El pasado mes de marzo, Kusini salió del banquillo para marcar su primer gol en la A-League. El joven delantero celebró entusiasmado su disparo frente a los seguidores del Melbourne Victory, antes de sellar el triunfo 3-1 con una asistencia a su capitán, Stefan Mauk.
Desafortunadamente, el destacable juego de Kusini quedó eclipsado por los insultos racistas que recibió en sus cuentas de redes sociales. Meses después, continúa recibiendo comentarios ofensivos, una experiencia que, desafortunadamente, es demasiado común para muchos futbolistas en el fútbol actual.
En primer lugar, ¿cuándo te diste cuenta por primera vez de que estabas recibiendo comentarios racistas en tu cuenta de Instagram?
Nada más llegar al vestuario tras finalizar el partido, mientras celebrábamos nuestro resultado, vi el móvil y estaba recibiendo numerosos mensajes y comentarios en mi cuenta, que no necesariamente eran racistas, pero sí bastante insultantes. Después, al llegar al hotel, observé que mi hermano había publicado algo en las redes sociales, y vi que alguien más había subido una captura de pantalla de los comentarios; así que no los vi directamente, pero es cuando por primera vez me llamaron la atención.
¿Cómo te hicieron sentir?
En realidad no me hundieron; no me resultaron demasiado hirientes, creo que el hecho de que fueran anónimos me hizo no tomármelos muy a pecho.
¿Cuál fue la experiencia que más te afectó? ¿El propio insulto? ¿Que fuera público? ¿O el hecho de que fuera tan fácil para los responsables hacer lo que hicieron?
Creo que esto último: es demasiado fácil para cualquier persona publicar un comentario en línea que puede ser muy ofensivo para otros, sin que deban rendir cuenta de sus actos.
Tu gol contra el Melbourne Victory fue el primero que marcaste en la A-League. ¿Cómo ha repercutido esta experiencia negativa en lo que sería un hito positivo en tu carrera?
No creo que haya tenido demasiadas consecuencias. He seguido recibiendo muchos mensajes positivos de mi familia y amigos, y todos hablan sobre el gol y la celebración, y no tanto sobre los insultos racistas que he soportado, pero obviamente deslució parcialmente un momento muy especial.
¿Por qué crees que hay personas que se sienten libres para atacarte (o a otros futbolistas profesionales) sin ninguna consecuencia?
Creo que para la gente es demasiado fácil realizar una crítica en línea, y por alguna razón se tiende a pensar que porque somos futbolistas debemos aceptarlo sin más; debemos aguantarlo sin rechistar. Pero no es algo que nadie deba soportar: seas futbolista, o no.
¿Te has sentido apoyado por las medidas que han adoptado tu club e Instagram después de este incidente?
El club me ha ayudado mucho y se ha asegurado de que yo estuviera bien, me ha animado y ha tratado de emprender las medidas adecuadas para mejorar la situación. Fue duro, porque en realidad no podía hacer mucho, pero creo que Instagram probablemente podría haber hecho algo más para concebir un modo en que la gente se responsabilice de sus actos en línea. Dejando aparte esa última opinión, todo lo demás se manejó bastante bien.
¿La cuestión de los insultos en línea suele hablarse entre los jugadores?
Supongo que quienes reciben ese tipo de ofensas seguramente lo comentan con su familia y amigos. Tratamos de que el vestuario sea un lugar positivo y feliz, por lo que en realidad no suele plantearse allí. Quizá pudiera debatirse algo más, porque los compañeros de equipo están ahí para apoyarse y animarse mutuamente, y nos respaldamos entre nosotros: así que quizá es algo de lo que deberíamos hablar, para hallar formas de prevenirlo.
Sé que algunos compañeros de equipo también han recibido comentarios ofensivos desde algunas de las mismas cuentas que me insultaron racialmente, y después de cada partido desde aquél encuentro con el Melbourne Victory he recibido insultos en línea.
Desafortunadamente, los incidentes de intolerancia racista parecen ir al alza en las redes sociales. ¿Cómo te gustaría ver que se aborda esta cuestión en lo sucesivo?
Recientemente he observado que los insultos en línea van en aumento, incluyendo los insultos racistas. Creo que una de las cosas que podría hacerse es que estas plataformas donde la gente recibe estos comentarios -como Instagram, por ejemplo– implanten algún modo de identificación cuando creas una cuenta, proporcionando algún tipo de identificación, como por ejemplo el permiso de circulación. Así, cualquier persona podría tener que dar cuenta de sus actos, y ello podría contribuir a que la gente deje de hacer cosas como estas en el futuro.
¿Tienes algún mensaje que transmitir a quienes utilizan las redes sociales para expresar comentarios ofensivos y racistas?
A nadie le gusta recibir insultos. A nadie le gusta recibir un trato racista. No es agradable, y no te hace mejor persona: no les hace ser mejores personas. Simplemente, tratemos de ser amables unos con otros y difundir positivismo.