Israel Concussion And Headers IMG 0944

Michal Ravitz: "Espero que Bioeye marque una gran diferencia para el bienestar de los futbolistas"

Noticias

Comparte esta cita

Cerrar
Israel Concussion And Headers IMG 0944
Michal Ravitz Israel
Sobre

Michal Ravitz

Es una exfutbolista israelí que ganó ocho títulos de liga. Hoy es entrenadora en la Academia juvenil de mujeres de la Federación Israelí de Fútbol y ha participado recientemente en un estudio sobre conmoción cerebral con FIFPRO y la Organización Israelí de Futbolistas.

Casi a diario padezco de graves dolores de cabeza, acompañados de cansancio extremo (especialmente en la vista). Los médicos no han podido establecer exactamente la causa ni saben cómo poner fin a esa condición, únicamente me aconsejan sobre cómo vivir con ello.

Cuando puedo, me tumbo en una habitación oscura y espero a que pase el dolor, pero a veces eso no es posible y simplemente hago una mueca, aguanto y enfrento la situación. Lo sobrellevo. Disfruto mi vida como entrenadora y como madre, pero con frecuencia me pregunto si mi carrera como jugadora tuvo algo que ver con mi condición actual.

Tan solo tenía 18 años cuando sufrí mi primera lesión grave en la cabeza y fue la peor con diferencia. Estaba apenas en el segundo día de mi servicio militar, siguiendo un exhaustivo periodo de entrenamiento, y después de solicitarlo muchas veces, finalmente me permitieron dejar el campo a las 5 de la mañana para viajar y participar en la Final de los Juegos Macabeos.

Desafortunadamente, mi partido fue efímero. En mitad de la primera parte, fui a disputar una pelota alta con una jugadora del equipo contrario, que me golpeó en el centro del cuerpo, lo que me hizo dar una voltereta y caer de cabeza. Recuerdo estar tumbada allí, sin poder incorporarme, pero no fue hasta más tarde cuando me comunicaron que había estado 15 minutos inmóvil.

Proyecto piloto sobre cabezazos y conmociones en el fútbol de élite

No comprendí el alcance de la lesión y pedí al árbitro que me permitiera volver al partido –ajena completamente a lo que acababa de ocurrir– y todos me miraban como si estuviera loca.

Resultó que tenía una conmoción cerebral de segundo grado. Pese a la medicación que recibía en el hospital, seguí sintiéndome fatal durante casi tres semanas. Tan pronto como comencé a sentirme mejor volví a jugar, pero como defensa central (y algo temeraria) recibí muchos golpes, a veces en la cabeza.

Hacia el final de mi carrera, cuando un balón me golpeó fuertemente en la cabeza, vi un flash de luz que me dejó sin visión y que persistió durante algunas horas. Acudí al hospital un par de veces, pero no pudieron darme explicación al respecto. Así que lo acepté y seguí jugando.

Ahora me pregunto si esas lesiones están detrás de los persistentes dolores de cabeza que padezco hoy en día. En caso afirmativo, ¿qué podemos hacer para impedir algo así en el futuro?

Michal Ravitz IMG 0943
Michal Ravitz

Estas experiencias me han modelado como entrenadora y soy muy cauta con las futbolistas en la práctica: les enseño el modo correcto de cabecear e incluso entonces, sólo con balones blandos. No puede predecirse lo que harán sobre el campo de juego. En ese momento, irán tras la pelota de cualquier modo posible, pero intento hacer tanto como puedo para compensar cualquier lesión grave que pueda ocurrir.

Esto incluye informarme lo máximo posible sobre la investigación más reciente sobre conmoción cerebral. Soy lo bastante afortunada como para trabajar con gran personal médico, a quien por supuesto puedo remitirme y formular preguntas. Pero creo que también es importante leer y aprender tanto como pueda, de forma que pueda tomar decisiones que beneficien la salud y el rendimiento de mis jugadoras.

Hace poco hemos participado en un estudio piloto con Bioeye, que aplicó sensores no invasivos en la cabeza de las jugadoras para poder detectar movimientos asociados a una conmoción cerebral. Tras el entrenamiento y los partidos, las futbolistas se someten a una prueba para evaluar la capacidad de reacción de sus ojos, y a partir de esos datos podemos ver si se ha producido algún daño.

La experiencia me ha parecido sumamente interesante, no menos porque mis propios dolores de cabeza guardan relación con la debilidad de mi visión, y ha sido todo un privilegio formar parte de una investigación que, sinceramente, espero continúe marcando una gran diferencia en el bienestar de las futbolistas.

Israel Headers And Concussions Pilot Project
Israel Headers And Concussions Pilot Project 3
Israel Football Association's Women's Academy

Para ser sincera, aunque hubiera sabido la gravedad que las lesiones en la cabeza podían tener en mi vida posteriormente, aun así hubiera tomado exactamente las mismas decisiones sobre el campo de juego.

Cuando estás en un partido, el fútbol es todo. Si estás preocupándote constantemente por tu salud o tu seguridad, nunca podrías darlo todo. Por eso, reducir las oportunidades de que se produzcan posibles daños derivados de una conmoción cerebral debe ser responsabilidad de quienes están del lado de afuera del campo.

Programas como Bioeye darían a los doctores y entrenadores la capacidad de saber cuándo es seguro para un futbolista jugar, cuándo debe descansar durante un par de semanas, o quizá cuándo algo es totalmente erróneo. Porque, afrontémoslo, si preguntas a los propios jugadores, su afán por jugar probablemente supere toda preocupación de salud, especialmente si no es algo sumamente obvio.

No obstante, pese a lo importante que el fútbol pueda parecer, no es algo que vaya a durar para siempre y, a final de cuentas, tu salud debe ser lo primero. La tecnología que tenemos hoy en día es ya muy superior a la que disponíamos cuando yo jugaba, por lo que no miro atrás con remordimiento, sino que espero cambiar el fútbol para las futbolistas del futuro.