- La Asamblea General de la Asociación del Código Internacional de Conducta se celebró en Ginebra, Suiza
- El Foro brinda la oportunidad de debatir cuestiones sobre la seguridad de los futbolistas
- Se necesita que los organizadores de la competición y las partes interesadas trabajen juntos para la mejor protección de los jugadores en sus entornos de trabajo
La seguridad de los futbolistas ocupó el centro de atención en la Asamblea General de la Asociación del Código Internacional de Conducta (ICoCA), celebrada la semana pasada en Ginebra (Suiza).
Representantes de FIFPRO, del Comité Olímpico Internacional, de Football Supporters Europe, del Centro para el Deporte y los Derechos Humanos, del Departamento suizo de Asuntos Extranjeros, y de MindEquity, se han reunido para debatir entornos seguros de trabajo para los jugadores: incluyendo en estadios, campos de entrenamiento, transporte, hoteles y domicilios familiares.
Recientemente hubo incidentes inquietantes relacionados con futbolistas han vuelto a situar la seguridad de los jugadores bajo el foco de atención, como el ocurrido el mes pasado al guardameta del Altay, Ozan Evrim Ozenc, cuando fue asaltado por un hincha con un banderín de córner durante un partido de la primera división turca.
Al incidente anterior le siguió este mes el sufrido por el inglés Raheem Sterling, que tuvo que abandonar temporalmente la concentración de su selección en la Copa Mundial tras producirse un robo a mano armada en su domicilio familiar.
Michael Leahy, asesor de política de FIFPRO, habló en un panel que debatió la función que debe desempeñar la seguridad privada en el contexto de la seguridad del jugador y la necesidad de que los organizadores de la competición y otras partes interesadas trabajen conjuntamente para ofrecer mejor protección a los futbolistas.
“En el entorno actual, parece que los organizadores de la competición se dirigen de forma inconsciente a que ocurra un grave incidente y que es únicamente cuestión de tiempo antes de que llegue a ocurrir algo realmente grave”, afirmó Leahy.
“Partes interesadas de la industria deben colaborar para reducir la exposición de los futbolistas a estos riesgos, garantizando la implementación de las políticas, los procedimientos, el personal y la tecnología relevante que sean más adecuados”.
El mayor uso de la tecnología para apoyar la seguridad personal puede llegar muy lejos. Con el uso más extendido de la tecnología en todo el fútbol –desde los datos de rendimiento a la gestión de los seguidores– es posible afirmar que los avances tecnológicos pueden utilizarse más eficazmente para garantizar que los estadios continúen siendo entornos seguros para los jugadores y los seguidores.
“Generalmente ha existido una relación muy respetuosa entre los futbolistas y los seguidores. No obstante, ha habido un preocupante aumento de invasiones sobre el campo de juego durante el periodo posterior al Covid, con terceras partes no autorizadas invadiendo el campo de juego con fines diversos”, aseguró Leahy.
“La tecnología también podría ayudar a mantener un nivel de privacidad y de respeto para los seguidores que, en ocasiones, no es el caso actualmente, tales como búsquedas sobre invasiones en los estadios”.
“En el entorno actual, parece que los organizadores de la competición se dirigen de forma inconsciente a que ocurra un grave incidente y que es únicamente cuestión de tiempo antes de que llegue a ocurrir algo realmente grave.”
— por Michael Leahy
Derechos humanos
El panel dedicado a Seguridad privada y deportes de ICoCA examinó también el respeto a los derechos humanos de futbolistas y personal de seguridad.
En los días previos a la Copa Mundial 2022, se informó de diversos abusos a los derechos humanos en Qatar, que destacaron cómo padecía el personal de seguridad sus extensas horas de trabajo, la negación de días obligatorios de vacaciones e inadecuadas políticas de seguridad y salud.
“Esto puede tener un importante efecto colateral sobre la seguridad y la salud de los futbolistas porque como trabajadores son incapaces de realizar sus funciones de manera eficaz si están agotados física o mentalmente a consecuencia de estos abusos,” afirma Leahy.
“Por lo tanto es esencial que se respeten los derechos humanos de los trabajadores en general y, además, garantizar que puedan llevar a cabo sus responsabilidades para proteger a los futbolistas".