Emina Ekic 1

Emina Ekic: "Cumplir el Ramadán el año pasado me hizo dar cuenta de la importancia del diálogo con los clubes"

Historias de futbolistas

Comparte esta cita

Cerrar
Emina Ekic 1

Sobre la autora
La futbolista bosnio-estadounidense Emina Ekic es centrocampista del Spokane Zephyr de la USL Super League (Estados Unidos) y de la selección nacional femenina de Bosnia y Herzegovina. De 25 años, habla de cómo desafiar los estereotipos y las percepciones de los musulmanes y de la importancia de que las jugadoras mantengan conversaciones con los clubes sobre el cumplimiento del Ramadán.

Por Emina Ekic

Puede que no me parezca a lo que la gente percibe como una musulmana media. Cuando salgo no hay nada que muestre visiblemente mi religión y sólo llevo hiyab cuando voy a la mezquita o a un acto religioso. Muchos musulmanes de Bosnia hacen lo mismo.

Siempre había practicado mi religión en casa con mi familia pero nunca hablé abiertamente del tema hasta que fui a la universidad. La mayoría de la gente de Louisville, Kentucky, donde crecí, no era musulmana.

Un día en la universidad me invitaron a ir a la Fellowship Christian Athletes. Fue la primera vez que hablé abiertamente de mi religión porque respondí: "En realidad no soy cristiana, soy musulmana". Aunque nunca había ocultado mi religión a los demás aquel momento supuso un gran alivio. Por primera vez pude decir: "Esto es lo que soy".

Tenía miedo de la reacción de la gente porque sé que, por desgracia, cuando algunos oyen "musulmán" pueden pensar en estereotipos negativos. Sin embargo mis compañeros se mostraron tranquilos. Al principio pensaron que estaba bromeando. Después de todo no había nada en mí que indicara visiblemente que era musulmana. Pero después querían saber más y me hicieron muchas preguntas.

Me educaron para respetar todas las religiones y reconocer que todas comparten valores similares. Mis padres llegaron a Estados Unidos en los años 90 huyendo de la guerra en los Balcanes y recibieron mucha ayuda de la Iglesia cuando llegaron a Louisville. No tenían familia, nada a lo que volver, no hablaban mucho inglés por aquel entonces, así que la Iglesia fue su red de apoyo para ayudarles a salir adelante. Por eso mis padres siempre nos han inculcado a mi hermano y a mí los valores de la caridad y de ser amables con los demás.

Emina Ekic 2
Crédito: Emina Ekic

Llevaron a mis padres a un centro comunitario de Louisville, que en aquella época tenía bastantes refugiados árabes y ahí fue donde me enamoré por primera vez del fútbol. Mi padre jugaba con gente de la comunidad iraquí. Me encantaba verlo y de niña yo también quería jugar. Mis padres estaban abiertos a la idea de que yo jugara al fútbol, no estaban en contra, pero desde luego dudaban más conmigo que con mi hermano. Cuando tenía 10 años me apuntaron a mi primer equipo organizado y a partir de ahí todo fue rodado.

En esa época también cumplí por primera vez el Ramadán. Es un tiempo espiritual que te acerca a Dios. Durante 30 días se come antes del amanecer, se ayuna durante el día y se rompe el ayuno al atardecer.

Naturalmente puede ser difícil cumplir el Ramadán como deportista. Cuando jugué en Australia, por ejemplo, hacía calor durante el día, no puedes beber ni un sorbo de agua y necesitas hidratarte y alimentarte para rendir a un alto nivel. Pero hay algo que quiero recalcar sobre el Ramadán: nadie me obliga a hacerlo. No quiero compasión. Lo hago porque quiero. Es un momento de atención plena que me acerca a mi fe.

Hasta hace poco nunca me había puesto en contacto con ningún entrenador durante la temporada para decirle que estaba cumpliendo el Ramadán. No quería sentirme como una carga. No quería dar la impresión de estar regañando a nadie. Además el Ramadán era algo que hacía con mi familia, así que lo sentía como algo interno, alejado del fútbol.

Sin embargo la temporada pasada, cuando estaba en Australia con el Melbourne City, el entrenador, el fisioterapeuta y el nutricionista programaron una reunión conmigo. Fue algo inesperado así que al principio pensé que tenía problemas. Pero empezaron la reunión diciendo que sabían que se acercaba el Ramadán y que querían elaborar un plan a medida para ayudarme con mi nutrición, hidratación y recuperación durante ese mes. Me explicaron todos los detalles: "Va a hacer mucho calor en esta época, no harás gimnasia esos días, no harás recargas esos días".

Emina Ekic Melbourne City

Me tomó por sorpresa. No esperaba tener esa conversación con ellos pero fue algo que aprecié mucho. Incluso me dieron técnicas en las que nunca antes había pensado durante el Ramadán, especialmente en lo que se refiere a la ingesta de proteínas. Era la primera vez que un club se ocupaba de mis necesidades durante el Ramadán. También había una sala de oración que fue una sorpresa muy positiva para mí.

Después de eso me hizo pensar: ¿por qué nunca se lo había dicho a nadie? Es difícil en el sentido de que quieres rendir al máximo y, a este nivel, no quieres perder tu puesto. Tampoco quieres sentirte un incordio. Pero el hecho de que el Melbourne City se pusiera en contacto conmigo me tranquilizó. Hizo que la conversación fuera mucho más cómoda. En definitiva querían sacar lo mejor de mí durante ese tiempo, como jugador y como persona.

Mis compañeras de equipo no podrían haberme apoyado más. Taylor Otto, con la que jugué en la universidad antes de que nos ficharan para el Racing Louisville y con la que compartí habitación en Melbourne, cumplió el Ramadán conmigo en un día de descanso para ver cómo era.

Hicimos avena de un día para otro y comimos muchos carbohidratos -fruta, mantequilla de cacahuete, miel- antes del amanecer, cosas que se quemarán lentamente a lo largo del día. Caminamos, vimos la tele, leímos libros y más tarde fuimos de compras para preparar la cena para cuando rompiéramos el ayuno tras la puesta de sol. Muchas de mis compañeras fueron muy consideradas durante ese tiempo. Incluso fuera del Ramadán saben que no como cerdo, así que cuando íbamos a por burritos después del entrenamiento, me advertían de cuáles llevaban bacon. Eran tan tiernas.

Animaría a más jugadoras musulmanas a acercarse a su club antes y durante el Ramadán. Ojalá lo hubiera hecho antes: no me di cuenta de que era una posibilidad hasta ese año en Australia. Aunque no necesites ayuda, es bueno que la gente sepa que estás ayunando. Los clubes también deberían esforzarse por crear un espacio seguro y hacer esas preguntas.

Emina Ekic Bosnia

Sea cual sea su religión la gente acude a su fe en busca de apoyo. Siempre rezo antes de salir al campo, antes del entrenamiento, antes de los partidos. Me ayuda a sentirme protegida. Bromeo con mis amigos: ¡Tengo que portarme lo mejor posible porque es Ramadán! Pero como futbolista y como persona, es una época que me ayuda a dar un paso atrás y a tener más paciencia. Claro que te cansas. Pero como tampoco actúas de inmediato en función de las emociones, esa atención plena también puede mejorar tu juego.

Me convocaron por primera vez para la selección bosnia en julio de 2023. Aunque crecí hablando bosnio como primera lengua en casa, tardé un par de años en conseguir los papeles para el pasaporte, ya que nací en Estados Unidos.

Me siento muy orgullosa de representar a Bosnia. También sé cómo son las cosas en Estados Unidos y quiero ayudar a la selección bosnia a ser más competitiva dentro y fuera del campo, ya sea introduciendo un convenio colectivo o ayudando a encontrar otras jugadoras de origen bosnio para que podamos competir un poco más a nivel internacional.