- Morten Thorsby creó una fundación para ayudar a restaurar el equilibrio de la naturaleza.
- El centrocampista de Noruega y la Sampdoria es uno de los siete nominados a los Premios al Mérito de la FIFPRO.
- Morten quiere involucrar a más jugadores y hacer que el fútbol sea más sostenible.
- FIFPRO entregará los Premios al Mérito 2021 durante la Asamblea General de la próxima semana en París, Francia.
Realmente creo que los jugadores de fútbol pueden cambiar el mundo si usan su voz de la manera correcta. Lo hicieron con el racismo, lo hicieron con los derechos de la mujer, y con otros temas sociales. Creo que también tienen el poder de ayudar a cambiar la crisis climática.
Tuve mucha suerte de crecer en Noruega, rodeado de naturaleza y de montañas. Lo di por sentado. Cuando me mudé a los Países Bajos en 2014 tenía 18 años, y comencé a leer sobre los problemas ambientales que tenemos. Fue un gran shock. ¿Cómo era posible que nadie hablara de un problema tan grande?
No estamos en equilibrio con la naturaleza. Me refiero al cambio climático, el calentamiento global y los problemas ambientales, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la sobrepesca de los mares. Todo esto es parte de una gran crisis de sostenibilidad. Me preocupa mucho. Las consecuencias serán enormes si no hacemos nada. Tenemos que hacer mucho más.
Muchos jóvenes hablan de la depresión que padecen porque se sienten solos, y estos son temas que dan miedo. Empatizo con ellos, porque yo sentí lo mismo durante los primeros años que jugué en Holanda. Sentí que a nadie le importaba tanto como a mí.
Durante mi segundo año en el SC Heerenveen, el fútbol no iba tan bien. Me preguntaba si todavía podía justificar ser futbolista profesional, que es una aspiración egoísta, mientras todas estas cosas sucedían a nuestro alrededor. Lo hablé con mi familia y decidimos que lo mejor que podía hacer por el medio ambiente era ser lo mejor posible en el fútbol y usar mi voz. Así es como puedo tener el mayor impacto.
Para resolver las crisis climática y medioambiental, necesitamos involucrar a más personas. Los jugadores de fútbol tienen un alcance incomparable. Si trabajamos juntos, podremos involucrar a más de 3500 millones de seguidores. Es casi la mitad de la población mundial.
La mentalidad y las acciones de cada individuo afectan la mentalidad y las acciones de otras personas. Cuando me puse en marcha, de repente la gente a mi alrededor también lo hizo: familiares, amigos, compañeros de equipo, clubes. Somos animales sociales, por eso la acción individual realmente importa.
Lo primero que hice fue usar mi bicicleta en lugar de mi coche. Más tarde, compré un automóvil eléctrico para trayectos largos. Después comencé a hacer otras cosas, como reducir mi consumo de carne, que es un gran contribuyente a las emisiones y la destrucción ambiental. Y hace dos años, me di cuenta de que tenía que reducir los viajes en avión, porque volar también contribuye enormemente. Estoy haciendo todo lo que puedo, pero no soy perfecto. También soy pragmático. Vuelo con mi equipo porque ese es mi trabajo.
En Heerenveen, organicé que usáramos nuestras bicicletas en lugar de coches para ir a los entrenamientos, hicimos que el estadio fuera lo más sostenible posible usando menos energía y colocando paneles solares en el estadio.
Lo más importante que puede hacer usted como individuo es votar. Necesitamos cambios sistémicos y ese es el trabajo de los políticos y líderes estatales, pero necesitan nuestro apoyo.
Mi fundación, We Play Green, es una plataforma digital para jugadores de fútbol que quieren ayudar a resolver la crisis climática. Queremos hacer dos cosas: inspirar y permitir que los jugadores usen su voz. Nuestro objetivo es brindarles todas las herramientas que necesitan para hablar sobre esto, como producir historias con un propósito que ayuden a distribuir información a la familia del fútbol.
El objetivo es ayudar a restablecer el equilibrio con la naturaleza. No estamos restaurando la naturaleza por la naturaleza, lo estamos haciendo por nosotros. Asegurar la posibilidad de que nuestros hijos y nietos crezcan viviendo y jugando en un mundo como lo hacemos hoy. No se trata de salvar el planeta, se trata de salvarnos a nosotros.
He hablado con mucha gente: el ministro de medio ambiente de Italia, el primer ministro y el ministro de Medio Ambiente de Noruega, y estoy entusiasmado por tener una reunión con el vicepresidente de la Unión Europea, Frans Timmermans, que lidera el Pacto Verde Europeo.
Es muy interesante hablar con estas personas y escuchar sus puntos de vista, porque ellos toman las decisiones.
Creo que ellos también quieren hablar conmigo, ya que ven lo que yo veo: que los jugadores de fútbol realmente podríamos influir en muchas personas a las que ellos no llegan. Desafortunadamente, esa es la verdad: solo una parte muy pequeña de la sociedad escucha a los políticos y científicos. Los futbolistas pueden llegar a todos: jóvenes, ancianos, pobres, ricos. Nuestras voces tienen un poder enorme.
Imagínese a jugadores de todo el mundo uniéndose a nuestra plataforma y difundiendo la conciencia climática y medioambiental, lo que podría marcar una gran diferencia y ayudarnos a resolver las crisis climáticas.