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Samuel Sarfo: el policía que se convirtió en jugador de la selección nacional

Historias de futbolistas

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  • El primer contacto del internacional ghanés Samuel Sarfo con los Black Stars fue como policía, custodiando al equipo
  • Durante siete años combinó el fútbol con su profesión de policía
  • Actualmente, está en excedencia policial, concentrándose en su carrera como futbolista

"En 2016, era un policía que trabajaba en la comisaría de Nima, en la misma jurisdicción donde estaban las instalaciones del Black Stars (selección nacional de Ghana). En realidad, mi función consistía en protegerles. Tenía que escoltarles desde el hotel al estadio, y protegerles en el hotel. Así que tuve la oportunidad de conocer a algunos de ellos, e incluso me hice algunas fotos con uno de los jugadores.

En aquel entonces jugaba para el Liberty Professionals y uno de nuestros oficiales, George Afriyie, era también vicepresidente de la Federación de Ghana. Me presentó al presidente de la Federación de fútbol, Kwesi Nyantakyi, y me hablaron acerca de la selección nacional. Dijeron que valoraban el trabajo que estaba haciendo como policía, pero que supervisarían también mi trayectoria como futbolista. Un año después, me convocaron para el equipo Black Stars y me uní a ellos en un viaje por Estados Unidos, donde jugamos contra ese país y contra México.

Me incorporé a las fuerzas policiales en 2009, cuando tenía 19 años. Terminé mis estudios a los 18 años y esperaba ir a la universidad, cuando me ofrecieron incorporarme a la policía. Me alisté en el servicio policial de Ghana como futbolista. Jugaba para el equipo de la policía, y manteníamos torneos contra equipos de otros cuerpos de seguridad, como el departamento de prisiones. No era fácil combinar ambas actividades: jugar al fútbol y trabajar como policía.

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Pero había algo que mi padre me enseñó: disciplina. Él también era policía, aunque no me uní al cuerpo policial por él. No provengo de una familia rica, pero sí somos ricos en disciplina. Y eso es lo que mi padre me legó. Lo valoro mucho, pues al madurar, comprendo que hubiera conseguido ambas cosas –jugar al fútbol y ser policía– si no hubiera tenido la disciplina necesaria. Esa disciplina me permitió embarcarme en mi viaje con destino a ser plenamente profesional.

El objetivo de todo policía es proteger la vida y la propiedad, y me gustaba poder hacerlo, especialmente para mi comunidad y mi nación. Afortunadamente, nunca tuve que investigar a ningún jugador por ninguna causa de envergadura. Sí se produjeron algunas pequeñas infracciones de tráfico, pero nunca nada de mayor consideración.

Mientras jugaba para el Liberty Professionals, marqué bastantes goles, aun siendo defensa. También me nombraron capitán. En 2017, el mismo año que jugué para el Black Stars, recibí diversas ofertas de clubes de todo el mundo. Decidí fichar para el club iraní Saipa FC, cuyo entrenador era el legendario Ali Daei. Después de un año y medio con el Saipa, el Al Khaleej, club de Arabia Saudí, hizo una oferta por mí y fiché con ellos. Desde entonces, llevo más de 100 partidos para el club, y acabamos de ser ascendidos al primer nivel.

Creo que este trayecto no hubiera sido posible sin el apoyo de tantas personas del cuerpo policial. Hubo muchos momentos difíciles, pero siempre tuve el apoyo del Inspector General de la Policía, de la administración, de algunos agentes de policía vinculados al deporte, y de muchos otros. Sin ellos, no creo que hubiera sido capaz de jugar suficientemente bien como para que el mundo me viera y me ofrecieran la oportunidad de jugar en otro país. En realidad, ello fue posible gracias al servicio policial. Por ello, para mí siempre están en primer lugar.

Por el momento, estoy en excedencia del cuerpo policial. Ahora me concentro en el fútbol, pero podría volver a la policía cuando deje de jugar. Es importante prepararse para la vida después del fútbol. Todos los atletas deben prepararse para su vida posterior al deporte, pues nada dura eternamente. Un día, la fama se esfumará. Ya no tendrás que acudir al entrenamiento, ni estar en la alineación de los once primeros. Por consiguiente, la vida ya no será igual. Así que debes planificar tu futuro.

El sindicato de jugadores ayuda al respecto. En dos ocasiones he recibido apoyo del Sindicato ghanés de futbolistas profesionales (PFAG). En 2017, tuve una lesión. No sabía lo que era. Estaba entrenando, y de repente sentí un dolor terrible. Conseguí el apoyo del PFAG, quienes me llevaron a un especialista alemán. Allí recibí tratamiento y conseguí volver a jugar. También recurrí a ellos para que me ayudaran a tomar decisiones acerca de mi futuro, e igualmente me ayudaron. Por lo tanto, verdaderamente han sido un sólido apoyo para mí a la hora de convertirme en el jugador que soy hoy en día."