Evolución del caso
Strelkov firmó un contrato de tres años con el FC Krylia Sovetov, en marzo de 2010. El 22 de enero de 2011, el club y el jugador acordaron que podía dejar el campo de entrenamiento para hallar otro club. Pero Strelkov no pudo hallar un nuevo club antes de que se cerrara el mercado internacional de transferencias, el 31 de enero.
El FC Krylia ordenó entonces a Strelkov entrenar diariamente, para cumplir con un programa de entrenamiento individual, que consistía en practicar al menos tres horas, en el frío invierno ruso. Al mismo tiempo, sus compañeros de equipo estaban en campos de entrenamiento de Turquía y España.
Strelkov se negó. Exigió poder entrenar con su equipo. Su rechazo causó un conflicto mayor con el club, que no registró al ariete para el campeonato que estaba a punto de empezar.
Tras una batalla legal emprendida en Rusia, ambas partes finalizaron ante el tribunal de arbitraje deportivo internacional, el TAD. Strelkov recibió apoyo del sindicato ruso de futbolistas y de FIFPRO.
Decisión
En febrero de 2012, el TAD decidió que Strelkov no podía ser obligado a entrenar por separado, manifestando que es un derecho básico del jugador entrenar con el equipo.
El FC Krylia tuvo que pagar a Strelkov una indemnización por incumplimiento de contrato y en concepto de retrasos, pues el club se negó a pagarle mientras estuvo de baja por enfermedad.
¿Por qué este veredicto es tan importante?
Tras su caso, la Federación rusa de fútbol modificó su reglamento, reconociendo que el entrenamiento en solitario quebrantaba de manera sustancial el acuerdo laboral. Las modificaciones prohíben ‘la discriminación durante el periodo de entrenamiento, mediante sesiones de entrenamiento extensas sin fundamento (no basadas en necesidad médica), “sin balón”, o aparte de las sesiones de entrenamiento del primer equipo del club, así como una ausencia prolongada e injustificada de las sesiones de entrenamiento’.