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Ajara Nchout: lo que aprendí durante mi primer Ramadán en Arabia Saudí

Historias de futbolistas

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La internacional camerunesa Ajara Nchout fichó por el Al Qadsiah saudí en enero de 2024 tras haber jugado en clubes europeos de renombre como el Valerenga, el Atlético de Madrid y el Inter de Milán. La futbolista, de 31 años, nos cuenta cómo se vive el Ramadán como musulmana por primera vez en Oriente Próximo y qué pueden hacer los clubes para ayudar a los futbolistas que celebran el mes religioso en países de minoría musulmana.

Por Ajara Nchout

He jugado en África, Norteamérica, Europa y, a principios de este año, en un club de Arabia Saudí. Diría que la única diferencia entre esos lugares y Arabia Saudí es que aquí se hace más hincapié en la religión. 

Aunque soy musulmana practicante y procedo de una familia musulmana muy arraigada en Camerún, mi religión no fue la única razón por la que decidí jugar en Arabia Saudí -también quería cambiar de ambiente y vivir la experiencia de jugar al fútbol en otro lugar-, pero el hecho de que el país respete de verdad la religión fue importante para venir aquí. 

Había oído muchos comentarios negativos sobre Arabia Saudí antes de venir aquí. La gente decía que no hay fútbol femenino, que las mujeres no son libres. Pero desde que llegué aquí a principios de este año, he descubierto que la vida es normal.

En Arabia Saudí, el fútbol se adapta a la religión y al calendario del Ramadán. Por ejemplo, los horarios de los entrenamientos y los partidos se adaptan para ayudar a las jugadoras a cumplir el mes religioso. Después del Iftar, la cena en la que se rompe el ayuno, los entrenamientos empiezan hacia las 9 de la noche para darnos tiempo a comer después del ayuno, hacer bien la digestión y tomar energía.

Los horarios de inicio de los partidos también se adaptan de las 16:00 a las 22:00, lo que nos da tiempo suficiente para reponer fuerzas e hidratarnos para el partido.

Ajara Nchout 1
Ajara Nchout, en acción con Camerún
Ajara Nchout 2
Ajara Nchout 3

Los días de partido, viajo con el velo que voy a llevar para rezar y, a veces, cuando la oración me encuentra en el estadio, la hago después o según el horario del equipo. 

Para los musulmanes, el Ramadán es un periodo sagrado de autorreflexión, autodisciplina y empatía con los menos afortunados. Es un tiempo que nos acerca aún más a nuestra religión. Ayunar 16 horas al día como deportista no es fácil, por eso las redes de apoyo son tan importantes durante este tiempo.  

Cuando yo jugaba en Europa, parecía que no había mucho apoyo para las futbolistas que cumplían el Ramadán. A decir verdad, era difícil ayunar 16 horas como jugadora cuando el entrenamiento empezaba, por ejemplo, a las 10 de la mañana. Aunque llevo ayunando desde los 15 años y mi cuerpo está acostumbrado, no podía hacerlo durante más de 30 días como jugadora en Europa porque es difícil rendir cuando los horarios de entrenamiento no están adaptados ese mes. 

Este año, sin embargo, el Ramadán se siente diferente; no sólo por el cambio en los horarios de entrenamiento y partidos para ayudar a las jugadoras, sino también por el hecho de que estoy participando en él junto a tantos otros compañeros de equipo. Antes solía ser la única persona que ayunaba, o en otros clubes sólo éramos dos o tres. Pero cuando te das cuenta de que no lo estás haciendo sola y de que te acompañan otras personas en este viaje, es un estímulo mental enorme. 

Naturalmente, sería difícil adaptar los horarios de los partidos en Europa y Norteamérica durante el Ramadán, pero los clubes aún pueden ofrecer apoyo a las jugadoras musulmanas durante el mes. El simple hecho de mantener una conversación con ellas para adaptar un programa de entrenamiento personalizado les ayudará a sacar lo mejor de sí mismas como atletas de alto rendimiento durante el ayuno, ya sea entrenando más tarde por la tarde o permitiéndoles terminar antes el entrenamiento para favorecer su recuperación.

“Para los musulmanes, el Ramadán es un periodo sagrado de autorreflexión, autodisciplina y empatía con los menos afortunados. Es un tiempo que nos acerca aún más a nuestra religión.”

Si eres una jugadora en ayunas es posible que no tengas la energía necesaria para realizar todo el esfuerzo si el entrenamiento es, por ejemplo, a media mañana. Siempre te vas a contener un poco porque hay momentos en los que estás haciendo sprints en los que quieres beber agua, necesitas repostar, pero no puedes. Sin embargo, si los clubes europeos pudieran adaptar el horario de las futbolistas al calendario del Ramadán, sería muy beneficioso para ellas y les ayudaría a sacar lo mejor de sí mismas durante el mes. 

Las pausas de ayuno en Europa durante los partidos también son vitales para las jugadoras que observan el Ramadán, ya que les permiten reponer fuerzas. Lo he visto antes, cuando una futbolista finge una lesión para que una compañera pueda romper su ayuno, así que si las ligas pueden introducir conscientemente medidas para que las jugadoras no tengan que recurrir a eso, sólo puede ser bueno para todos. También transmitiría el mensaje de que el fútbol respeta la religión. 

Espero que mi historia sirva para que una jugadora conozca mejor el Ramadán. Como futbolistas, todas nacemos con diferentes religiones, diferentes culturas, y todos deben ser respetados. Deseo mucho ánimo a todos las jugadoras que actualmente cumplen el Ramadán.