Sobre
Andritany Ardhiyasa
El arquero internacional de Indonesia, de 31 años y capitán del Persija Jakarta, es presidente del sindicato de futbolistas APPI. Habla sobre sus propias experiencias de abuso en las redes sociales y sobre cómo APPI aborda esta cuestión.
Tengo dos cuentas en redes sociales: una en Twitter y otra en Instagram. Utilizo Instagram con mayor frecuencia, para mantener el contacto con amigos, atletas y otras personas.
Por supuesto lo hago también para mostrar a la gente algo más de mi trabajo como futbolista. Muchos están interesados en ver qué ocurre fuera del campo. Tengo 903.000 seguidores allí.
Publico quizás una vez a la semana. Además de sobre mi trabajo, publico sobre mi labor para el sindicato, APPI, comunicando acerca de campañas y cosas por el estilo.
Lo que más me gusta es el espíritu positivo de los mensajes después de que nuestro equipo gane y la gente nos felicite. Esos comentarios me motivan para hacerlo aún mejor en el próximo partido.
Pero cuando pierdo, cuando mi equipo pierde, entonces recibo comentarios negativos.
Andri, que te j****. Andri, eres una m*****.
A veces esos comentarios me hieren. Me entristecen porque hice todo lo posible sobre el campo.
Sé que estas son las consecuencias de jugar al fútbol profesional y no me importa que me critiquen. Si la crítica es correcta, entonces la acepto. Pero si me insultan no está bien.
Un día alguien hizo un comentario sumamente grosero sobre mi mujer. No pude aceptar aquello. Era inhumano y no tenía nada que ver con el fútbol. Borré la publicación en mi Instagram y publiqué un nuevo comentario, exigiendo que la persona que lo había hecho se disculpara en un plazo de siete días, o de lo contrario iría a la policía y presentaría una denuncia. En Indonesia puedes presentar reclamación por difamación si recibes insultos en los medios digitales.
Hace poco me convertí en el primer jugador en presentar un reclamo ante la policía por el abuso que recibí en las redes sociales. La persona respondió. Vino a nuestra oficina y habló conmigo, con nuestro secretario general, Aji Hardika, y nuestro abogado. Me pidió disculpas y escribió una declaración prometiendo que no lo volvería a hacer.
Mi familia y yo le hemos perdonado. Es una valiosa lección para él. Y la policía decidió archivar el caso después de que me presentara sus disculpas.
Con nuestro sindicato de futbolistas hemos preparado dos campañas para ayudar a los jugadores a afrontar el abuso en redes sociales. Como futbolistas tenemos graves problemas con el abuso. En ocasiones perdemos la confianza sobre el campo. Tememos que si perdemos o hacemos algo erróneo recibiremos todos esos comentarios negativos.
Incluso he observado los efectos que esto tuvo en el rendimiento de la selección nacional. Cuando estábamos jugando un partido clasificatorio para la Copa Mundial y tuvimos que tirar un penalti, nadie quería lanzarlo: todos temían fallar y asumir las reacciones negativas que recibirían. Finalmente, el capitán lanzó el penalti. Lo falló… recibiendo por ello numerosos comentarios negativos.
He hablado acerca del abuso en redes sociales con diversos futbolistas. No queremos dejar las redes sociales. No queremos dejar que el odio nos gane la partida. Por lo tanto decidimos que debíamos emprender una campaña para educar a los futbolistas.
“Hace poco me convertí en el primer jugador en presentar un reclamo ante la policía por el abuso que recibí en las redes sociales.”
— por Andritany Ardhiyasa
Estamos lanzando dos campañas. La primera, que será financiada por el Fondo de Desarrollo y Aumento de Capacidades de FIFPRO, aborda la salud mental de los futbolistas. Deseamos ayudar a los jugadores que están afectados mentalmente por todas las críticas y los insultos que reciben. Por ejemplo, ¿cómo respondes cuando eres objeto de abuso? ¿Cómo podrías escribir un comentario sin que ello agrave la situación? Lo necesitamos, pues no podemos jugar bien todo el tiempo. A veces ganamos, a veces perdemos. Es un juego.
La otra campaña trata de informar a los seguidores sobre cómo comportarse en las redes sociales y limitar el discurso del odio. Queremos hacer uso de la reglamentación de nuestro país, que sanciona a las personas si escriben comentarios inapropiados o insultan a otras personas en las redes sociales. Una de las sanciones es pena de prisión.
Parte de esta campaña, que dirigimos junto con los jugadores de bádminton y baloncesto de nuestro país, es que queremos que los jugadores sean conscientes de que también pueden acudir a la policía para protegerse, tal como hice yo. Nosotros, APPI, hemos firmado un acuerdo con el departamento de delitos cibernéticos de la policía, para que inmediatamente procese informe sobre la comisión de un delito. La policía puede realizar un seguimiento de estas personas, aunque tengan una cuenta anónima.
Espero que estas campañas contribuyan a proteger a los futbolistas y educar a nuestros seguidores. Esperamos que ello tenga un impacto positivo en el rendimiento de nuestros jugadores, incluyendo en nuestra selección nacional.
