- Este año más de 60 jóvenes futbolistas chipriotas han tenido que posponer su carrera futbolística para realizar el servicio militar
- La razón: el Ministerio de Defensa chipriota decidió cambiar unilateralmente el protocolo del país
- "Tengo miedo de que, tras 14 meses sin entrenar, mi equipo no me renueve el contrato", dice un futbolista
El sindicato chipriota de jugadores PASP pidió al presidente del país, Nikos Christodoulides, que impida que más de 60 futbolistas se vean obligados a posponer -y posiblemente tengan que poner fin- a sus carreras futbolísticas por cumplir el servicio militar.
El servicio militar es obligatorio en Chipre para los ciudadanos varones de 18 años. Su duración es de 14 meses. Aunque el PASP reconoce la importancia del servicio militar, también ha señalado las consecuencias negativas: el mayor inconveniente es que podría provocar que los jugadores de los clubes profesionales no pudieran jugar ni entrenar durante 14 meses.
Para evitar que estos futbolistas se pierdan del juego al realizar el servicio militar obligatorio, el sindicato acordó un memorando de entendimiento con el Ministerio de Defensa, que fue firmado por la Organización Deportiva de Chipre, el organismo que representa a todas las entidades deportivas del país.
El acuerdo estipulaba que en total 168 jugadores podían practicar y jugar con sus clubes, dependiendo de su nivel. Los futbolistas de la máxima división podían asistir a seis entrenamientos y un partido a la semana, los de segunda podían participar en cinco entrenamientos y un partido, y los de tercera y cuarta tenían derecho a cuatro sesiones de entrenamiento. Los equipos de la máxima división podían tener hasta cuatro "jugadores del ejército", los de segunda hasta tres, y los de tercera y cuarta, dos.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa decidió recientemente cambiar unilateralmente el protocolo, permitiendo que sólo 106 futbolistas practiquen y jueguen, y reduciendo el número máximo de militares por equipo a un futbolista por club a partir del 15 de abril. "Esto significa que para 62 jugadores el deporte es inexistente", declaró el presidente de la PASP, Spyros Neofytides.
La decisión se tomó menos de tres meses antes de que entrara en vigor el 1 de julio, en un momento en que la mayoría de los equipos ya habían comunicado a los jugadores quiénes formarían parte de su lista militar. Ahora estos clubes han tenido que comunicar a los futbolistas que tenían que ser tachados de la lista.
"Durante meses estos jugadores habían pensado que su servicio militar no afectaría a su carrera como futbolistas, pero debido a este repentino cambio, sus planes de futuro son ahora drásticamente diferentes", aseguró Neofytides. "Habría sido mejor que el Ministerio hubiera incluido un periodo de gracia para los reclutas de este año".
Mi futuro como futbolista profesional está perdido
La PASP ha recibido numerosas quejas de jugadores y padres, que comparten sus preocupaciones y su frustración. Algunos futbolistas afirman experimentar síntomas de depresión porque temen que sus posibilidades de convertirse en futbolistas profesionales hayan disminuido o desaparecido por completo.
Un jugador dijo: "Estaba en la lista de mi equipo como uno de los jugadores que tendrían derecho a abandonar el campamento militar durante unas horas para entrenar, pero con esta reducción, mi futuro como futbolista profesional está perdido. Temo que después de 14 meses sin entrenar mi equipo no me renueve el contrato o lo rescinda".
El sindicato ha mantenido varias reuniones con el Ministerio pero hasta ahora sus esfuerzos han sido infructuosos, ya que el Ministerio invoca "razones de seguridad nacional" para negarse a modificar su decisión.
"Es difícil comprender qué diferencia supone prohibir a esos 62 jugadores jugar al fútbol o entrenarse con su equipo. Estamos hablando de que no pueden estar presentes durante varias tardes o noches a la semana. ¿Amenaza eso nuestra seguridad nacional?", se preguntó Neofytifdes.
"Todos los días oímos hablar de la indignación y la agonía de los atletas y sus familias", continuó. "Hacemos un llamamiento a las autoridades competentes y al Gobierno para que escuchen a los jóvenes futbolistas y a sus familias restableciendo el número de atletas soldados a los que se dan facilidades, como ocurría en años anteriores".
"Es triste cuando el presidente de nuestra República, el Sr. Christodoulides, dice que la mayor inversión que puede hacer en este país es en deporte y luego se da cuenta de que al mismo tiempo su Gobierno y el Ministerio han tomado una decisión que pone en peligro la carrera deportiva de más de 62 atletas. Si al presidente de la República le importa de verdad el deporte debería intervenir y corregir este error inmediatamente".