Desde que el ejército ruso invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, las vidas de los habitantes del país han cambiado radicalmente. También las de los futbolistas profesionales.
FIFPRO repasa con la All-Ukrainian Association of Professional Football Players (AUAPFP) cómo se las apañan para que su organización funcione durante la guerra.
“Nunca hemos dejado de trabajar, incluso hemos incrementado nuestras actividades” explicó a FIFPRO el director general de la asociación, Roman Mozorov.
La invasión empezó pocos días después de la concentración anual de la asociación para jugadores sin contrato. Una de las primeras iniciativas de la AUAPFP fue ayudar a evacuar a los futbolistas y sus familias de las zonas de combate a regiones más seguras de Ucrania, así como ayudar a los jugadores extranjeros que querían salir del país.
En total Mozorov estima que su organización ayudó a unos 250 futbolistas ucranianos y extranjeros. Para lograrlo, la asociación colaboró estrechamente con otros sindicatos miembros de FIFPRO.
“También iniciamos una colaboración con el sindicato ucraniano de atletas y proporcionamos activamente ayuda humanitaria para ayudar a los deportistas profesionales, batallones militares y ciudadanos. La ayuda incluía, entre otras cosas, productos de higiene personal, suministros médicos, medicamentos, cuidado infantil y alimentos”.
La AUAPFP también proporcionó asistencia jurídica a los futbolistas de clubes que se apartaron de las competiciones y asesoró a los jugadores ucranianos —especialmente a los menores— que estaban en el extranjero cuando empezó la guerra para que encontrasen un club o se adaptasen a la nueva realidad.
“Nuestra labor más ambiciosa durante las primeras semanas fue apoyar a las jugadoras del FC Mariúpol. Les dimos a todas las futbolistas y a sus familias un lugar donde vivir, ayuda humanitaria y comida”, comentó Mozorov.
“Estamos constantemente en contacto con las futbolistas de Mariúpol y les ayudamos con su proyecto. Abrieron una pequeña fábrica para producir comida congelada. Durante su tiempo libre entre sesiones de entrenamiento, las jugadoras elaboraban a mano tortitas, albóndigas, dumplings y otros platos. Parte de los ingresos recaudados va al club y el resto a las personas afectadas por la guerra”.
Las carreras de un buen número de futbolistas se han visto gravemente afectadas. Muchos se quedaron sin trabajo ya que más de 24 de los 72 equipos profesionales desaparecieron del mapa futbolístico de Ucrania por la invasión.
“Esperamos que algunos de estos clubes puedan participar en las competiciones de la próxima temporada”, declaró Mozorov.
"Los jugadores no sólo se han quedado sin financiación, sino que se han visto privados de la oportunidad de entrenar al completo. Para un deportista profesional eso es una auténtica catástrofe y una amenaza para el futuro de su carrera. Por eso nos parecía tan importante organizar plenamente una concentración a gran escala junto con FIFPRO en estos tiempos tan complicados”.
La concentración especial para agentes libres acogió a 32 jugadores, el máximo en una concentración en la historia de la asociación. “Conseguimos hacer todo lo que habíamos previsto a pesar de los numerosos inconvenientes y obstáculos que planteó la guerra: desde ataques aéreos constantes cuando los jugadores tenían que escuchar las charlas de las personas invitadas mientras permanecían en un refugio contra bombardeos, hasta apagones, interrupciones en las comunicaciones y el suministro de agua y dificultades para proporcionar a los jugadores comida caliente debido a los cortes de electricidad”.
“A pesar de todo, conseguimos organizarlo todo al más alto nivel: instalaciones de entrenamiento modernas, entrenadores cualificados y experimentados, comida de calidad y alojamiento para los jugadores”.
“Los futbolistas apreciaron la ayuda de nuestra asociación y de FIFPRO. Volvieron a creer en sí mismos y en sus capacidades. Y lo que es más importante: muchos recibieron invitaciones a pruebas de clubes profesionales. Conseguimos el objetivo principal del proyecto y estamos orgullosos”.
En noviembre la AUAPFP también consiguió organizar su asamblea general y la celebraron de forma virtual por recomendación de las autoridades del Estado. A la reunión asistió un representante de los jugadores de cada club.
Para prepararse para el congreso, los representantes del sindicato fueron a visitar a los futbolistas para hablar de su situación. “A pesar de las condiciones complicadas por la guerra, a pesar de las sirenas, los cortes de electricidad, los cambios en los calendarios de entrenamiento de sus equipos, el aplazamiento forzado de los partidos y otros inconvenientes, pudimos viajar para visitar a 43 equipos de fútbol profesionales, tanto masculinos como femeninos, para reunirnos con los y las futbolistas y asesorarles jurídicamente o darles la información más reciente sobre proyectos tales como la educación o el desarrollo de los jugadores”.
A pesar de la difícil situación que atraviesa su país, Igor Gataullin, presidente de la asociación, asistió a varios eventos de FIFPRO, como la Asamblea General de la División Europa en Montenegro y el congreso de FIFPRO en Uruguay. En Montenegro se dirigió a todos los asistentes para explicarles exactamente la grave situación que vive su país y su población y el estado actual de los jugadores y del fútbol profesional.
Junto con FIFPRO, Gataullin organizó una financiación especial para las familias de los futbolistas que fallecieron durante la invasión, así como para otros 30 jugadores que se encontraron en circunstancias sumamente complicadas debido a la invasión.
Gataullin: “En nombre de la AUAPFP queremos expresar nuestra más sincera gratitud a toda la familia FIFPRO y a todo el personal de FIFPRO por su gran apoyo, que nos motiva e inspira en estos tiempos difíciles. Ustedes, la comunidad internacional, nos ofrecen un hombro amigo y eso es exactamente lo que nos ayudará a la población ucraniana en nuestra batalla desesperada y brutal contra el agresor”.
