentó las bases de la VdF, trabajando en gran parte en solitario hasta que Gernot Zirngast se unió a él en 1996. En los últimos 35 años, la VdF ha demostrado su valía para los jugadores y ha conseguido que los futbolistas profesionales sean reconocidos como trabajadores.
El sindicato ha librado muchas batallas con los propietarios de los clubes que querían recortar los salarios, prohibir o despedir a los jugadores, y tiene un representante en todos los comités que afectan a las condiciones laborales de los futbolistas.
El mayor logro de la VdF es el convenio colectivo (CBA), que Novotny y sus compañeros persiguieron durante 20 años hasta firmarlo en 2008 con la Bundesliga austriaca. Desde entonces se mantiene con pequeñas modificaciones de vez en cuando.
La VdF también ha creado iniciativas únicas, como la Tabelle der Anderen Art (La Mesa del Arte Diferente), que es una encuesta anónima a los jugadores para mejorar sus condiciones de trabajo.
También organizan los Starcamps, donde futbolistas profesionales en activo y ex futbolistas y entrenadores forman a jóvenes jugadores. La VdF los puso en marcha en 1998 con el apoyo de ayuntamientos y patrocinadores, para ofrecer a los niños un campo de entrenamiento a un precio asequible y educarles en el respeto y las responsabilidades. Cada año, unos 1.000 niños participan en los Starcamps.
Un año antes de que la VdF pusiera en marcha los Starcamps, presentó su primera entrega de premios a jugadores: la Gala Bruno. Los premios llevan el nombre de Bruno Pezzey, uno de los futbolistas austriacos más célebres y respetados, y es el premio personal de fútbol más importante de Austria.
Situación actual
La VdF cuenta con unos 1.000 miembros. Intentan estar cerca de los futbolistas, implicándoles en la medida de lo posible. El presidente, Gernot Baumgartner, declaró a FIFPRO: "Mantenemos un contacto regular con los jugadores. Todo el personal de la VdF son antiguos profesionales, por lo que sabemos en qué momentos los jugadores están accesibles y abiertos a la conversación, y cómo podemos comunicarnos mejor con ellos. Nuestra junta de jugadores, compuesta por seis miembros, también está muy implicada en nuestro trabajo diario y, por tanto, bien informada. Discutimos con ellos todas las decisiones importantes".
La fuerza de la VdF se ha puesto a prueba en los últimos doce meses. Desde que Novotny fundó el sindicato en 1988, la VdF había formado parte del sindicato nacional ÖGB. Sin embargo, la VdF quería más autonomía, lo que no era posible dentro de la estructura de la ÖGB.
Según Baumgartner: "La ÖGB estaba demasiado implicada en nuestro trabajo en el fútbol, y ya no podíamos ocuparnos de los jugadores como queríamos".
En noviembre de 2022, la VdF abandonó oficialmente el sindicato y continuó como organización independiente y autónoma. "Fue una decisión absolutamente acertada. Parece una gran empresa, pero con 35 años de saber hacer, sabíamos que sería posible." Los futbolistas siguieron a la VdF: renunciaron a la ÖGB y permanecieron cerca de su sindicato de jugadores.
La VdF intenta ahora adquirir el derecho a representar a los jugadores durante el proceso de negociación colectiva. La semana que viene, una oficina especial decidirá si se concede a la VdF ese derecho.
"Nuestros abogados están seguros de que tenemos derecho a hacerlo, pero aunque tengamos razón según la ley, eso no siempre significa que vayamos a obtener una decisión positiva2, aseguró Baumgartner. "Como la decisión en primera instancia la toma una oficina y no un tribunal, es posible que perdamos el primer asalto".
"Pero tenemos un plan B y, si es necesario, iremos a la siguiente fase, que es el tribunal. Al final, negociaremos nuestro convenio colectivo nosotros mismos. Según el Convenio Europeo de Derechos Humanos, es un derecho humano".
Para que la VdF adquiera ese derecho, necesita el apoyo de los jugadores. Cuantos más futbolistas estén afiliados, más fuerte será el sindicato. "Explicamos a los jugadores que la VdF forma parte de FIFPRO, que estamos conectados con 65.000 futbolistas de todo el mundo, y que la FIFA y la UEFA sólo reconocen a los sindicatos miembros de FIFPRO como representantes de los jugadores.
"Les decimos a los jugadores: si queréis estar en la misma organización que Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Erling Haaland y David Alaba, entonces estáis en buenas manos con la VdF. Si te identificas más profesionalmente con los socorristas o los conductores de autobús, entonces estás mejor representado por el otro sindicato".
Otro reto es organizar a las jugadoras. La VdF cuenta con algunas afiliadas, pero aún le queda camino por recorrer. A mediados de noviembre, organizará una reunión con jugadoras, en la que también recibirán al secretario general adjunto de FIFPRO, Simon Colosimo.
Según Baumgartner: "Nos estamos acercando a las jugadoras y queremos trabajar con ellas sobre cómo podemos contribuir al avance del fútbol femenino. También visitaremos a todos los equipos de la Bundesliga el año que viene. Esto es realmente importante, y lo estamos deseando".
