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Ayisat Yusuf-Aromire: “El fútbol no tiene género”

Historias de futbolistas

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Ayisat Yusuf-Aromire
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Ayisat Yusuf-Aromire

La ex internacional nigeriana Ayisat Yusuf-Aromire ha ganado el Premio FIFPRO a la Voz del Jugador por sus esfuerzos en empoderar a niñas y mujeres gracias a la Fundación Ayisat-Yusuf-Aromire.

Mi historia es diferente a la de otras ex internacionales nigerianas. De niña no se me permitía hacer deporte. Me privaron de practicar cualquier cosa relacionada con el deporte porque vengo de un entorno musulmán.

Me apasionaba el fútbol y jugaba con los chicos, Pero cuando volvía a casa me castigaban hasta el punto de pegarme o no dejarme comer. Seguí jugando al fútbol porque era lo que realmente me gustaba hacer.

Las cosas cambiaron cuando me seleccionaron para jugar el Mundial Sub-20 de Canadá. Me emocioné mucho cantando el himno nacional nigeriano y se me caían las lágrimas. Por un momento recordé el pasado y pensé en lo que había dejado atrás para poder vivir ese momento.

Ese hecho cambió la opinión de mis padres, que a partir de ese momento me permitieron jugar. Toda mi comunidad estaba muy orgullosa de mí y fue mi mayor alegría. Ayudó a romper los estereotipos y a cambiar la perspectiva de los padres sobre las niñas. Ellas también deben tener derecho a practicar deporte.

Cuando jugaba con la selección mayor nigeriana, un club de Finlandia se fijó en mí. Fue mi oportunidad de convertirme en una voz para aquellos que no la tienen y de ser un buen modelo de conducta para crear más conciencia sobre el hecho de que el fútbol no tiene género.

El fútbol me ha permitido conseguir cosas increíbles en mi vida y, sin él, no habría estado donde he estado, ni habría conseguido muchas de las cosas que he logrado.

Todo el mundo debería tener derecho a practicar deporte, esta es la razón por la que creé mi fundación. Realmente mi intención era tener un impacto en la sociedad, ser un agente de cambio y permitir que todo el mundo pueda vivir una vida mejor.

Me retiré en 2009, un año después de los Juegos Olímpicos de Pekín. En ese momento seguía en activo, pero entendí que había vida después del fútbol. Hice algunos cursos de entrenadora de fútbol porque mi intención era seguir en el mundo del deporte. Actualmente trabajo como instructora deportiva para un grupo multinacional de mujeres. Llevo aquí unos 10 años. También entreno a dos clubes diferentes en Finlandia.

Mi otra pasión es mi fundación, la SheFootball Initiative. Cuando jugaba al fútbol, no tenía ningún modelo a seguir. No había ningún sindicato de futbolistas, por eso creé la fundación. Creo que cuando tienes influencia en una vida, aportas valor. Y cuando apoyas a alguien, tienes un impacto en su vida.

Y lo que es más importante, cuando inspiras a alguien, haces que esa persona se de cuenta de que hay esperanza. Quiero que las jugadoras jóvenes se den cuenta de que haciendo lo que amas, puedes ser llegar a ser una persona increíble: una leyenda, un modelo a seguir, un icono. No se trata solo de mí, sino de la gente que me rodea, porque quiero que todo el mundo se sienta implicado y crea que el deporte, o el fútbol en particular, no tiene género.

La fundación es una forma de promover la igualdad, la salud y de apoyar a las jóvenes en su derecho a practicar deporte. Todos los años organizamos una conferencia para jóvenes futbolistas. Invito a ex internacionales, para que las futbolistas puedan ver modelos de conducta. También invito a abogados para que los jugadores conozcan sus derechos. Hay activistas que vienen a hablar sobre el abuso sexual, la violencia y otros temas importantes. También participan funcionarios del ámbito del fútbol.

Utilizamos el fútbol como plataforma para reunir a los jugadores, educarlos y hacerles comprender que el fútbol puede ser una profesión.

Esta iniciativa ha tenido mucho éxito. El primer año había 172 chicas, ahora hay más de 400. Ha crecido tanto que ya no puedo detenerla. Está aquí para quedarse.

Después de la conferencia, dividimos a las chicas en diferentes grupos. Se les da nombres como equipo Nigeria, equipo Finlandia, equipo Alemania, etc. Luego juegan un torneo hasta llegar a la final. También hay premios individuales. Otra cosa que hago es patrocinar a dos de las chicas. Una de ellas va a la escuela de formación profesional. Está aprendiendo a ser peluquera así que, en cierto modo, la conferencia es para la parte educativa y el fútbol es para el resto de la semana.

La formación es realmente importante, por eso los sindicatos de jugadores también lo son. Cuando yo jugaba no había ningún sindicato en Nigeria. No teníamos a nadie que te diera voz o te apoyara. Pero cuando te unes al sindicato de jugadores, empiezas a conocer tus derechos. Y si sucede algo, tienes personas a las que llamar, tienes tu sindicato de jugadores con los que puedes comunicarte. Eso te da fuerza y puedes concentrarte en dar lo mejor de ti para el equipo.

Ganar este premio ha sido algo tremendamente importante para mí. Me ha dado mucha fuerza y esperanza para poder seguir adelante. Es algo grande para mí como persona y para las chicas a las que trato de apoyar, intentando que el proyecto pueda influir de forma positiva en sus vidas. Ellas se darán cuenta de que intento que sean más felices y reciban el crédito que merecen de diferentes personas y organizaciones como FIFPRO.