- Exfutbolistas irlandesas hablaron a principios de este mes sobre las insinuaciones sexuales inapropiadas que sufrieron por parte de varios entrenadores masculinos en la década de 1990.
- El sindicato (PFA) de Irlanda ha estado apoyando a este grupo de jugadoras durante un proceso que comenzó en noviembre de 2023
- Aunque las jugadoras no eran profesionales a tiempo completo cuando se produjeron los incidentes, la PFA no dudó en ofrecer su ayuda
Exjugadoras de fútbol femenino irlandesas hablaron recientemente de haber sufrido insinuaciones sexuales inapropiadas por parte de varios entrenadores masculinos en la década de 1990.
El grupo de futbolistas compartió sus historias a principios de este mes en un documental que se emitió en la televisión pública irlandesa y en un reportaje de cuatro páginas en uno de los principales periódicos dominicales del país. El Primer Ministro irlandés elogió a las jugadoras por hablar.
El sindicato de jugadores (PFA) de Irlanda ha estado apoyando a este grupo de futbolistas durante un proceso que comenzó en noviembre de 2023 con una llamada telefónica por parte de los periodistas de investigación que finalmente dieron a conocer la noticia a principios de este mes. Se pusieron en contacto con el secretario general de la PFA de Irlanda, Stephen McGuinness, en busca de apoyo experto, después de haber estado hablando con exjugadoras que habían sufrido insinuaciones sexuales no deseadas por parte de varios entrenadores, incluido un antiguo seleccionador nacional femenino.
Algunas jugadoras estaban profundamente traumatizadas y muchas ignoraban que otras futbolistas habían sufrido experiencias negativas similares. Aunque las jugadoras no eran profesionales a tiempo completo cuando ocurrieron los incidentes, la PFA de Irlanda no dudó en ofrecer su ayuda.
"Sentíamos la obligación moral de ayudarlas", declaró McGuinness a FIFPRO. "No tenían otro lugar al que acudir. Estas mujeres necesitaban apoyo y, aunque nunca antes nos habíamos enfrentado a una situación similar, probablemente estábamos en la mejor situación para ofrecerles ese apoyo: tenemos abogados expertos, sabemos cómo organizar apoyo en salud mental y, si es necesario, también podemos conseguir otros conocimientos especializados".
El reto más importante para el sindicato era ganarse la confianza de las futbolistas, que a causa de sus experiencias habían perdido la fe en muchas personas dentro del fútbol.
"Su confianza había sido quebrantada, así que hicimos todo lo posible para no volver a hacerles daño", dijo McGuinness. "Nos tomamos nuestro tiempo para construir esa relación y nos ganamos esa confianza cumpliendo lo que nos pidieron".
"Organizamos apoyo jurídico y de salud mental, y prometimos sentar a la federación irlandesa (FAI) a la mesa, pero sólo organizamos estas reuniones cuando decidieron que estaban preparadas para tenerlas. Las jugadoras apreciaron nuestro enfoque".
Antes de reunirse con las futbolistas, el personal de la PFA de Irlanda se preparó hablando con un psicoterapeuta.
"Esta sesión fue muy útil ya que necesitábamos comprender a fondo cómo podíamos mantener conversaciones adecuadas con las jugadoras", señaló McGuinness. "Teníamos que ser plenamente conscientes de los límites a la hora de preguntarles si querían compartir sus experiencias. Para nosotros no era necesario entrar en demasiados detalles, ya que esa era tarea de la policía y del apoyo en salud mental".
"Fue un reto sentarme frente a ellas, escuchar a personas de cuarenta y cincuenta años hablar de estas experiencias que algunas aún no habían contado a sus familias. Fue triste escuchar por lo que han pasado todos estos años, pero también es triste ver por lo que siguen pasando ahora".
El principal objetivo de las jugadoras, que desean ser conocidas como Sportswomen Against Abuse, y del sindicato irlandés era que se contara la historia de las mujeres.
"Querían contar sus historias porque eso significaría que esas personas ya no tendrían control sobre ellas. Tuvimos que convencer a las jugadoras de que sus historias serían escuchadas, ya que su temor era que los entrenadores siguieran teniendo influencia y pudieran impedir cualquier publicación. Su historia tenía que contarse y no permanecer oculta dentro del fútbol, ya que esto permitiría que otras jugadoras con historias similares se sintieran lo suficientemente seguras como para salir a la luz".
El sindicato proporcionó a cada jugadora el apoyo que necesitaba. "Por supuesto seguimos apoyándolas, pero lo que aún no sabemos es cuántas exjugadoras se pondrán en contacto con nosotros después de ver el documental, ya que hasta hace poco los entrenadores implicados seguían formando parte del fútbol".
Algunas de las acusaciones son ahora objeto de una investigación policial. De cara al futuro, la PFA de Irlanda es consciente de que aún queda mucho trabajo por hacer para que el fútbol profesional irlandés sea un lugar seguro tanto para las jugadoras como para los jugadores.
"Sabemos que la FAI ha realizado una importante labor de salvaguardia en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer para que el fútbol sea lo más seguro posible", declaró McGuinness.
A la Asociación Irlandesa de Fútbol le gustaría que todos los clubes aplicaran políticas de salvaguardia. "Queda mucho trabajo por hacer, pero creo que estamos en el buen camino para mejorar la situación. Por desgracia para estas futbolistas llega treinta años tarde, pero si ese puede ser su legado, entonces hay que sacar algo positivo de todo esto".
Cualquier persona que haya sufrido daños o abusos por parte del fútbol irlandés puede ponerse en contacto con Raiseaconcern, un contratista independiente que la FAI ha contratado para tomar declaraciones. Los números de contacto de Raiseaconcern son +353 (0)1 6107929 o +353 (0)86 0299929. También se les puede enviar un correo electrónico a [email protected].