- Este sábado, Isabel Hodgson capitaneará al Adelaide United en el primer Partido del Orgullo de la A-League australiana.
- Los equipos masculino y femenino del club lucirán brazaletes y los números de sus camisetas con los colores del arcoíris, además de otros detalles que se incorporarán al juego como como muestra de apoyo a la comunidad LGBTIQ+ en el fútbol.
- La jugadora de 25 años habla acerca de sus propias experiencias como futbolista homosexual, especialmente a consecuencia de que su compañero del Adelaide masculino, Josh Cavallo, fuera el primer futbolista declarado abiertamente gay en el primer nivel del fútbol masculino australiano.
Cuando Josh se decidió a salir del armario, me sentí muy orgullosa y entusiasmada por él; inmediatamente se hizo obvio el peso que se había quitado de encima, y que se sentía mucho mejor consigo mismo.
Al mismo tiempo, me sentí realmente triste por el hecho de que hubiera estado luchando con ello durante tanto tiempo. El fútbol fue siempre mi espacio seguro: el lugar donde podía prosperar exactamente como soy, y saber que este deporte que ambos amamos no era el refugio para él que fue para mí, me rompió el corazón.
No estoy diciendo que fuera sencillo para mí: el periodo escolar fue sin duda difícil, y mantuve oculta mi sexualidad durante esa parte de mi vida, puramente porque no deseaba invitar la posibilidad de negatividad alguna. En aquel momento estaba jugando ya para el Adelaide United y en el equipo nacional Sub-21, y simplemente mantenía la cabeza baja y me centraba en obtener buenas calificaciones: no quería correr el riesgo de recibir acoso moral.
Necesitaba ese tiempo para aceptarme a mí misma por quién soy, y creo que esa es la parte más difícil de ese trayecto para muchas personas. Cuando llegué a comprender que quienes me querían seguirían haciéndolo, me di cuenta de que los demás no importaban. Tengo una red de gran apoyo en mi familia y amigos, y resultó que realmente no necesité un gran momento declarativo. Si llevaba a una chica a que conociera a mi familia, o si mi hermana traía a casa a un chico, no era algo que necesitaba sentarme a explicar; simplemente, éramos aceptadas incondicionalmente, y me siento verdaderamente afortunada de que esa fuera mi experiencia.
Por esa razón, me siento tan orgullosa de pertenecer a un equipo que muestra su apoyo a la comunidad LGBTIQ+ de forma tan pública. Me siento especialmente honrada por mi función de capitana, y estoy impaciente por liderar a mi equipo a salir con las cifras en arcoíris en nuestra espalda y participar en el primer Partido del Orgullo de la A-League. Estoy impaciente por salir del túnel y sumergirme en esa atmósfera, aunque estoy segura de que probablemente me sentiré algo sobrecogida por estar rodeada de tanto amor y aceptación, tanto del equipo como de los seguidores que han formado parte de mi vida durante tanto tiempo.
El Adelaide United ha sido increíble en la organización de los partidos: tanto para el equipo masculino como para el femenino. Se ha pensado cada pequeño detalle, hasta las banderas arcoíris de las esquinas, y han activado tanto el mensaje en torno al evento. Realmente siempre se han esforzado por comprobar cómo se sienten los jugadores: garantizando que todos estemos felices con la creación de marca, y básicamente maximizando nuestro potencial de fomentar tanta concienciación como sea posible.
Espero que esta muestra de inclusión y apoyo llegue a los futbolistas, seguidores, o realmente a todos, y sencillamente les asegure que no deben temer ser ellos mismos. Si hay tan solo una niña que me observe y piense: “si ella puede hacerlo, yo puedo hacerlo” entonces consideraré que he desempeñado mi función.
Creo que existe un auténtico estigma en torno al deporte como entorno “masculino”, causando que las mujeres que están interesadas en él sean catalogadas como menos femeninas, y que los hombres sientan la presión de estar a la altura de este percepción sesgada de lo que es necesario para encajar en este entorno. Con este Partido del Orgullo, tratamos de que todo el mundo sea consciente de que este deporte es para todos: sin importar tu género, sexualidad o cualquier otra condición. El sábado, cuando salgamos al campo frente a todos nuestros seguidores, rodeados por la bandera arcoíris, deseo dejar claro que estamos aquí para apoyarles tanto como ellos nos apoyan a nosotros en cada partido.
Siempre habrá gente que va a hacer comentarios negativos sobre la comunidad LGBTIQ+, y nuestra función es acallarlos con nuestro apoyo y positivismo. Como siempre digo si te inquieta ser sincero contigo mismo: a quienes le importa no importan, y a quienes importan no les importa.
Para mí, realizar esta declaración en el primer nivel del fútbol australiano da a nuestro mensaje la oportunidad de que llegue hasta las ligas inferiores, equipos juveniles y las bases del juego. Nuestro objetivo es que los futbolistas juveniles desarrollen su sexualidad de modo seguro y sepan que el fútbol será siempre un espacio seguro para ellos. Si deseamos que nuestro deporte discurra en un entorno de aceptación e inclusión, entonces debemos sentar ese ejemplo al más alto nivel: y seguir así cuando suene el silbido final el sábado.
