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Entrevista: Mathias Cardacio, el futbolista que creó un video sobre el acoso en las redes

Racismo y discriminación Noticias

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Un jugador de Nacional de Montevideo decidió cerrar su perfil de Instagram en marzo del año pasado por las faltas de respeto que recibía. A los pocos días, su compañero de plantel hizo lo mismo con su cuenta de Twitter.

Ya no soportaron más los insultos y la violencia recibida.

Esos dos hechos provocaron un click en la cabeza del futbolista uruguayo Mathias Cardacio. El jugador que inició su carrera en Nacional y que con sólo 19 años fue fichado por el Milan campeón del mundo 2007 sentía que algo no estaba bien en el vínculo entre los futbolistas y los fans dentro de las redes.

"En un momento ya empecé a notar que la agresión era deliberada y gratuita. Las redes se convertían en tierra de nadie. La gente se creía capaz de cualquier cosa. Te decían de todo, se escudaban en fotos y nombres falsos y no les pasaba nada. Entonces, me empecé a dar cuenta de que estábamos entrando en un problema que, si no decíamos algo al respecto, nos iba a terminar comiendo", afirmó Cardacio en una entrevista con FIFPRO.

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Mathías Cardaco en el AC Milan (extremo izquierdo)

Cardacio, 32, forma parte de una generación que protagonizó el fútbol de primer nivel tanto con redes sociales como sin ellas. Así, el mediocampista destacó la facilidad de lo que era el fútbol "que arrancaba y terminaba en el partido".

"Antes de que aparecieran las redes. Yo sentía al fútbol como algo más sano, más real. Se hablaba mucho más de fútbol y casi no se hablaba de lo que pasaba afuera de la cancha. Hoy uno puede ser insultado o discriminado por cualquier otra cosa que no tenga que ver con la pelota. Y encima eso ocurre las 24 horas del día. Si estás prendido al teléfono es pasar todo el día viendo cómo desconocidos te agreden a vos y a tu familia", explicó el jugador de Defensor Sporting.

Precísamente, desde FIFPRO se tomó conciencia de los altos niveles de violencia, discurso de odio y discriminación en las redes sociales contra los futbolistas y en febrero se emitió un comunicado en el que se instó a las instituciones públicas a implementar protecciones eficaces contra este tipo de manifestaciones. Además, comandó un boicot junto a diversas organizaciones relacionadas al fútbol para que las redes sociales ajusten sus medidas contra los insultos y discriminación online.

Las salidas de las redes de Rodríguez y Ocampo le hicieron cambiar el perfil de uso a Cardacio en las redes. Así, durante todo el 2020, el protagonista de la historia decidió publicar en Twitter posteos más relacionados a su vida con su pareja y su hija Catalina, de 3 años, que a lo ocurrido dentro del campo.

"Me daba cuenta de que cada vez que perdía mi equipo me ponía muy mal. Pero me enojaba más lo que veía en las redes que el partido en sí. Entonces, preferí darle más importancia a mi familia", reflexionó.

“Si en un partido cometés un error grosero, al otro día ya te hicieron un meme y ese video está recorriendo todo el Mundo”

— por Mathías Cardacio

Este nuevo punto de vista no sólo fue aplicado por Cardacio en su fuero interno sino que también fue capitalizado para convertirse en consejos para los más jóvenes: "Los más chicos del plantel están todo el día con el teléfono. Y yo soy testigo de lo que ellos sufren por estas críticas que les hacen. A algunos les afecta directamente en su forma de jugar. Arriesgan menos por temor a equivocarse. Porque si en un partido de Primera hoy cometés un error grosero, al otro día ya te hicieron un meme y ese video está recorriendo todo el Mundo."

Además, Cardacio notó con preocupación la preponderancia que tomó la opinión pública de las redes sociales dentro de las propias instituciones futbolísticas, lo que incluso llegó a amenazar la continuidad laboral de los jugadores: "En los últimos años, empecé a notar que ya lo de las redes condicionaba incluso a los dirigentes de los equipos. Hubo directivos que decidieron no renovar contratos o vender a futbolistas de acuerdo a lo que se decía de ellos en las redes,” aseguró.

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Así y todo, el punto de quiebre para Cardacio ocurrió en febrero de este año, cuando el jugador de Peñarol Denis Olivera sufrió una catarata de insultos racistas debido a su color de piel después de un clásico perdido contra el clásico rival, Nacional.

Ese hecho, sumado al suicidio del jugador Santiago "Morro" García por depresión provocó que Cardacio decidiera salir a la luz pública y se convirtiera en el gran abanderado del fútbol uruguayo en el reclamo para que se detengan los insultos en las redes.

"Me puse en contacto con Maximiliano Patri, el jefe de contenido digital de Peñarol y entre los dos ideamos un video para que jugadores de todos los clubes de Uruguay hagamos un reclamo en conjunto", dijo Cardacio. "¿Hacés todo bien?, ¿Siempre obtenés los resultados que buscás?", son las dos primeras preguntas que se hacen jugadores de las dos divisiones mayores del fútbol uruguayo en el video.

El video titulada "Bajemos la pelota" tuvo tal repercusión que a los pocos días apareció un video de características similares, pero esta vez el reclamo lo hacían las grandes estrellas uruguayas que brillan en Europa: Luis Suarez, Fernando Muslera y Edinson Cavani, entre otros.

La campaña fue promocionada y apoyada por la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, que también dictan charlas sobre el comportamiento y los riesgos de la violencia en las redes. "Con que recapacite una de cada diez personas que lo vieron ya es un triunfo", analizó Cardacio.

El mediocampista advirtió que si bien hubo más calma en los últimos meses respecto a las críticas e insultos, pese a que las familias todavía lo sufren demasiado.

"La gente tiene que entender que nosotros somos lo mismo que el obrero, que el oficinista, que el taxista, que el panadero. Sólo que trabajamos en una cancha de fútbol y tenemos la maldición de que todo el mundo analiza nuestro trabajo. Mi madre se muere de bronca, se hace un usuario anónimo para pelearse con la gente en las redes.”