Tatiana Saunders: My journey from Wall Street to professional football

Tatiana Saunders, un viaje de Wall Street al fútbol profesional

Historias de futbolistas

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Tatiana Saunders: My journey from Wall Street to professional football
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Sobre

Tatiana Saunders

Criada en Nueva York, la arquera inglesa y ex internacional juvenil relata su transición del mundo de las finanzas a jugar profesionalmente en Europa.

Crecí en Estados Unidos y de chiquita me aficioné al fútbol porque tengo dos hermanos mayores. Cuando ellos jugaban en el jardín, yo siempre intentaba participar. Era la hermana pequeña, pero no me la hacían fácil y eso me hizo más rápida y dura.

En el instituto ya jugaba en las categorías inferiores de Inglaterra y volaba de una costa a otra de los Estados Unidos cada pocos meses. Luego asistí al Dartmouth College, donde jugué en la Division One durante cuatro años.

Cuando dejé Dartmouth, tuve la opción de jugar profesionalmente en Estados Unidos o de trabajar en finanzas en Wall Street. Hasta ahí el fútbol había sido todo en mi vida y la idea de dedicarme a las finanzas era diferente y emocionante. Así que me tomé tres años de descanso del fútbol y me fui a Wall Street.

Encontré muchos paralelismos entre el fútbol y las finanzas, como el establecimiento de prioridades, la gestión del tiempo, el trabajo en equipo y la capacidad de liderazgo. En las finanzas, como en el fútbol, el resto del equipo también depende de uno para hacer las cosas bien cuando estás bajo presión.

Como arquera te acostumbras a lidiar con la presión repentina, y el ritmo frenético de las finanzas se parece mucho a estar en el terreno de juego. La gente te grita por teléfono, uno le grita a la gente de tu equipo… Todo mientras escuchas, transmites y evalúas una situación que cambia rápidamente.

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Cuando me dedicaba a las ventas y al comercio, uno de los pasatiempos favoritos eran las apuestas deportivas. Un día se jugaba partido de la copa She Believes entre Estados Unidos e Inglaterra. Yo había jugado en juveniles con muchas de las integrantes de esa selección inglesa: Jordan Nobbs, Alex Greenwood y Nikita Parris.

Pensé: “Si hubiera seguido un camino profesional diferente, tal vez podría haber jugado ahí”.

A medida que avanzaba mi carrera en las finanzas, llegué a un punto en el que me pregunté: “¿Me encierro y me comprometo con esto? ¿O me dedico al fútbol?”. Hasta ese momento, había extrañado mucho jugar. No quería tener ningún remordimiento.

Así que a los 24 años decidí volver al fútbol. Era algo que ponía muy nerviosa porque llevaba tres años sin jugar y competía con jugadoras que habían continuado su carrera o acababan de salir de la universidad en Estados Unidos.

“Como arquera te acostumbras a lidiar con la presión repentina, y el ritmo frenético de las finanzas se parece mucho a estar en el terreno de juego.”

— por Tatiana Saunders

Me preocupaba la posibilidad de dejar mi carrera de finanzas y que no me contratara un equipo, quedarme sin saber qué hacer. Pero lo hice. Pasé una prueba en Islandia en enero de 2018, me fue bien y empecé la temporada islandesa en abril.

Cuando hice esa transición para volver a jugar profesionalmente, no me pareció un gran cambio porque todavía tenía esa disciplina. Cuando trabajaba en finanzas tenía que estar en mi escritorio a las 7 de la mañana. Eso significaba que me levantaba a las 4 para ir al gimnasio, trabajar el día entero, volver a casa, hacer la cena, irme a la cama y volver a empezar al día siguiente.

Después de Islandia también jugué en Francia y este es mi tercer año jugando profesionalmente en Inglaterra. Tengo muchas ganas de empezar ahora en Durham.

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Crédito: Matthew Appleby / Durham Women FC

No sé si volveré a Wall Street. Si pudiera, me gustaría combinar mi aprendizaje en mi MBA con el conocimiento de los problemas más importantes que afectan al mundo y que mi generación deberá afrontar, como el cambio climático, la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania y la división social, no sólo entre el norte y el sur, sino también dentro de nuestras propias sociedades.

Siempre que hablo con jugadoras más jóvenes insisto en la importancia de la educación. Como futbolista solo se puede jugar durante un determinado número de años y, si se tiene la desgracia de sufrir una lesión grave, ese tiempo puede ser aún más corto.

Hay que tener otras opciones, un plan B. Me acerqué a Durham porque es un club que fomenta los estudios junto con el deporte y permite a sus jugadoras tener otras opciones después del fútbol.