Steffi Sarge Kaur: "El cielo es el límite para la próxima generación de futbolistas malasias"

No fue fácil llegar donde estoy ahora, incluso después de 16 años de jugar al fútbol. Es un trabajo duro, agotador y –desafortunadamente hoy en Malasia– existe poco incentivo económico. Pero es mi pasión. Cuando tienes pasión, nada es demasiado.

Si yo pudiera inspirar una sola cosa en la próxima generación de futbolistas malasias, eso es lo que les ofrecería. Si van a luchar por el fútbol femenino, primero tienen que enamorarse de él.

¿Y si esa pasión no está ahí? Después podrían perfectamente renunciar si no fueran capaces de superar los momentos difíciles. Nunca serán los mejores.

Ser nombrada en 2021 la primera mujer miembro del comité ejecutivo del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Malasia fue algo grande para mí. Se me dio voz para representar a las demás futbolistas y me propuse aprovecharla para contribuir a hacer avanzar el estatus de las futbolistas en Malasia.

El PFAM celebró su primera "Semana del fútbol femenino" en octubre. Fue un paso verdaderamente positivo a la hora de reconocer el fútbol femenino. Hubo una cena con la selección nacional, un foro donde debatimos lo que debe hacerse para apoyar a nuestras jugadoras y, lo que es más importante, la formación de las bases para las jóvenes menores de 14 años.

El evento llegó rápidamente así como el nuevo año y me enorgullezco de lo que hemos alcanzado en tan corto espacio de tiempo. Sin embargo, en mi opinión debe ser un evento anual que mejore con cada edición: deseo ver mayores cifras, más actividades, mayor visibilidad y comenzar a planificarlo lo antes posible.

Fue una experiencia tan positiva retribuir a nuestra comunidad de ese modo y espero inspire a la emergente generación de futbolistas. Si queremos elevar el fútbol femenino en Malasia, ahí es donde debemos centrar nuestra energía: en inspirar a más chicas jóvenes para que se enamoren del juego, para imbuirles esa pasión por el juego y esa determinación para representar a su país.

El Presidente del PFAM, Safee Sali, es un excapitán de la selección nacional masculina y un héroe para muchos y muchas. Estuvo presente, atraído por la activación. Esta no fue únicamente una forma de confirmar su apoyo, sino también un ejemplo positivo para que las chicas vieran a un jugador que se preocupaba por apoyar el fútbol femenino.

Tenemos que ver más ejemplos como ese. Necesitamos que los clubes masculinos formen equipos femeninos y los promuevan entre sus hinchas. Mis compañeras de la selección nacional y yo jugamos a tiempo parcial, no me refiero únicamente a mi trabajo con el Gobierno, que me ayuda a nivel económico, sino también al tiempo real que pasamos jugando al fútbol.

No tenemos clubes o torneos profesionales para desarrollar nuestro deporte durante la temporada ni para competir entre nosotras en semanas alternas, por lo que no entrenamos todos los días. En el PFAM luchan por nosotras, impulsando el desarrollo de la liga femenina y están detrás de cada paso que damos en la dirección correcta.

Tengo 34 años, por lo que quizá para mí ha pasado el momento de ser futbolista profesional en mi país natal, pero eso no significa que no pueda ser una jugadora clave para el mayor desarrollo del fútbol femenino en Malasia. De todas formas, para mí el dinero es algo secundario. Sólo quería poder desarrollar la habilidad de jugar y eso es todo lo que he pedido siempre al juego. Ahora deseo más para la próxima generación.

Recuerdo muy claramente el momento en que me enamoré del fútbol: mi padre estaba jugando un partido mientras yo hacía lo mismo en un costado. Espero que las actividades de la "Semana del fútbol femenino" lleguen a las participantes juveniles del mismo modo, que desarrollen ese feliz recuerdo central que enciende una pasión de por vida por el deporte.

Por supuesto puedes enamorarte del fútbol a cualquier edad, pero si comienzas tarde es mucho más difícil captar lo básico y avanzar como jugadora. Es mucho más fácil establecer y utilizar técnicas básicas en tu juventud y desarrollar tu talento, talento que podría después fortalecer a la selección nacional.

En mi mente eso se aborda fácilmente al introducir el fútbol a las chicas como parte del currículo escolar. Ya está disponible para los chicos así que la infraestructura está ahí. Debe abrirse a todos los estudiantes. Ese simple paso tendría un enorme efecto colateral para el fútbol femenino: no solo para nuestra cantera, sino en general para la popularidad del deporte. Ello reduciría cualquier tabú para que los padres dejen a sus hijas participar en el deporte, y establecería como norma cultural el hecho de que las chicas jueguen al fútbol.

Ahora hay muchas más oportunidades para las jugadoras en ciernes, tales como equipamiento, academias y sesiones de entrenamiento. Y desde 2005, han tenido una selección nacional femenina a la que poder aspirar. Cuando yo crecí, solo tenía mis pies desnudos y un balón. Si yo he podido llegar a donde estoy ahora, entonces el cielo es el límite para ellas. Y voy a ayudarlas a alcanzarlo.