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Daniel Baldi, exfutbolista y escritor uruguayo: “El fútbol es el gancho para hablar de muchas otras cuestiones” 

Historias de futbolistas

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  • El 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil

  • El uruguayo Daniel Baldi, jugador profesional durante 10 años, hoy es un autor muy popular entre niños y adolescentes de habla hispana

  • FIFPRO habló con él sobre el poder educador del fútbol y las ventajas de tener una carrera paralela a la de deportista

“No creo que escriba de fútbol. Yo escribo de la vida y en la vida está presente el fútbol en cada momento”. Daniel Baldi, 43 años, exfutbolista y escritor uruguayo, muy popular entre niños y adolescentes, no quiere confusiones: sus 30 obras literarias no intentan narrar el fútbol, lo toman como vehículo para hablarle a la familia de diferentes temáticas que atraviesan al ser humano. 

“El fútbol es hermoso, tiene un montón de valores espectaculares que sirven para la vida. Es un mundo muy rico, con muchas facetas”, le dice a FIFPRO el autor del galardonado “Mi Mundial” en el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

“A mí me compran los padres generalmente con la intención de que el nene comience a leer, creyendo que es un libro de fútbol. Y después se dan cuenta que en realidad no era un libro de fútbol, que fueron un poco engañados. Pero terminan felicitándome porque el niño se entusiasma de tal manera que empieza a generar un montón de otros diálogos que están buenísimos”.

“El fútbol termina siendo el gancho para hablar de muchas otras cuestiones. Tiene tantas capas que da para escribir historias de todo un poco porque está el bueno, el malo, el rico, el pobre, la mujer, la fama, el dinero, la sexualidad, las adicciones, las depresiones, la caída... Da para hacer lo que quieras. Me gusta jugar con eso”.

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Daniel Baldi posa junto a algunos de sus libros

Más allá de su talento como escritor, hay un rasgo diferencial en Baldi que lo hace único para aprovechar la riqueza del fútbol como catalizador de historias que interpelen a sus lectores: narra desde la crudeza de la experiencia vivida como jugador profesional.

“Creo que tengo la ventaja de las vivencias propias. Un día me lo decía Sacheri [ Eduardo, exitoso escritor argentino]: ‘Yo soy un sensible ante el fútbol, pero vos sabés lo que es mirar hacia el costado y que te escupan, te griten, te alienten. Errar un gol importante’. Claro, eso me pasó. Y si lo sabés trasladar es una experiencia única. Accedo a matices que me ayudan también a abordar las temáticas que quiero”.

Sus 10 años como futbolista de primera división -jugó en Uruguay pero también en México, Argentina, Venezuela e Italia- lo han curtido en los aspectos menos glamorosos y populares de la profesión. En sus libros también habla de las lesiones, de las transferencias o del mundo de los representantes y los dirigentes.

“Yo disfruté mucho el fútbol, pero sufrí muchísimo también. Me pasaron cosas espantosas. Mi representante me robó dinero creyendo que no me iba a dar cuenta. No me atendía el teléfono. Me he quedado sin saber qué hacer. Me pasó de irme a otro país y que las cosas fueran totalmente distintas a las que me habían dicho. Pasé injusticias como que haya directivos mezquinos que siempre buscaban la letra chica para no pagarte o para no respetarte”.

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Daniel Baldi (izq), en 2003 con la camiseta del Cruz Azul de México (Foto: Imago/MEXSPORT)

Aún en los peores momentos la literatura estuvo a su lado como rescate. La carrera literaria de Baldi, nacido en una familia muy futbolera de Colonia del Sacramento, en el suroeste uruguayo y costera del Río de la Plata, se inició casi al mismo tiempo que la futbolística: su primera novela la escribió cuando todavía estaba en inferiores. “Escribía a diario, pero lo reservaba para mi círculo más íntimo”, revela.

Debutó en Plaza Colonia en 2001 y su primer trabajo publicado, “La Botella FC”, llegó en 2006, cinco años antes de su retiro como profesional. Escribir mientras jugaba siempre tuvo un efecto “totalmente catártico”. “Era terapéutico, me encantaba hacerlo. Era como una necesidad. Me hacía muy bien en momentos de soledad, de mucha tristeza así que acudía mucho a ella”.

Con al menos un libro al año publicado desde 2006, Daniel es un ejemplo de haber desarrollado una carrera paralela a la de futbolista, un tema al que está “muy abocado” no sólo como escritor sino también desde su lugar de gerente de la Fundación Celeste, una organización creada por los jugadores de la selección uruguaya con el fin de fomentar los valores del deporte en la educación de niños y adolescentes a través del fútbol.

“Cuando era chico y yo confesé que quería ser futbolista, mi mamá me dijo unas palabras que me quedaron grabadas: lo más probable es que nunca pueda llegar a vivir del fútbol porque eso les pasa a muy poquitas personas. Fue un baño de realidad. Entonces nunca me quedé sólo con el fútbol, siempre busqué otros intereses para cuando el fútbol me dijera ‘hasta acá llegaste’. Yo creo que eso me salvó la vida porque cuando se empezó a acercar mi retiro en el fútbol se me hizo una etapa súper disfrutable”.

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Daniel Baldi, en la entrega de premios del concurso de cuentos para escuelas rurales de la Fundación Celeste

“Muchas veces los niños o los adolescentes se sienten presionados porque en su casa quieren que sean futbolistas. Hay que darles la posibilidad de que, si no son futbolistas, no pasa nada. Hay vida para hacer otra cosa, lo importante es que sea feliz. Además, el fútbol es tan amplio y requiere de tanta ayuda que hoy en día si sos psicólogo, ingeniero en sistemas o profesor, el fútbol puede recibirte. Y a los que tienen la suerte de ser futbolistas, mostrarles que a los 30 y poco hay toda una vida por delante”.

Para lo que no pudo apelar a su experiencia en el césped fue para la novela que está escribiendo, en la que la protagonista es una niña que supera todas las adversidades añadidas que se le presentan por ser mujer para ser futbolista profesional. Pero se nutrió de aportes de mujeres vinculadas al fútbol femenino e incluso de FIFPRO, que lo asesoró en temas de salarios, regulación de maternidad, etc.  

“Fui muy cuidadoso en la escritura y pedí ayuda. Siempre me interesó la protección al futbolista y, en el caso de las futbolistas, este tipo de cosas son mucho más complejas que las que cargamos nosotros los hombres. Cada decepción que recibe la protagonista, la alimenta más en su interior para salir adelante. El sueño de llegar a ser futbolista hace que luche contra todo”.