Sobre
Fani Doiranli
Desde 2014 juega para el PAOK de Salónica, de la primera división griega. A principios de este año se convirtió en la primera mujer en emitir voto en la elección del Sindicato Griego de Futbolistas Profesionales (PSAPP).
Este año es mi noveno jugando al fútbol y, por mucho que lo ame, este tiempo me ha hecho muy consciente de las luchas y de las necesidades del fútbol femenino en Grecia. Nuestra liga y nuestras jugadoras no infunden el mismo respeto o impulso que se observa en otros países y debe hacerse un gran trabajo antes de que lleguemos a alcanzar ese mismo punto.
Nos sorprendieron positivamente los esfuerzos de PSAPP realizados en los últimos dos años. Durante el periodo del COVID, su asistencia ha contribuido a que ejerzamos nuestros derechos para reanudar de manera segura tanto entrenamiento como partidos. El sindicato ha dado también un paso importante al modificar sus estatutos para permitir la afiliación de las mujeres y dándoles el derecho a votar en cuestiones propias de la organización.
Aproveché inmediatamente la oportunidad y el primer voto en la Asamblea General fue en favor de las dos primeras mujeres elegidas como miembros activos del Comité Ejecutivo. ¡Un modo ideal de mostrar mi gratitud!
Me entusiasma la perspectiva de desempeñar un papel activo en el sindicato, especialmente en sus esfuerzos por desarrollar y mejorar las condiciones de las futbolistas en Grecia. Se han dado ciertos pasos pero son relativamente pequeños en comparación con el largo trayecto que tenemos por delante.
Las estructuras del fútbol griego deben adaptarse de modo que acepten y favorezcan el fútbol femenino, primero a nivel nacional y luego, a medida que va desarrollándose, ampliando ese interés por los campeonatos europeos y mundiales.
Primero debe prestarse más atención a las condiciones del juego. Por ejemplo, los contratos de las futbolistas, la calidad de los campos y la inversión financiera. La decisión actual de dividir el campeonato entre las agrupaciones del norte y las del sur podría reducir costos, pero también disminuye notablemente la competición, la calidad y el interés público. Es decir, toda oportunidad que tengamos para el crecimiento.
Segundo, debemos presionar a todos los equipos griegos para que cumplan las normas de la UEFA, que estipulan que todo club del fútbol profesional masculino que desee participar en la competición europea debe incluir también un equipo femenino. Eso introduciría más equipos, seguidores y competencia para el fútbol femenino. A partir de ahí podemos cultivar nuestras propias oportunidades de prosperar.
Desafortunadamente la liga femenina es considerada aficionada o semiprofesional, lo que significa que la mayoría de las jugadoras tiene que depender de empleos fuera del fútbol para mantenerse. Dedicamos el mismo número de horas que los jugadores a tiempo completo, tenemos las mismas responsabilidades y la misma capacidad para jugar a nivel profesional; sin embargo, nos pagan como a atletas de nivel aficionado.
Comprendo que el objetivo que tengo en mente para que el fútbol femenino en Grecia alcance la altura que tiene en otras culturas europeas, no es algo que puede lograrse de la noche a la mañana, pero eso está bien, porque estoy plenamente comprometida a mantener mis esfuerzos a largo plazo.
Además de mi título en contabilidad y finanzas, estoy ampliando mi formación con un programa en línea de Gestión deportiva por la Universidad UCN. Creo que es una oportunidad fantástica para combinar mis estudios en empresariales con mi pasión por los deportes y espero que me abra opciones de carrera dentro del ámbito comercial del fútbol en los próximos años.
Así, incluso cuando deje de ser jugadora, podré seguir trabajando para elevar el estatus del fútbol femenino en Grecia, aprovechado tanto mis cualificaciones como mi experiencia de juego.
Mantener una carrera futbolística a tiempo completo, junto con un segundo empleo y mayor formación no es fácil, aunque las clases en línea se han concebido teniendo en cuenta a los atletas en activo, por lo que el programa es bastante flexible. La formación es una preparación vital para la vida después del fútbol, y quisiera animar a todos los futbolistas a desarrollar sus intereses fuera del fútbol.
Espero que esta determinación me ayude a aportar más valor como miembro del PSAPP, pues no me he incorporado por el mero hecho de formar parte de algo: deseo interactuar de manera eficaz con otros miembros y mejorar activamente las vidas de los futbolistas en Grecia.
Cuando emití mi primer voto lo hice con la esperanza de marcar una diferencia y, ahora que atisbo ese cambio en el horizonte, pretendo ser un miembro activo del PSAPP. Espero que juntos podamos alcanzar notables mejoras para las mujeres en el fútbol y trabajar para garantizar la igualdad y los privilegios de los que han estado excluidas durante tanto tiempo.
En Grecia el fútbol femenino no ocupa el lugar que debería, pero dedico mis esfuerzos a elevar nuestro nivel al estándar de élite que puede demostrar, tanto dentro como fuera del campo de juego.
