Ingrid Stenevik

Ingrid Stenevik: “Quiero dedicar mi tiempo a ayudar a otros”

Historias de futbolistas

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Ingrid Stenevik
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Sobre

Ingrid Stenevik

Es una futbolista noruega de 27 años que juega para el SK Brann Kvinner, club que en origen fue parte del Sandviken IF. Justamente el Sandviken IF formó el primer equipo de fútbol calle femenino de Noruega, que brinda la oportunidad de entrenar y ser parte de un equipo a quienes provienen de entornos complejos. Ingrid fue pionera en el éxito de la iniciativa.

Mi madre siempre decía que desde muy pequeña me interesaba acercarme a la gente que estaba en los márgenes de la sociedad. Mi misión era hacerla sentir bien recibida. En el colegio me atraían los niños que no tenían tantos amigos y para mí era importante tratar de estar ahí para los que afrontaban dificultades.  

No es algo que haya realmente percibido hasta que empecé a trabajar con el equipo de fútbol calle y comprendí la felicidad que me producía marcar una diferencia en la vida de las personas.  

Hubo un equipo de fútbol calle en Noruega durante mucho tiempo pero era principalmente masculino, en parte porque muchas mujeres vulnerables no se sentían cómodas en un entorno unisex.  

Ahí es cuando el equipo Sandviken IF de fútbol calle entra en acción. Ofrece un entorno seguro para las mujeres que han afrontado diversos problemas en la vida: desde la salud mental al abuso de sustancias.  

Dos veces a la semana entrenaba allí y, si aprendí algo sobre mí misma, es: ¡no estoy hecha para entrenar! Soy demasiado impaciente para mirar todo desde un costado. De hecho me encantaba que fuesen impares en el entrenamiento así podía unirme y jugar con ellas.  

Ingrid Stenevik Sandviken IF
Ingrid Stenevik (abajo a la derecha), con jugadoras del equipo callejero del Sandviken IF

Por suerte dirigir no era mi función más importante. Lo principal era crear un espacio para estas mujeres donde se sintieran bien recibidas, felices y apoyadas. Sí, se trataba de realizar el mejor trabajo de equipo posible, aunque sus ventajas no se observaran necesariamente sobre el campo de juego.  

Como no tengo formación en psicología o terapia, tuve que dar un paso atrás para no involucrarme demasiado. No tengo el conocimiento sobre cómo distanciarme de las dificultades que todas estas mujeres han tenido que afrontar o sobre cómo ayudarlas a superar su dificultades.  

Pero puedo ser una amiga para ellas. Saben que pueden confiar en mí y abrirse a mí y a las otras mujeres. Ayudarles de ese pequeño modo fue muy gratificante.  

Las mujeres nos comentaron lo hermoso que era sentir finalmente que pertenecían a algún lugar, tomarse un descanso de la sociedad que tan frecuentemente las apartaba. No importaba si tenían experiencia en el fútbol o nunca habían pateado una pelota. Todas eran iguales.  

Formaban parte de algo y trabajaban juntas para conseguir mejorar, ya sea a nivel mental, físico o solo pasando el rato.  

En un comienzo las sesiones eran de 10 a 13hs e incluían desayuno, comida y sesión de entrenamiento. Pero vimos que cada vez más gente quería quedarse más tiempo y aprovechar aún más la iniciativa. Así que la ampliamos. Algunas de ellas incluso empezaron a ejercer como voluntarias en el club los días de partido porque se sienten parte del equipo.  

Es tan reconfortante ver a estas mujeres, después de todo por lo que han pasado, dejar esas malas experiencias en la puerta, llegar y ponerse a jugar al fútbol. Estar despreocupadas y felices y a veces hasta por demás competitivas. Para mí, ese tipo de bienestar y disfrute debería ser accesible a todas las personas, al menos ocasionalmente, pero hay mucho trabajo que hacer para convertirlo en realidad.  

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Ingrid Stenevik, jugando para el SK Brann Kvinner

El fútbol femenino ha experimentado un gran auge de popularidad en los últimos años, con un potencial de mercado en rápido crecimiento, y creo que como jugadoras tenemos la responsabilidad de demostrar que podemos marcar la diferencia. Esta es nuestra oportunidad para hacer que las personas comiencen verdaderamente a tenernos en cuenta, para expresarnos claramente y convertirnos en modelos reales para los niños dentro y fuera del campo.  

Desafortunadamente, he llegado a una fase de mi carrera en que, para lograr todos mis objetivos profesionales, al mismo tiempo que trabajar en otro empleo de logística, tengo que dar un paso atrás en mi trabajo con el equipo de fútbol calle y centrarme en mi propio partido.  
 
Sigo defendiendo la causa y me mantengo en contacto aunque sea desde fuera en la medida que puedo. Se trata de dedicar tiempo a hacer lo que puedas y aprovechar tus capacidades y plataforma para difundir algo positivo en el mundo.  

Mucha gente podría haber asumido esa función con vistas a ser luego entrenadores. Pero como he mencionado siempre, esa función no era realmente para mí. Lo confirmó es que deseo emplear mi tiempo en ayudar a los demás, a estar ahí para las personas que afrontan dificultades.  

Por lo tanto, aunque me encanta el fútbol y es un sueño jugar a nivel profesional, cuando finalice mi carrera deportiva deseo volver a prepararme para trabajar en la sala de emergencias de un hospital, donde puedo ofrecer confort y atención a las personas en los momentos que más lo necesitan.  

Cada dos semanas, nuestra serie #CommunityChampion destaca las actividades de un jugador o jugadora profesional que ayudan a mejorar la vida de otras personas de su comunidad.

Desde 2008 y a través del Premio al Mérito, FIFPRO ha honrado a los jugadores profesionales que hacen una gran contribución a una obra de beneficencia.