En la década de 1980, Barnes jugó para el West Ham United y otros clubes. A menudo sufrió abusos racistas, incluidos gritos de mono y que le lanzaran cáscaras de plátano.
Ahora, como presidente de FIFPRO Europa y director general adjunto de la PFA inglesa, espera poder poner su experiencia al servicio del cambio en el panel de la UEFA.
“En los casos que están directamente relacionados con la discriminación, es importante contar con personas que tengan una experiencia directa con ella”, dijo Barnes. “También es importante que un órgano judicial o panel represente a su circunscripción”.
“He sido jugador, he sido administrador, yo mismo he sido víctima de abusos racistas, entiendo lo deshumanizante que puede ser. Debería poder proporcionar una visión más subjetiva de los efectos que las sanciones pueden tener sobre los jugadores y los aficionados”.
En 2018, la UEFA ordenó a Bulgaria jugar dos partidos sin espectadores y pagar una multa de 75000 euros después de que los aficionados abusaran racialmente de los jugadores de la selección nacional de Inglaterra. La sanción fue objeto de muchas críticas, especialmente porque el partido ya se había jugado en un estadio parcialmente cerrado debido a un comportamiento racista anterior.
“Ese cierre parcial no tuvo ningún efecto disuasorio, no detuvo a aquellos que querían continuar con su abuso racista”, dijo Barnes. “Por lo tanto, una de mis primeras preguntas será analizar si las pautas para posibles sanciones son adecuadas y apropiadas, o si tenemos que refinarlas”.
“Los clubes y las federaciones de fútbol tienen la responsabilidad de proporcionar un ambiente de trabajo seguro y sin discriminaciones. Si han hecho todo lo posible, entonces la actitud hacia ellos será más comprensiva. Pero si hubieran podido y deberían haber hecho más, lo apropiado es que eso se refleje en una sanción”.
Barnes dijo que le ha impresionado cómo los jugadores de todos los colores se han unido para combatir el racismo tras la muerte de George Floyd en Minnesota.
“Los jugadores han declarado que esto no puede seguir así en la próxima generación”, dijo Barnes. “Es muy poderoso que jugadores de todos los colores, no solo jugadores negros, se hayan unido para hacer declaraciones, arrodillarse, y condenar el racismo y la falta de inclusión social”.
“Estamos atravesando un período muy significativo no solo en el fútbol, sino también en la sociedad”, dijo Barnes, miembro del Comité Ejecutivo mundial de FIFPRO. “Es una mala señal que lleve cuarenta años hablando sobre racismo en el fútbol y todavía sigamos hablando de eso”.
“Necesitamos dar algunos pasos para que, dentro de unos pocos años, la gente ya no diga lo mismo”.
FIFPRO y la PFA se reunieron con jugadores para debatir sobre las medidas a tomar, dijo Barnes.
“Están hartos de hacer campaña, de ponerse una camiseta y que después de quitarse la camisa, todo el mundo se olvide de ello durante otro año”, dijo Barnes. “Los jugadores están decididos: quieren algo tangible. Desean el cambio”.
Ese cambio debe ir más allá del campo de fútbol, agregó.
“Si bien no hay déficit de representación en el campo, faltan gerentes, entrenadores, directores de fútbol y administradores que provengan de una minoría. Este tema debe abordarse en el juego.”
“Estoy cansado de ser la única cara negra cuando entro en una sala de mesa directiva”.