Por Manal Azzi
El calor es un asesino silencioso que amenaza la salud y la vida de un número creciente de trabajadores en todo el mundo. Esta es la advertencia urgente de un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo, que publicamos el 25 de julio de este año.
El mismo día, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamamiento a la acción: "Necesitamos medidas para proteger a los trabajadores basadas en los derechos humanos".
Las pruebas son claras. Cada año, más de 2.400 millones de trabajadores están expuestos al sol y al aumento de las temperaturas. Casi 19.000 trabajadores mueren de cáncer de piel no melanoma, mientras que otros 22,85 millones sufren diversas lesiones en el lugar de trabajo. Como subraya nuestro informe, los deportistas, incluidos los futbolistas profesionales, pertenecen a las ocupaciones más exigentes desde el punto de vista físico. Necesitan protección y la necesitan ya.
El peligro empieza con el exceso de calor: aumento de la temperatura del aire y, a menudo, de la humedad. En el verano europeo actual, por ejemplo, los futbolistas juegan en condiciones más calurosas que hace una década. En julio de este año, cuando la temperatura superó los 40 grados en la capital rumana, Bucarest, el sindicato de jugadores y la liga profesional acordaron cambiar los horarios de los saques de salida e introducir descansos para refrescarse.
El sindicato rumano y la liga acuerdan modificar el horario del saque inicial para proteger a los jugadores del calor extremo
Los deportistas son especialmente vulnerables por una sencilla razón: el calor que ellos mismos generan. Al esforzarse sobre el terreno de juego, a menudo durante 90 minutos o más, los futbolistas producen calor metabólico. Cuanto más fuerte y más tiempo corren, mayor es el calor y mayor es el riesgo al que se enfrentan.
En estas condiciones, los jugadores se encuentran expuestos al estrés térmico y a sus efectos nocivos. Éstos pueden ir desde síntomas leves, como fatiga y mareos, hasta los graves riesgos de agotamiento, insolación y trastornos de fluidos, pasando por las afecciones a largo plazo que acortan nuestra vida, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Pero los riesgos no acaban aquí. Como todos los deportistas, los futbolistas trabajan bajo una intensa presión psicológica. Impulsados a rendir al máximo, a veces juegan a pesar del dolor, ignoran las señales de peligro y se guardan las dudas para sí mismos.
Una carga de trabajo cada vez mayor no hace sino aumentar el riesgo: más partidos, menos descanso y pausas más cortas entre temporadas auguran un estrés aún mayor. A medida que los futbolistas juegan más torneos en el calor del verano, son más vulnerables a la fatiga, las lesiones, la ansiedad y la depresión. La necesidad de una regulación adecuada, dentro de una cultura más amplia de respeto a la salud y la seguridad, nunca ha sido tan urgente.
Once consejos para afrontar el calor en el fútbol profesional
La Organización Internacional del Trabajo lleva más de un siglo trabajando para mejorar las condiciones en el lugar de trabajo. Nuestra visión es clara: trabajo decente para todos los seres humanos. Como organismo especializado de las Naciones Unidas, prestamos servicios a 187 Estados miembros de todo el mundo.
Basándonos en décadas de investigación y formulación de políticas, hemos elaborado un corpus de leyes y orientaciones que protegen a todos los trabajadores de las condiciones meteorológicas extremas y de los riesgos emergentes de nuestra crisis climática. Nuestros convenios fundamentales declaran que todos los deportistas profesionales tienen derecho a protección; todos tienen derecho a la salud y la seguridad en el lugar de trabajo.
Nuestro Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores subraya que la prevención y la precaución son vitales. Definimos la salud en el lugar de trabajo no sólo como la "ausencia de afecciones o enfermedades", sino también como los "elementos físicos y mentales que afectan a la salud y están directamente relacionados con la seguridad y la higiene en el trabajo". En otras palabras todos gozamos del derecho básico a sentirnos seguros y protegidos en nuestro lugar de trabajo.
El convenio pide a los empresarios que garanticen que el lugar de trabajo no supone ningún riesgo para la salud de los trabajadores. Las leyes por sí solas nunca son suficientes. La forma en que las organizaciones deciden aplicarlas -a través de sus instituciones, cultura y normas- es fundamental para la buena gobernanza.
Con este espíritu, los empresarios deben proporcionar a los deportistas y a sus representantes información adecuada, formación apropiada y la oportunidad de hacer preguntas y participar en la toma de decisiones. Los empresarios deben escuchar lo que dicen los deportistas.
En resumen nuestro convenio defiende los valores y principios de la gobernanza colectiva, en la que los trabajadores y sus empleadores comparten una visión del lugar de trabajo y de cómo mejorar sus condiciones. El diálogo es vital.
El diálogo social global en el fútbol profesional
En 2022, la OIT ofreció apoyo y orientación cuando FIFPRO y el Foro Mundial de Ligas negociaron el primer Acuerdo Laboral Global en el fútbol profesional. Fue en nuestra sede de Ginebra donde los dos socios firmaron efectivamente un nuevo contrato social, en el que la dignidad y los derechos de cada trabajador están garantizados por la gobernanza colectiva. Fundaron una nueva institución democrática para encarnar ese contrato, y la OIT espera con interés el trabajo que queda por delante.
El acuerdo se hace eco de una de las conclusiones de nuestro nuevo informe sobre el calor: el diálogo social debe ser la base de la acción. Los trabajadores y sus representantes deben participar en las decisiones que conduzcan a un lugar de trabajo más sano y seguro.
A medida que nuestro mundo se calienta, trayendo nuevos riesgos al campo de fútbol, el lugar de trabajo de decenas de miles de futbolistas en todo el mundo, la gobernanza colectiva apunta a un futuro mejor. Representa una oportunidad para que los trabajadores y sus empleadores se sienten a la misma mesa, con la cabeza fría y la mente clara, para que juntos gestionen los riesgos de nuestra crisis climática.
En la OIT estamos dispuestos a apoyar su labor.
Sobre
Manal Azzi
Manal trabaja para la Organización Internacional del Trabajo. Es responsable de Salud y Seguridad en el Trabajo en el Departamento de Gobernanza y Tripartismo.